Las sanciones a los derechos humanos del imperio

Según Naciones Unidas los Derechos Humanos son derechos inherentes a todos los seres humanos, sin distinción alguna de raza, sexo, nacionalidad, origen étnico, lengua, religión o cualquier otra condición. Estos derechos corresponden a todas las personas, sin discriminación alguna. Se puede afirmar, entonces, que con el requisito de ser humano se es titular de los derechos humanos, y basta sólo con esa condición en cualquier contexto y circunstancia. De ahí que dichos derechos son inalterables, su núcleo esencial es intangible; por ello, ni en los estados de excepción se suspenden. Todos los derechos humanos y las libertades fundamentales son indivisibles. Sin embargo, la universalidad de los derechos humanos ha sido utilizada muchas veces para justificar la intervención de las potencias hegemónicas y ha estado presente en el lenguaje y en los razonamientos del imperio y del colonialismo. La política que aplica los EE.UU. es un claro ejemplo. Las excusas más recientes para ejercer sanciones han sido precisamente la violación a los derechos humanos y el terrorismo en países donde se ha comprobado que el mismo gobierno ha alentado, financiado y protegido a regímenes dictatoriales, como en América Latina y el Caribe, Medio Oriente, África y Asia, así como las invasiones y golpes de Estados hasta lograr "torcerles el brazo" a los países cuando no hacen lo que el imperio desea.

De acuerdo a las investigaciones realizadas por James Lucas, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. ha sido responsable de la muerte de más de 30 millones de personas en diversos conflictos y de las guerras de Corea y Vietnam a Irak y Afganistán. Sus gobernantes psicópatas han sido más consistentes y persistentes en el negocio de asesinato en masa que Hitler. Se calcula un total de más de 40 países víctimas de las violaciones y sanciones de los DD.HH. que aplica el imperio, sus causas son complejas e inhumanas. Entre estos países se encuentran: Afganistán, Angola, Argentina, Bangladesh, Bolivia, Brasil, Camboya, Chad, Chile, Colombia, Corea del Norte, Cuba, República Democrática del Congo, República Dominicana, El Salvador, Granada, Guatemala, Filipinas, Haití, Honduras, Hungría, Indonesia, Irán, Irak, Líbano, Libia, apoyo a Israel en la guerra contra Palestina, Nepal, Nicaragua, Pakistán, Panamá, Rusia, Siria, Somalia, Sudán del Sur, Ucrania, Vietnam, Yemen, Yugoslavia, Zimbabue y Venezuela, entre otros países cuyos argumentos para invadirlos, sancionarlos, apoyar y/o dar golpes de Estados, prohibir la entrada a sus ciudadanos, colocar bases militares, violar a niños y mujeres, daños psicológicos, inoculación de enfermedades bacteriológicas (guerra biológica), crímenes de lesa humanidad que han dejado grandes y graves daños a este planeta. Con Corea del Norte se introdujeron las primeras sanciones económicas hasta el año 2008, ahora arremete contra este país con más sanciones. Con Cuba se ha aplicado el bloqueo económico y humanitario más duradero contra la isla que decidió que primero era su dignidad antes que arrodillarse a quien violara su autonomía. Contra Venezuela las sanciones consisten en la congelación de activos y prohibición de visados, promover y financiar golpes de Estado, prohibición de negociaciones sobre nuevas emisiones de deuda y de bonos por parte del gobierno venezolano, negociar bonos que estén en manos del sector público, e impedir el pago de dividendos al gobierno, por considerar que existe una ANC ilegítima. Pero en realidad no son los derechos humanos que defiende, son las reservas de petróleo; no es por la libertad, es por el dominio de los pueblos; es porque la reserva federal no tiene oro, lo vendieron para usar el dólar como moneda fiduciaria, tal cual como ocurrió con el banco Central Europeo, de Japón, del Reino Unido y China. Hoy en día el dólar apenas cubre el 40% del comercio mundial y los países OPEP y NO OPEP venden su petróleo en otras divisas distinta al dólar, por eso la aplicación de fuertes impuestos de Trump en su país, la eliminación del plan Obamacare dirigido a quien menos tiene y las sanciones contra países estratégicos para su dominio y control. La hegemonía de los países del "primer mundo" está seriamente amenazada, porque se basa en la deuda de los países entre sí, con monedas de reserva a su vez con deudas superiores al 400% como el dólar gringo.

Aquella frase de Bolívar "Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad", se quedó corta. Ya no es solo en la América donde el imperio estadounidense lleva los peores infortunios contra la humanidad. Como "policías del mundo" han ido inoculándose por donde sus cachorros se lo permiten, o por donde consideran que pueden penetrar en nombre de la libertad para llevar hambre, miseria, destrucción, violaciones, muertes y terrorismo. Lo que menos le importa a los gringos es el bienestar de los pueblos del mundo, por eso sus sanciones e invasiones son fríamente calculadas para quitar y colocar gobiernos (caso Brasil), para destruir naciones (como Siria) y para hacer alianzas con países como Israel para dominar al mundo desde una organización sionista y destruir a la humanidad. Esto solo lo hace el capitalismo perverso y los lacayos que lo siguen, como la oposición venezolana, porque están hechos a su imagen y semejanza. Venezuela será el Vietnam de América y también será nuevamente el país que despertará a los pueblos del mundo para liberarlos del yugo que los oprime, como lo hizo hace más de 200 años, porque nacimos para liberar no para esclavizar.



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Esmeralda García Ramírez

Licenciada en Administración Articulista

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