¿El Estado de Israel tomará la decisión de atacar a la República Islámica de Irán?

El precio del barril de crudo (petróleo) para el 30 de junio del año en curso, era de US$144 b/p. Crisis sicológica, económica, alimentaria, política y social alrededor del mundo industrializado, países en desarrollo y países pobres. La pregunta en mesa es sí el barril de crudo alcanzará las cifras en mente de los analistas: US$250 b/p. Dos escenarios se tendrían que analizar para que esa realidad virtual se convierta en realidad real. El primero de ellos sería un posible ataque aéreo de Israel contra las instalaciones nucleares de y en Irán. El segundo escenario sería una violenta alteración de los equilibrios existentes en la región geográfica que ocupan los estados de Ecuador, Colombia, Nicaragua y Venezuela.

Comencemos por el segundo escenario. La actual “diplomacia del micrófono” ha permitido, al muy estilo latinoamericano, intercambiar, públicamente, las profundas diferencias existentes en puertas según sean las relaciones entre Ecuador y Colombia; Colombia y Nicaragua y/o Colombia-Venezuela. Las decisiones tomadas por el Grupo de Río en República Dominicana no se las han desarrollado por aquello de darle preeminencia a la Organización de Estados Americanos, es decir, al foro controlado de los Estados Unidos de América. Tampoco han funcionado ni las decisiones acordadas en la reunión de Cancilleres en Washington ni los “buenos oficios” del Secretario General de la OEA. El Presidente Correa, su paciencia “tocó techo” y tomó una decisión de Estado: “No mas conversaciones con Colombia hasta que no haya un nuevo Gobierno en el Palacio de Nariño”. “Misa est”.

Las relaciones de Colombia y Nicaragua tiene dos vertientes: la delimitación de aguas marítimas y la decisión de Estado tomada por el Presidente Daniel Ortega de darle “asilo político” a tres damas que se encontraban en el campamento de Reyes y que son “testigos de cargo” en lo sucedido en territorio ecuatoriano. Con relación a las asiladas, el Presidente Ortega ha sido, extremadamente, claro en sus declaraciones. Con relación a la delimitación de aguas arriba en mención, el Presidente don Álvaro Uribe Vélez ha invitado al Presidente Ortega a reunirse en Cartagena de Indias, en Colombia. Torpeza de don Álvaro de proponer fecha cercana frente a declaraciones tan “en caliente” y escoger como el lugar de reunión para tratar tan delicado tema a la ciudad cercana a San Andrés. Si don Álvaro es el interesado, podría haber propuesto reunirse en Managua en su regreso a Colombia como gesto de buena voluntad. Por cierto, Sergio Ramírez, como buen “laborista inglés”, no ha dado declaración alguna.

Las relaciones de Venezuela y Colombia están en un estadio de “ver para creer”. Se habla de una fecha aproximada para la reunión de ambos Presidentes, Hugo Rafael Chávez Frías y don Álvaro Uribe Vélez. ¿Qué piensa don Álvaro de la paz y la guerra? ¿Qué piensa don Álvaro de las propuestas de paz para toda la Región del Presidente Chávez? ¿Qué piensa don Álvaro de las continuas declaraciones no comentadas por el Palacio de Nariño del representante de la Casa Blanca ante el Gobierno colombiano? ¿Qué piensa don Álvaro de los efectos que, efectivamente, producen las situaciones de política interna que se están, día a día, desarrollando en Colombia con relación a la legitimidad del actual Gobierno de la Casa de Nariño? Ninguno de los Presidentes de la Región va a comentar sobre los “asuntos internos” de Colombia pero todos tienen en mente las posibles consecuencias de un “vacío de poder” que se podría estar gestando en la política interna de Colombia. ¿Podría haber una reacción encontrada a los intereses de paz en la Región como lo propone, reiteradamente, el Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, y es política firme de la Revolución Bolivariana y de todos los colectivos activos de paz, paz y más paz?

El escenario arriba propuesto sobre un posible ataque aéreo por parte de Israel a las instalaciones nucleares de y en Irán, es, posiblemente, la realidad más difícil de prever. Que se realice un acto militar de esa naturaleza tiene que ver con varias variables. En primer lugar, el giro que está dando la política exterior de los Estados Unidos de América de “unilateralismo” hacia “multilateralismo” según declaraciones y actuaciones de la actual Secretaria de Estado, Dra Condoleezza Rice, junto a los esquemas ideológicos que contiene el pensamiento del candidato demócrata, Barack Obama, que se declara también “multilateralista”; ello hace pensar sobre la posibilidad de que se esté desarrollando a lo interno de los “factores políticos” norteamericanos el no apoyar a Israel en tan peligrosa decisión como sería atacar militarmente a Irán.

El segundo factor, sería las realidades que se estén desarrollando a lo interno de la economía norteamericana con relación a los sectores: energía, financiero, comercio, crisis del dólar e inflación (por cierto, PDVSA debería informar sobre el impacto en positivo de los precios de la gasolina en las 14 mil estaciones CITGO sobre la inflación en los Estados Unidos de América). Mientras que la incidencia de la “economía de guerra” sea un factor de importancia en la economía norteamericana por encima del “sector servicios” todo es posible en la “viña del Señor”.

La continuada declaración de Barack Obama de darle mayor atención a la Región al sur del río Bravo hasta la Patagonia, de hacer llamados a una mayor inversión en las economías emergentes de la Región, de contrarrestar la influencia de Hugo Rafael Chávez Frías en lo social, inversiones y políticas solidarias latinoamericanas, centroamericanas y de El Caribe, son factores de cambios fundamentales en las políticas de acercamiento hacia la Región, los Gobiernos y, quizás, los pueblos americanos. Esto traería como lógica consecuencia una disminución de la importancia militar de programas como el “Plan Colombia” y la “Iniciativa Mérida”; un posible diálogo en la relaciones bilaterales “Venezuela-Estados Unidos” sobre la base del “mutuo beneficio”, respeto a los “asuntos internos” y el comprender, por parte de Barack Obama, el carácter de las políticas de solidaridad de la República Bolivariana de Venezuela con los países de la Región gracias a la implementación de los programas de cooperación en nuevas modalidades económicas.

En tercer lugar, las realidades que se están desarrollando, globalmente, en el marco del “multilateralismo” donde Europa tiene una “voz cantante” como son las necesidades de energía para “suavizar” dos variables económicas para el presente año: la inflación (4%) y el crecimiento de sus economías cuando, cada día, disminuyen las expectativas de crecimiento real para el “viejo” continente. Las relaciones de la Comunidad Europea y Rusia se están desarrollando en esquemas de “mutuo beneficio”; mientras que las políticas migratorias aprobadas por la Comunidad Europea han tenido un efecto negativo “worldwide”.

En cuarto lugar, los países del Golfo han venido aumentando su importancia en el mundo de las decisiones políticas cuando los precios del crudo y sus inversiones en dólares comienzan a tener una incidencia efectiva en las economías de los países desarrollados. Una muestra es la solicitud de inversiones del Primer Ministro inglés en la reciente reunión en Arabia Saudita. Esta importancia de los países del Golfo tiene una consecuencia lógica que es la disminución de la importancia del Estado de Israel en la Región como el “gendarme necesario”.

En una escenario de una posible “operación quirúrgica” de Israel a Irán podría tener efectos, aparentemente, no esperados. En caso de llevarse a cabo una acción militar israelita contra las instalaciones nucleares iraníes, la inmediata reacción de Irán sería contraatacar, militarmente, al Estado de Israel y buscar el control del estrecho de Ormuz; ello traería, como consecuencia inmediata, el alza abrupta del precio del barril de crudo pudiendo alcanzar precios por encima de los US$250 b/p; conllevaría, al mismo tiempo, una reacción militar de los Estados Unidos de América y de sus aliados desplazados en la zona y de la cercana isla de Diego García, las tropas estacionadas en Arabia Saudita y Kuwait (no olvidemos que el 25% de PIB de Kuwait se dedica a mantener a las tropas norteamericanas estacionadas en ese país); una crisis muy aguda en los stocks de petróleo en los países industrializados, China e India; por último, una probable acción militar, en y con colaboración, de buscar el control del tradicional “suplidor confiable” del Caribe para el mercado “consumista” norteamericano: mutatis mutandi: la República Bolivariana de Venezuela.

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Miguel Ángel del Pozo


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