Si no combatimos con eficiencia la matraca y la corrupción en nuestros cuerpos policiales, no existirá formula exitosa contra la inseguridad

“Toda mi vida deseé ser policía. Mi padre sentía gran respeto por la policía y nos enseñó ese respeto también. Dijo que él mismo había querido ser policía. Para él no había mejor ocupación que ser el guardián de la ciudad, de la paz y seguridad de la ciudad. ¡Vaya, era la cosa más importante del mundo para él! Y lo fue para mí. Me iba a pasear con los policías, jóvenes y viejos, que hacían su ronda, y hablaba durante horas con ellos” Taylor Caldwell

Cada un corto periodo, aparecen reseñados en nuestras noticias, policías y guardias nacionales señalados como indiciados en hechos delictivos.

Secuestros, extorciones, vacunas, atracos, robos, complicidad en nuestras fronteras con los alimentos y nuestros combustibles.

¡¡Así es imposible luchar contra la inseguridad!!

¿Por qué razón la Patria Segura se vino abajo?

Al activar dicho plan por el gobierno nacional, la delincuencia se replegó de manera considerable y el que diga que no, es que andaba por la Siberia.

¿Por qué se desmoronó al poco tiempo?

Porque los malandros y la delincuencia organizada comprendieron que solo era más de lo mismo.

Matraca, chalequeo, corrupción y que viva la pepa…

Y si se quiere, tuve la apreciación de que regresaron con más furia todavía.

¡Por favor!

Necesitamos una brigada especializada sin rostro, de contrainteligencia para combatir la corrupción desde adentro, tipo Chicago de los años 20 con Eliot Ness a la cabeza.

Si no depuramos nuestras fuerzas policiales, absolutamente ningún plan o estrategia tendrá éxito.

Solo basta ver las alcabalas móviles en El Márquez de la Cota Mil (de lado y lado), matraca, matraca y más matraca.

Siempre en busca del papel que no cargan, amenazas de remolque, y cuando un solo gendarme se queda al lado del infractor y los otros se retiran: El mandando está hecho.

Brigada especializada, para grabar dichos hechos y capturarlos infraganti, investigación seria de cambios extraños de hábitos normales de cualquier defensor de la ley…

Nuestro presidente en la última graduación de policías nacionales, activó planes para dotarlos de viviendas dignas, mejoras en los seguros hospitalarios, mejoras considerables de salario, donde todos aplaudieron ovacionándolo…

Los policías honestos que existen deben luchar codo a codo con el gobierno nacional, para erradicar este flagelo que está acabando con el pueblo venezolano.

Solo así, podremos tener éxito en las medidas que vayamos a tomar.

Necesario es vencer


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José Varela


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