Mi palabra

Trump, de las amenazas a las acciones de un orate

"El que ha perdido el honor,

ya no puede perder más"

Publio Siro

Una gran amiga, a quien no le conozco afiliación política, pero si un gran amor por el país y la música venezolana y desde el mismo momento de escuchar al comandante Chávez, cantando, que por cierto le sirvió para ganarse muchos admiradores y elogios, a pesar que no tenía una voz para entretener como cantante, pero su defensa de nuestro folklor era bastante para no olvidar, ya que, es el único mandatario, con esa pasión, porque de paso no bailaba ni amenazado con una pistola; por esa razón la compañera se compenetró con el proceso bolivariano y el viernes en la mañana me la conseguí en una panadería y en un tono enérgico, como para que la escucharan todos los presentes lanzó una expresión, que debería ser la urgente necesidad moral y acción de todo venezolano ¡Hasta cuándo coño nos vamos a calar a este degenerado de Trump!

Los presentes se vieron las caras con algo de sorpresa y aprobación, ya que, la última medida de este vocero del imperialismo: cerrar el espacio aéreo venezolano, perjudica a un número importante de venezolanos con ciertos recursos económicos, porque los de abajo ni hablar, cuando viajan es como migrantes y todos sabemos en las condiciones en que se encuentra la mayoría en suelo estadounidense, ya que, el empeorado solamente le falta romper nuestra constitución, como hizo en el pasado un presidente de la asociación de ganaderos o evacuarse en nuestra bandera en su propia tierra y mandarla haciendo alarde de guapetón, como parte de su show mediático, el cual solamente ha sido superado por el desaparecido en vida: Carlos Ortega.

Ahora, el último número del programa cómico de Trump, declarar cerrado el espacio aéreo venezolano, como si fuera el dueño de Venezuela, comparable a una pulpería, cuando el amo o dueño hace lo que le da la gana, sirve para cargar en la consciencia la consigna del presidente Maduro ¡Máxima alerta! porque el bandolero se cree con el derecho de arremeter contra el pueblo venezolano y cuanta embarcación por muy pequeña e inofensiva que encuentre en el mar caribe, el cual ha dejado alrededor de 80 muertos; mientras en su propio país la violencia en los últimos días es la noticia preocupante por el número de fallecidos y la forma, como se producen los tiroteos, sin terminar de dar alguna explicación de las supuestas investigaciones.

Todas las amenazas pasan a un hecho concreto, así sea de boca: decretar el cierre de algo, que no le pertenece, lo cual lo termina de calificar en una persona, con serios trastornos de personalidad sumamente peligroso, no muy lejos a los que sufrió en su momento Adolfo Hitler, responsable directo entre 75 y 85 millones de muertos en la segunda guerra mundial, el cual para los soviéticos es la gran guerra patria, porque empuñaron las armas en defensa de su terruño y eso les costó alrededor de 27 millones de muertos entre militares y civiles, algo que podemos evitar de manera urgente, aun, cuando estamos viendo al mandatario Trump, totalmente dislocado, mudando su flota hacía países, con menos recursos militares, olvidando nuestras raíces guerreras heredadas de nuestros libertadores, que no es cualquier cosa, antes sus mercenarios. Todo esto ha despertado la preocupación en el congreso estadounidense, aunque a los gringos no se les puede creer, ni rezando arrodillados en una misa.

Por lo tanto, puedo asegurar, sin temor a equivocarme, que está nueva y descabellada decisión de un mandatario rechazado en su propio país, solamente la puede apoyar lo más rancio de la oposición venezolana, que ve en los movimientos de este loco suelto y sin tratamiento la esperanza para cumplir con sus anhelados propósitos de gobernar a Venezuela. Trump, está cumpliendo la misión encomendada de buscar petróleo, donde creen conseguirlo de la manera más fácil y por eso ha trasladado una flota militar al mar caribe. El argumento primario de acusar al presidente Maduro, de pertenecer al "Cártel de los soles" se apagó, apenas apareció la luz del sol. Ahora anda buscando y rebuscando en la podredumbre para ver que consigue y se encuentra a sus fieles confidentes, callados y escondidos hablando entre dientes, porque se está pasando de maraca y el que pierde el juicio no mira para dónde arremete. Ni el miserable de Marco Rubio está salvo, después de lo que pasó con Elon Musk.



Esta nota ha sido leída aproximadamente 649 veces.



Narciso Torrealba


Visite el perfil de Narciso Torrealba para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes: