Con las bases militares norteamericanas en Colombia, América Latina dejará de ser zona sin armas nucleares

La instalación de las bases militares norteamericanas en Colombia, debe ser analizado o visto desde el punto de vista estratégico de los Estados Unidos, con relación a los cambios que se están presentando a nivel internacional como puede ser la aparición de China como protagonista mundial o el inicio del cuestionamiento de la globalización como panacea económico-social y a los cuales ese país trata de adecuarse.  

Desde ese punto de vista hay que entender que dichas Bases estadounidenses responden  a acciones planteadas dentro de un conjunto de objetivos estratégicos, de diferentes características pero vinculados todos al cumplimiento del objetivo principal de ese país como es mantener su hegemonía global, a cualquier precio y por cualquier medio. Podemos decir entonces que las acciones imperialistas de los Estados Unidos, tiene un sistema de  multiobjetivos y como tal debemos estudiarlo.  

Se pueden resumir estos objetivos estratégicos dirigidos a la perpetuación del sistema capitalista mundial, siguiendo un articulo aparecido en “Rebelión”, de José F. Gallardo Rodríguez, donde señala los siguientes:

1) La reorganización geoestratégica y ocupación de los territorios

2)El control de las rutas marítimas

3)La apropiación de los recursos naturales, de los bancos de biodiversidad, de los mantos de agua dulce y del petróleo principalmente. (Ceceña Martorella, 2007).

A estos tres objetivos que señala Gallardo le agrego el siguiente, que me parece el que mayores consecuencias trae para el desarrollo de los pueblos del mundo:

4) Evitar por todos los medios la unidad de los países, la conformación de grupos, alianzas de países o confederaciones que posibiliten su desarrollo de una forma más rápida y efectiva.

Considero que las acciones que se ejecutan en Colombia abarcan todos los objetivos que aquí hemos señalado pero recalcando que en este caso, se ha tomado ya la decisión militar de ocupar el territorio.

En cuanto al primer punto,  La reorganización geoestratégica y ocupación de los territorios, Estados Unidos esta realizando esfuerzos inmensos para adecuarse a los cambios estratégicos que están ocurriendo en el sistema económico-político mundial a fin de mantener la ventaja que lleva hasta ahora, en la dirección de dicho sistema y de la cual depende su supervivencia, tal como lo conocemos hoy.

En este caso la reorganización geoestratégica, ha traído para América Latina cambios importantes pues no se le considera ya como un elemento pasivo dentro del sistema, como había  sido en anteriores ocasiones,  sino que ha sido integrada al plan  de defensa del Imperio, aportando componentes militares muy concretos y con alcance supra-nacional, necesarios para poder mantener la economía de mercado y su sistema globalizado.

Considero por lo tanto que esto no es un plan nuevo, (ellos planifican a largo plazo), sino que es la materialización de antiguos planes impulsados ahora por el giro político que esta ocurriendo en América Latina y en los cuales los Estados Unidos, no tienen un espacio que ocupar. No hay que olvidar sin embargo que la crisis económica mundial ha envejecido prematuramente todos los planes, al cambiar radicalmente la situación de los distintos actores internacionales y la relación entre ellos.

Es así  por lo tanto, que estos componentes militares que se instalan en Colombia, al estar integrados al Sistema Global de defensa de los Estados Unidos, necesariamente incluyen las armas nucleares, que son el elemento fundamental de disuasión con la cual cuentan sus fuerzas armadas.  Es ilógico pensar que unas bases militares que  tendrán un papel estratégico desde el punto de vista bélico, no tendrán una función de almacenamiento, transito y uso de armas nucleares, aun sin considerar un caso de conflagración mas o menos intenso.

Las armas nucleares de los Estados Unidos, no están almacenadas solo en ese país, sino que están desplegadas o movilizadas dentro de su sistema mundial de ataque, naval y aéreo y en las bases en el extranjero. (Cuando la IV Flota se desplaza por América Latina lo hace cargada con armas nucleares).    Colombia al integrarse tan ampliamente a este Sistema Imperialista, recibirá por lo tanto su cuota de armas nucleares, con lo que América Latina perderá su carácter de Territorio Libre de Armas Nucleares que se reflejó en el Tratado Neocolonial de Tlateloco.

Esta pérdida para América Latina de su carácter de zona desnuclearizada, dará  pie para que otros países como pueden ser, Brasil y Argentina, los cuales ya tienen la tecnología para construirlas, planteen la necesidad de contar con armas nucleares propias.

El segundo elemento de la estrategia americana,  El control de las rutas marítimas, las Bases militares norteamericanas en Colombia tendrán entre sus funciones bélicas, garantizar el paso de las embarcaciones norteamericanas  y  sus aliados por el Canal de Panamá, el cual incrementa su valor estratégico con la ampliación que le están realizando actualmente y que permitirá el paso de buques de mayor calado.  No hay que olvidar la importancia que los Estados Unidos le ha dado siempre al Canal de Panamá y que se reflejó en el fuerte dominio que mantuvo desde 1903 hasta  1999 cuando se transfirió su administración a Panamá, pero sobre el cual se reserva férreos mecanismos de dominación.

El control de esta ruta y de todo el transito marítimo centroamericano, por una parte cubre la retaguardia militar de los Estados Unidos en el área  y controla el trafico de petróleo proveniente de Venezuela, de todo el comercio marítimo creciente que se prevé con Brasil y es la ruta mas cercana para el comercio de la costa este de los Estados Unidos con China y otros países asiáticos.

El tercer elemento es,  La apropiación de los recursos naturales, de los bancos de biodiversidad, de los mantos de agua dulce y del petróleo. Es necesario señalar que la riqueza de los países de la zona no se circunscribe a los recursos minerales como pueden ser el petróleo, hierro, etc. sino que va mas allá y alcanza a los sistemas biológicos, los cuales con los avances de la ciencia se hacen cada más invalorables. Así por ejemplo, tal como señalan  Layla Michán, Jane M. Russe y otros en su articulo ( OCT 2008, VOL. 33 Nº 10 INTERCIENCIA)    Análisis de la sistemática actual en Latinoamérica” :   

Diecisiete países (~10% del total de países en el mundo)  son considerados megadiversos  debido a que albergan la máxima riqueza biológica posible del planeta. Seis de ellos son latinoamericanos:  Brasil, Colombia, Ecuador, México, Perú y Venezuela.    Individualmente, cada uno de estos países tiene más  especies de plantas, vertebrados e invertebrados, que la mayoría de las naciones del planeta (Mittermeier y Goettsch, 1992; Mittermeier et al., 1997).

Además, nueve de las diez ecoregiones más ricas en especies de plantas del mundo se encuentran en América Latina (Rodríguez etal., 2005). Sin embargo, muchas de las especies de esta zona están siendo afectadas negativamente por actividades humanas, particularmente por  la conversión de ecosistemas: 20% de mamíferos, 12% de aves y 41% de anfibios endémicos del neotrópico han sido clasificados como amenazados de extinción. Siete de las 25 regiones más ricas en endemismos (que también están amenazadas) del planeta se encuentran en esta área (Martínez et al., 2006).” 

Muchos de los recursos naturales con los que cuenta actualmente el mundo, en unos 30 ó  40 años pueden haberse agotados o serán insuficientes para las necesidades que tendrá la humanidad en ese momento, por lo que será  necesario encontrar alternativas para sustituirlos y para ello los sistemas biológicos con los que cuenta América Latina pueden ser imprescindibles, por lo que desde ya el Imperialismo esta posicionándose territorialmente para poder ejercer un control directo sobre su descubrimiento y explotación y perpetuarse como sistema de dominio mundial. 

Si tomamos los elementos anteriores, considero que la instalación de las Bases Norteamericanas en Colombia, además de plantear la problemática de armas nucleares en la región nos lleva también  a plantearnos preguntas como ¿Para que tipo de guerra se están preparando los Estados Unidos? ¿Una insurrección masiva popular o una guerra internacional? ¿Ambas? por lo que debe analizarse  esta situación en toda su complejidad, impulsando estudios desde distintos puntos de vista, evitando caer en  lenguajes que prefiguren la respuesta, analizarla conservando su riqueza diferencial,  incrementando por lo tanto el conocimiento de la situación y de las respuestas que debemos preparar, tanto nuestra generación como las siguientes.  
 

Oscar111147@yahoo.com                                      



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Oscar Rodríguez

Dirigente de los Círculos Bolivarianos, comunicador alternativo, Director del periódico La Voz del Valle

 lavozdelvalle2@yahoo.es

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