Hoy petróleo, mañana agua y después tierra...

La guerra petrolera hace aparición en tiempos de cambios climáticos, inundaciones, sed, hambre, falta de alimentos y una necesidad de consumo desproporcionado de energía en los países desarrollados. La eminente recesión económica de Estados Unidos retratará coletazos en los países vecinos y la desesperación los apresurará a atacar la unión y solidaridad de los pueblos del mundo, en especial los latinoamericanos que se despliegan en acuerdos comunes.

El caso de la transnacional Exxon Mobil, al tratar de congelar bienes de la industria petrolera venezolana, es una movida inicial de amenazas imperiales, que solo traerán consigo un impacto mundial en los precios del petróleo para dispararlos en un alza ilimitada. El antecedente intencional norteamericano de promover el Etanol como fuente alternativa de energía, ha causado efectos negativos en los precios de alimentos claves como el maíz. La penetración imperial en los negocios petroleros, tratados comerciales y acuerdos fuera de balanza se acentuarán con la complicidad de los “vende patria” de países humildes y desesperados. Las cadenas de comida rápida chatarra seguirán tomando territorio por el mundo con sus inversiones para renta de franquicia comercial; la excusa se hará mas extensa con las ferias de comida y estaciones de servicios vecinas.

El agua sigue evaporándose en el planeta, cada día sufre mayores influencias contaminantes y su acceso se hace cada vez mas reducido. El Alca escondía entre otras pretensiones la administración de las aguas. Al conocerse el “Amazonas” como pulmón del planeta con reservorio de agua y oxigeno, la Unesco lo decretó patrimonio de la humanidad. Los norteamericanos creídos soldados del mundo, tratarán en el futuro de penetrarlo y poseerlo para su seguridad, el plan Colombia es un primer paso de esta entrada territorial. El bombardeo y la penetración de países como Irak, tomado e invadido por su petróleo, la reserva de agua superficial y subterránea clave para el Medio Oriente y su gran riqueza histórica milenaria hurtada por Estados Unidos desde el primer momento de la invasión, son señales de la acción que se ejecuta por etapas.

Los cambios climáticos están trayendo grandes problemas al mundo, Estados Unidos es uno de los mayores portadores de gases contaminantes y se hace esquivo al compromiso mundial de su reducción, según los científicos del planeta, el deshielo acelerado provocará la desaparición de algunas islas en un futuro no muy lejano. Desde ahora mismo, la humanidad está sufriendo grandes inundaciones y pérdidas humanas a consecuencia del calentamiento global. Lamentablemente, aún se esperan grandes catástrofes, enfermedades, carencias de agua y alimentos que provocarán millones de muertes.

Hoy, sabotean el petróleo como guerra económica; mañana, la medida de la desesperación se hará mas evidente al convertirse en invasión para llegar finalmente al apoderamiento territorial, la tesis de una posible tercera guerra mundial a falta de agua no está lejos de una realidad futura, en estos tiempos trabajan arduamente y sin descanso buscando nuevas fuentes energéticas y agua en el espacio exterior. Los colores crean locura en sus mentes: el oro negro, el agua cristalina y la tierra fértil marrón oscura rebotan como necesidad, por eso, la energía se debe medir como estrategia de unión y coraje frontal de los pueblos que la poseen para bien de la humanidad.

Aunque sea del mismo color, no es igual una (Coca)-Cola a un barril de petróleo, es triste ver las caras de los comunicadores que conspiran contra Venezuela, cuando con satisfacción informan sobre un congelamiento de bienes nacionales de Pdvsa, mientras que días después y con rabia, informaban sobre un posible desabastecimiento de (Coca)-Cola, que por cierto nos vendieron siempre con la palabra Coca por delante sin que nadie lo chillara. Eso sí, disfrutan la escasez de la blanca leche y envían el mensaje subliminal del polvo blanco de la cocaína con una escena mediática del Presidente Chávez.

Nuestra historia contemporánea escribe en sus páginas la invasión de EEUU, Holanda, Italia, Gran Bretaña y Alemania con el empeño de cobrar una deuda “engordada” e ilegítima a Venezuela, y que además la aspiraban recibir con territorio, tal cual el caso de Alemania, que como pago pretendía la Isla de Margarita. Igualmente debemos recordar la decisión irrita y negociada bajo la mesa respecto al Territorio Esequibo y que favoreció a los ingleses (por ser un momento de guerra interna, EEUU representó los “intereses” de Venezuela) donde los ingleses ambicionaban además el Orinoco, hoy día con la mayor reserva petrolera mundial y lugar de recuperación de la faja como soberanía petrolera nacional a propósito del caso Exxon Mobil, trasnacional que estuvo asentada en ese espacio geográfico. No es extraño que EEUU haya estado en todos estos escenarios como promotor, de hecho, la misma Condelezza Rice, Secretaria de Estado Norteamericano, así como otros miembros del gobierno de Bush, fueron empleados y directivos de Exxon Mobil.

La pretensión imperial del apoderamiento total de nuestro petróleo lo alertó muchas veces en su canto Alí, el cantor del pueblo, que aún resuena con verdad vigente: ¡contésteme tío Juan, no se me quedé callado, conteste si no hay razón en que sigamos luchando, por echar de nuestra patria, al yanqui que nos la quita y al lacayo que lo tapa!...


larryubv2004@hotmail.com


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Larry Márquez Peralta


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