Cuando el 6 de septiembre de 1815 apareció publicada la Carta del Libertador Simón Bolívar, dirigida al comerciante inglés Henry Cullen, en Kingston, Jamaica, el destino de América Hispana parecía cabalgar indisolublemente hacia el absolutismo bajo las riendas de la Corona española.
Para los informantes de entonces, a favor del conservadurismo y fieles a los amos realistas, se trataba de negociaciones personales que, bajo cuerda, los beneficios quedarían entre colaboradores cercanos. Los EEUU, uno de ellos. De lado de las filas revolucionarias la idea estaba en conformar un proyecto geoestratégico cuyo propósito era alcanzar la unión de naciones frente a la monarquía imperial decadente de aquel momento.
De este modo, hoy sea percibido el pensamiento de Bolívar en la América continental del Siglo XXI, a dos bandas. Pero no es la ocasión para persuadir ni crear confusiones cuando, de verdad, escuchamos intervenciones partidistas de Bolívar que se interpretan de lado y lado. En ese sentido las estudiamos vengan de la izquierda o de la derecha.
Ya han sido varias las opiniones sui generis de quienes clasifican, en cualquier grado, al Bolívar permisivo del expansionismo gringo como al Bolívar republicano meridional hispano.
Al tomar en cuenta las causas de la pérdida de la Segunda República en Venezuela, podemos hacer análisis más audaces y completos que a los años transcurridos antes de la llegada de la Revolución Bolivariana. Las reflexiones que empujaron al Libertador para la elaboración de este documento van desde la indisciplina en la línea de mando de los ejércitos patriotas, al no ser reconocido Bolívar como su máximo jefe, pasando por esa lucha que se trasladó inquebrantablemente a otros escenarios: los llanos; junto con ello, la aparición de nuevos caudillos criollos hasta el arribo desde la península ibérica, a principios de ese año, del mayor y mejor ejército realista venido al continente trayendo pertrechos, armaduras, municiones y bajo el mando del Mariscal de Campo Pablo Morillo, “el pacificador” . Todo ese escenario no pintaba optimismo al bando patriota cuya única salida fue ponerse a salvo en tierras ajenas al dominio español.
Sin duda, lo anterior nos permite en el presente seguir entendiendo la importancia de la unidad de los pueblos, sobre todo en el caso de repúblicas creadas bajo el colonialismo europeo que subyacen dentro del poderío mediático con que busca instaurarse, por nuevos períodos, el capitalismo depredador y cuya manera de resistir a las imposiciones económicas suyas es valerse del estudio que merece las enseñanzas heredadas del principio de la autodeterminación frente a la hegemonía.
Por tal razón, muchos historiadores consideran esta carta, sin excepciones hasta ahora, como profética, y es que así es valorado el discurso que desde sus líneas brota, cuando ya son 210 años de antigüedad los sumados para seguir haciendo campaña, los hijos de la Patria Grande, frente a modernas formas brutales de dominación al amparo del feudalismo cibernético para presionar psicológica, militar y económicamente a toda una región del subcontinente americano.
Ahora Entérate…
Día_de_leer@unlibro.com.- Efectivamente, a nivel nacional los días 6 de septiembre de cada año los venezolanos promocionamos la lectura diciendo “hoy leamos un libro”. Dicha campaña nos permite tomar lectura de ese libro de real gusto, bien sea por su género, título o autor(a) preferido(a). Sabemos en la vida pasamos tiempo haciendo lecturas de textos y guías impuestos sin que se tenga ese exclusivo y sagrado momento para dedicarle a un libro en especial.
Muy bien podríamos darnos las condiciones para cumplirlo con esta interesante campaña, pero por otra existe la preocupación de los espacios en las bibliotecas que poco a poco van cerrando sus puertas debido a la carencia de lectores o usuarios ocasionales.
En el caso de la Biblioteca Manuel Feo La Cruz, en Valencia, un edificio de 3 pisos - actualmente compartido con personal del Ministerio de Ciencia y Tecnología siendo sede del Centro Didáctico para la Enseñanza de las Ciencias- se ve poco frecuentado por estudiantes. La idea es que sean orientados sobre tipos de lecturas que en algún momento de sus vidas sirvan de utilidad. Según, un informante, muy cercano, a él le parece muy curioso se impulsen en las Ferias, varios volúmenes de libros, a escritores y obras pero al final adónde se lleva todo eso? Interesante. Esperemos las autoridades y las comunidades en general valoren dichos espacios para beneficio de las generaciones futuras. ***Hasta la próxima***
