La amenaza de guerra, hoy desde el mar Caribe, no es nueva en la historia de Venezuela. No es la primera vez que contingentes militares extranjeros, apoyados por la extrema derecha venezolana, invaden nuestro sagrado territorio para derrocar al presidente.

Fue un Gobierno del partido conservador colombiano, el general José Manuel Marroquín, entonces presidente de Colombia, quien ordenó al General Carlos Rangel Garbira invadir a Venezuela por varios puntos, encabezando 4.000 soldados vestidos de civil. Varios Generales colombianos comandaron esta ignominia, acompañados por Generales opositores venezolanos exiliados en Colombia.

Al igual que hoy, fuerzas externas apoyadas por la oposición ultra conservadora venezolana intentaron derrocar al gobierno de Cipriano Castro, para que se iniciara una supuesta "Revolución Libertadora".

A pesar de la superioridad numérica de los invasores, la habilidad en el Campo de Batalla de los generales Cipriano Castro, entonces Presidente de Venezuela y Juan Vicente Gómez, logró derrotar a los colombianos y a sus compinches traidores venezolanos en la famosa batalla de La Victoria, en noviembre de 1902.

El fracaso de la invasión colombiana indujo a las potencias extranjeras involucradas, a tomar otro tipo de medidas contra el gobierno del presidente Cipriano Castro.

Alemania e Inglaterra, desde el mar Caribe, bloquearon los puertos venezolanos con buques de Guerra, llegando a desembarcar tropas en La Guaira, en el Delta del Orinoco y algunos otros puntos estratégicos.

La población pide formar parte de las tropas de defensa. Uno de los primeros en alistarse en las Milicias fue nuestro hoy Santo, el Dr. José Gregorio Hernández, el 11 de diciembre de 1902, un ferviente propiciador de la Unidad Nacional. Las masas se arrojan a las calles en varias ciudades y acogen con júbilo la reunificación.

José Gregorio fue un Hombre Pacífico y muy poco aficionado a la política, aunque muy preocupado por el destino de la Patria, durante aquellos años a inicios del siglo XX.

Asi, el patriotismo de José Gregorio una vez más quedó demostrado al ser uno de los primeros en enrolarse voluntariamente, dispuesto a combatir, según consta en la Boleta de Inscripción en la Milicia de la Parroquia Altagracia en Caracas a los 11 días del mes diciembre del año 1902, sin haber nunca comulgado con militancia política alguna. 

El 13 de diciembre de 1902 se inicia la guerra con el bombardeo de Puerto Cabello y el intento fallido de penetrar en el Lago de Maracaibo. 

Los liberales del mundo entero protestaron ante la acción de Inglaterra y Alemania. El pueblo inglés vio con desconfianza la unión con Alemania. Las protestas populares y la opinión pública internacional pugnaron por "lograr un acuerdo que satisfaga a ambas partes", el cual efectivamente se ejecutó.

Obviamente, el resultado fue perjudicial para Venezuela, que tuvo que enfrentarse a una grave situación económica.

Esto no amilanó al presidente Castro, quien una vez suspendido el bloqueo naval pasó a la ofensiva. Envió al General Juan Vicente Gómez a acabar con algunos brotes invasores y guerrillas que habían quedado diseminados en el país, mientras él se dedicaba a demandar legalmente a las naciones extranjeras que habían apoyado financieramente a la fallida "Revolución Libertadora", particularmente contra Estados Unidos, Inglaterra, Francia y Alemania, por sus intervenciones injerencistas y por no haber cumplido con los compromisos que figuraban en sus contratos de mejorar las condiciones de vida de las regiones, donde se les había otorgado concesiones de explotación.

Esta medida constituyó un hecho sin precedente, ya que fue la primera vez que un país de Latinoamérica hacía reclamaciones legales contra Estados Unidos y las principales potencias europeas. Una de ellas fue la intervención en 1904 de la New York and Bermudez Company, que explotaba el asfalto venezolano, la cual sentó un precedente en La Patria Grande de Simón Bolivar.

Estas medidas proteccionistas de Cipriano Castro le granjearon una mala reputación internacionalmente, las cuales dieron lugar a la ruptura de relaciones con Estados Unidos y Holanda en 1908.

Cualquier similitud con la actual agresión de Estados Unidos contra la Venezuela de estos tiempos, no es casualidad. Traidores apátridas internos, como Machado y Cia, así como la sempiterna Arrogancia Imperial es notoria y patética, ayer y hoy.

El 19 de octubre de 2025 será un día glorioso para La Fe Católica del Pueblo Venezolano, por la elevación a los altares del Dr. José Gregorio Hernández, como Santo, listo para acompañar al valiente Pueblo Patriota Bolivariano e interceder ante el Supremo Creador por la Victoria, desde el Reino de los Cielos.