Barack Obama está mal

Obama está mal. Se encuentra entre Rusia y China, por un lado, y las corporaciones estadounidenses, por el otro. Esa presión no lo deja dormir bien. Y recuerda que primero fue Afganistán, después Irak, Libia, y siguen en la lista Siria e Irán. Para no nombrar otras intervenciones en el mundo árabe. Para los Estados Unidos, además de la búsqueda de una seguridad para su suministro de petróleo, el otro gran negocio es para sus corporaciones, tanto la militar como las de la industria de la construcción, así como las grandes empresas de carácter tecnológico, propiamente dicho. El plomo y las bombas destruyen esos países. Y luego los gobiernos títeres piden dinero prestado a los bancos y organismos estadounidenses para la reconstrucción de lo destruido por la acción rapaz de los Estados Unidos, y luego vienen sus propias compañías a reconstruir y a cobrar.

Ahora mismo, el caso de Siria mantiene mal a Barack Omaba, flamante ganador del Premio Nobel de la Paz. Él, casi que está al punto de devolver el Premio, con tal de quedar libre para actuar sin que su conciencia le reclame y lo atormente. Pero tiene que enfrentarse antes de que desate una locura, a Rusia y a China, por un lado. Por el otro está presionado por las corporaciones fabricantes de armas y los grandes monopolios que conforman el poderío económico de su país.

La situación en la que está metido el presidente afroamericano no es fácil. El mismo se metió en el berenjenal, al alistar a sus marines para que estuvieran listos para bombardear a Siria. Entonces, Putin sacó un as debajo de su manga y la puso en la mesa. Barack Omaba, arrugó. Ahora está entrampado. Recibiendo críticas dentro de su propio pais, y desde algunos países aliados como Inglaterra y Francia. Cuyos presidentes están loquitos por empezar la destrucción de un país árabe más. Por que decir verdad, ellos también entran en el negocio. Es decir, aceptan lo que les deje, como premio, los Estados Unidos. Pero ahora saben que la cosa no es como Irak o Libia. Siria es diferente. En primer lugar, tiene de aliados, circunstanciales o no, a Rusia y a China. Por otro lado, está el resto del mundo. Donde hay gobernantes lacayos que apoyan la invasión a Siria, sin ni siquiera saber el motivo real. Pero existen otros países, gobernados por hombres y mujeres de otra mentalidad que no apoyan la pretendida monstruosidad, y habran quienes estén dispuestos a enviar tropas para ayudar a la defensa de Siria. Esa es la pura verdad. Y eso mantiene muy mal a Obama. No duerme pensando en la vaina que se metió, en primer lugar, aceptando el Premio Nobel de la Paz, y en segundo lugar, haber hecho desplantes amenazantes, como si Siria fuera otra Libia.

Saben ustedes, lectores de Aporrea, que hay venezolanos que están ligando que Estados Unidos invada a Siria y después venga para Venezuela. Ustedes pensaran que estoy exagerando. No amigos, nada que ver. Ya es del conocimiento público que dirigentes de la Mesa de la Unidad, han ido, personalmente, a pedirle al Departamento de Estado que les ayude a sacar a los chavistas del poder. Y hasta lo han aceptado, cuando se les ha enrostrado tan ruin actitud, que sólo puede ser calificada como traición a la Patria. Hay muchos venezolanos que desearían ver a los marines asesinando, desapareciendo dirigentes del chavismo, y llevándose a muchos para Guantánamo. Les juro que existe gente de esa calaña.

¡Chávez vive, la lucha sigue!

Teófilo Santaella: periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

teofilo_santaella@yahoo.com


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Teófilo Santaella

Periodista, egresado de la UCV. Militar en situación de retiro. Ex prisionero de la Isla del Burro, en la década de los 60.

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