Se quedaron en el tintero dos jalabolas y sirvientes ex presidentes de Colombia. Nos referimos a Ernesto Samper Pizano, y Cesar Gaviria. Dos buenos lacayos de los Estados Unidos. Ambos entregaron la soberanía de su patria a los intereses yanquis. Sometieron a Colombia a la voluntad del departamento de estado.

Gaviria bajó la cabeza y cumplió todas las ordenes que le dieron, la casa blanca mandaba y se hacia obedecer en el palacio de Nariño. En la base aérea y militar  de Tolemaida los aviones y helicópteros yankys entraban y salían como Pedro por su casa. Nadie se quejo, el argumento era que colaboraban en la lucha contra las drogas y la guerrilla.

A Gaviria lo premiaron con la secretaria de la oficina de asuntos coloniales de Washintong, léase la OEA. De hecho Gaviria cumplió el triste papel de visitar nuestro país en los días de la crisis, para tratar de convencer al comandante Chavez de renunciar al poder. Encabezo el llamado “grupo de amigos “, que trabajaban por restituir el orden “democrático “.

Gaviria ejecuto su papel de sirviente, de lacayo, de jalabolas, y besa manos de los yankys. Claro que el presidente Chavez no se dejo convencer por este nefasto gusano. El trato por todos medios de lograr una renuncia presidencial. Este imbecil se encontró con un estadista, un patriota, y sobre todo un presidente comprometido con su patria. Sus esfuerzos fueron en vano, no pudo doblegar la voluntad del comandante presidente.

Su fracaso en esa gestión le significo no repetir en el cargo en la OEA. Nada raro dada la incapacidad del cipayo para cumplir sus oficios. Hoy es un oscuro sujeto que pocos recuerdan.

Samper Pizano es un capitulo aparte, un ricachon, y explotador del pueblo desde sus empresas de materiales de madera.  Su familia es propietaria de las fábricas de formica llamada allá Triplex Pizano. Oligarca, burgués, amo de la sabana, y sobre todo enemigo del pueblo.

Ernesto Samper no hizo nada en su periodo presidencial, nada de nada. No se destaco por haber logrado algún avance en materia de salud, educación, cultura, proceso de paz, etc. Su periodo fue el del crecimiento de los carteles de la droga. Se consolido el naciente cartel del Valle, tomo fuerza el cartel de la costa, y sobre todo se descubrió que el bigotudo vicepresidente un tal Serpa, manejaba las finanzas de la campaña de Samper, y el dinero provenía del narcotráfico.

Ninguna novedad bajo el sol de la pobre y sufrida Colombia. La campaña de Samper fue comandada por Serpa, recibió millones de dólares y de  pesos del narcotráfico. No repartió suficiente dinero a las mafias del momento, y claro esta fue denunciado. Los gringos les negaron la visa de entrada al imperio.

El amo yanky paga mal a sus lacayos cuando estos dejan de servirles. Lo hemos visto con el general Noriega en Panamá. Se convirtió en nacionalista y eso les molesto a los gringos. Negociaron con Carlos Ledher, el amigo de varios gobiernos Colombianos, y financista de muchos miembros del senado, y famoso en la ciudad de Armenia por sus obras de caridad. El se presto a denunciar y acusar a Noriega. Fue extraditado a Estados Unidos y nunca se supo más de el.

Tanto Gaviria como Samper se beneficiaron del dinero del narcotráfico, de la corrupción galopante que caracteriza a los gobiernos de Colombia y a su sociedad. Nadie se extraña que esos dos gobiernos fueran la continuidad de los anteriores y que a ellos les siguiera el del señor varito. La DEA conoce muy bien a los capos de la droga. A los que colaboran con Estados Unidos y a los que no. A estos últimos los matan, los meten presos o los destruyen.

En estos días en nuestro país hubo un evento que dio más pena que otra cosa. Un banquero invito a tres lacayos internacionales para que trataran de explicar lo inexplicable. Para que trataran de avalar una doctrina económica que ha fracasado en la atención de las necesidades de los pueblos, pero que ha sido exitosa en hacer cada vez más ricos a los ricos.

Se trata de defender lo que es a la vista de todos un fracaso social, una estafa ideológica, un latrocinio de los derechos e intereses de la gente. Tres lacayos del Fondo Monetario Internacional han venido a Caracas a hablar de neoliberalismo.

Estos serviles, estos jalabolas, estos sirvientes del amo mercado, han tratado de convencer a la gente que solo la empresa privada genera riqueza. Que el mercado se regula a si mismo es su principal premisa. Falsa de toda falsedad, el mercado no solo no se regula, es que si no tiene controles del estado se desata y se enloquece tal como paso con la llamada burbuja inmobiliaria del año 2008. De esos polvos tenemos hoy los barros de España, Italia, Grecia, Portugal, irlanda, y próximamente Francia.

Felipe González, un descarado, un sin vergüenza, un mentiroso, ha dicho que el modelo neoliberal permite la creación de empleo. Este miserable, esta basura neoliberal, que fue un corrupto, que negocio con el otro lacayo de los gringos que fue ex presidente de nuestra patria, Carlos Andrés Pérez, que hizo transacciones económicas que dejaron millones en ganancias a los dos, este seudo socialista, hoy se presenta como un defensor de la libre empresa. Este tipejo se olvida que su patria hoy es un país del tercer mundo. Y eso se le debe en parte a sus malos manejos de la economía.

Da pena ajena ver a felipillo jalandole bolas al mercado internacional. Es lo suficientemente rico como para no tener que rebajarse a tanto. Pero así es la codicia. Más tiene más quiere. Este miserable sale de la historia por la puerta de servicio.

El otro invitado es un oscuro ex ministro de chile. No solo de triste recordación por no haber hecho nada por las victimas de la dictadura de Pinochet, si no por no haber logrado que su país mejorara la vida de sus pueblo. tan mediocre fue su trabajo, pero tan bueno para el imperio que logro o gano o mejor dicho le dieron la secretaria de la oficina de asuntos coloniales del imperio yanky, es decir el mismo cargo que al delincuente de Gaviria.

Este sujeto despreciable sujeto, se presto para entorpecer las posibilidades que Zelaya regresara al poder en Honduras, junto al otro miserable sirviente, llamado Oscar Arias. Estos caimanes del mismo caño, vendidos al imperio, renegados de sus patrias son buenos jalabolas y buenos sirvientes.

Queda mencionar ya de salida a Fernando Cardoso, ex presidente de Brasil. Autor de textos de economía, y de política que en el fondo no decían nada nuevo. Solo repetían las mismas formulas que no lograron cambiar a Brasil, ni a ningún país. Basura editada a costa de miles de árboles convertidos en madera que no sirven ni para hacer una hoguera.

Hemos asistido al espectáculo de la mentira, de la demagogia más absoluta, a la venta de unas ideas que no dan resultado. Hemos visto a mediocres políticos tratando de tapar el sol con un dedo. Tratando de decir que destruir puestos de trabajo, reducir las pensiones, abaratar los despidos, conculcar derechos, son el camino para mejorar la economía. Claro que no dicen la economía ¿de quien? La de los ricos, no la de los pueblos ni de la clase media. Esa gente la de esas clases es la que deberá hacer con sus sacrificios que los ricos sean cada día más ricos.

La revolución bolivariana esta demostrando que se pueden hacer las cosas de modo que los pueblos no paguen ni se sacrifiquen en aras de los ricos. Hay una forma de gobernar y es la que el COMANDANTE PRESIDENTE HUGO CHAVEZ NOS HA MOSTRADO, LA PATRIA SOCIALISTA.

Solo en socialismo la gente puede vivir con dignidad y la patria es soberana y libre.

EN SOCIALISMO ESTAMOS VENCIENDO

PA´LANTE COMANDANTE

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