Móvil de la Exxon

Como estamos en una Venezuela sujeta a continuos cambios, en la que constantemente están ocurriendo sucesos de envergadura, no transcurre una semana en que un nuevo acontecimiento nos coloque en un estado de incertidumbre que –una vez que se aclara– cede a la reflexión. Estos últimos días, la ExxonMobil acaparó toda la atención. Sobre esto les presento algunas consideraciones.

1) La empresa estadounidense pide una indemnización por el monto de doce millones de dólares, que es superior a lo que se hubiera podido esperar por la nacionalización de la Faja del Orinoco. Para ello, congela activos de Pdvsa en países que despiertan un vil desconcierto. Esto es entonces una medida que busca crear un estado de zozobra que prontamente es usado por los medios audiovisuales de oposición para fraguar una situación que condujera a un golpe de Estado similar al 11 de abril.

2) Una vez que salió a la luz pública la noticia de la ExxonMobil, seudoexpertos previeron una devaluación del bolívar que, junto con la falta de abastecimiento, creaba una mezcla pirotécnica que pretendía una explosión social parecida al Caracazo de 1988.

3) No es descabellado pensar que la empresa norteamericana con tal acción tuviese por objetivo crear una desestabilización, ya que la misma fue la que aportó más dinero para financiar la campaña de George Bush.

Asimismo, se le vincula al Gobierno norteamericano actual en la toma de decisiones relevantes. Además, tal medida ocurre en un contexto como el presente, en que Chávez lanza la propuesta de considerar a las Farc como fuerzas beligerantes una vez que logra el prometido rescate de los tres rehenes y el senado republicano de los Estados Unidos incluye a Venezuela en la lista de países que apoyan al terrorismo.

4) Como ha habido apoyo de algunos países a Venezuela, como Ecuador, con relación a la medida de la empresa extranjera y reconocimiento de los mismos sobre la pretensión de intimidar a quienes osen liberarse de sus dominios si nacionalizan sus riquezas, se ha desenmascarado la estrategia de quienes querían causar pánico con tal atropello.

5) El móvil de la Exxon está en la firma de contratos del pasado que favorecían a inversionistas extranjeros en desmedro de la nación, lo cual se planteaba en la reforma constitucional en uno de sus artículos, por cierto. Cuando se descubre este escenario, se hace evidente que tal acción constituye un nuevo tipo de sabotaje petrolero, pero que, en contra de lo previsto, puso de manifiesto que las políticas de los mandatarios anteriores al presente negaban los intereses de la tierra en que nacieron.

Sin duda, la administración de los Estados Unidos reveló que no confía en la obtusa oposición venezolana para acabar con Chávez, sino que requiere prácticas que, aparentemente, operen en un marco legal, para frenar los pasos de quien ponga en peligro las grandes sumas no bien habidas de un país que, poco a poco, pierde su poderío con la crisis económica que comienza a hacerse notar.

De lo anterior, que acudir a gastadas estrategias para desestabilizar a gobernantes no baste; por ello, apelar a cualquier mecanismo que la ocasión les pinte nunca está demás.

isabelrivero70@hotmail.com



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Isabel Rivero

Licenciada en Letras de la UCV. Estudios en Lingüística y Análisis del discurso. Articulista de opinión de UN de 2002 hasta 2013. En la actualidad, artìculista del Cuatro F, Ciudad Ccs y VEA .

 @isabelrivero70

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