"La nueva doctrina Obama" ratifica Zbigniew Brzezinski

Definitivamente, José Vicente Rangel –JVR-, tiene razón cuando nos anunció que Barack Obama ha desarrollado una doctrina para el Imperio que la definió, JVR, como la “nueva doctrina Obama”. Aceptar por los revolucionarios esta realidad, consideramos, implica rediseñar “algunos detalles” de nuestra Política Exterior que, paulatinamente, hemos observado, el Gobierno Bolivariano, bajo la dirección del Comandante Chávez Frías, ha venido implementando a través del Canciller Nicolás Maduro y su equipo desde la Cancillería, según las nuevas realidades y los escenarios concretos que la dinámica internacional ha expresado pero, siempre, en función de los objetivos fundamentales inscritos en la Constitución Bolivariana, los “cambios profundos” en el conjunto del Poder Popular, y las objetivas realidades geopolíticas cuando concierne a la Patria.

Consideramos que la tesis sobre la nueva realidad en política exterior de los EEUU de América, según diseño del huésped de la Casa Blanca, se ha venido expresando en los últimos meses con hechos concretos que son incontestables; entre ellos, como hemos expresado en anteriores escritos, conocemos la política desarrollada desde Washington con respecto a Libia, en particular, países del norte de África, declaraciones cotidianas de la Secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton, cuando de Siria e Irán se refiere adscribiendo las tesis de Tel Aviv en contraposición a las tesis del Secretario de Defensa, Leon Panetta, y, últimamente, del propio Barack Obama que hace un “llamado a la calma con paciencia” cuando de Irán se refiere, específicamente. Es decir, pareciera que en la discusión y confrontación, ya histórica, entre “palomas y halcones” pero, especialmente en los últimos tiempos de “caos permanente”, las “palomas” han elevado sus poderes buscando soluciones más realistas a largo plazo cuando se refiere a los intereses concretos y específicos de los EEUU de América en las regiones de China y el Pacífico, por separado e interconectado, simultáneamente.

Como es de todos conocido, Barack Obama en enero-2012 sorprendió a “tirios y troyanos” cuando, desde alguno de los salones del Pentágono, anunció a “socios y extraños” que eso de continuar con el Plan Marshall de y para la seguridad europea estaba, no solo agotado (realpolitik), sino lo consideraba atemporal porque la “Guerra Fría”, en su concepto real, estaba superada y, de ahora en adelante, es decir, durante este siglo XXI, las contradicciones internacionales estaban ya perfectamente definidas cuando el crecimiento económico con impactos objetivos en sectores sociales específicos de países de Asia y el Pacífico estaban marcando el rumbo del futuro del Imperio y su política imperialista; porque de eso se trata, concretamente, de mantener la preeminencia del Imperio y del sistema capitalista a nivel global con algunas “alteraciones” permitidas pero controlables. Nos explicamos al tiempo que volvemos a expresarlo, una vez más. Es necesario y obligante reconocer en nuestra objetiva realidad internacional que Deng Xiaoping pudo lograr lo que la 3ra. Internacional no alcanzó ni aún con el “socialismo real”. Pero entrémosle al tema.

Hoy es aceptado que “el desarrollo” se está trasladando, inevitablemente, desde el Atlántico hacia el Pacífico; pero ¿qué significa ello? Desde que el capitalismo elevó su calidad hacia el imperialismo, su evolución ha sido imparable. Con la Revolución Mercantil y sus consecuencias, como ustedes conocen a la perfección, el sistema capitalista se topó con la necesidad obligada de encontrar y controlar: materias primas, mano de obra muy barata y mercados lo que se expresó, fundamentalmente, en los siglos XVIII y, principalmente, durante todo el XIX cuando los imperios europeos y aquellos ya decadentes incursionaron hacia el continente de África (regresando de nuevo a partir de la última década del siglo XX) y asentarse, definitivamente, en la región de Asia que abarcaría desde la India hasta China (no deberíamos olvidar la realidad de la compañía de las Indias Orientales holandesa. Ver: “El Burgués”. Werner Sombart. Alianza Universidad. Madrid, 1977, pp. 371). Pero ese proceso imperialista (particularmente, las expansiones de las coronas europeas) conllevaba sus propias contradicciones internas que se agravaron con el surgimiento de la expansión de los EEUU de América y el Japón que tuvieron sus conclusiones con la 2da. Guerra Mundial tanto en el continente europeo como en el Pacífico. Pero dos ideologías se encontraron en los campos europeos y en China: el capitalismo y aquel socialismo. Fue aquella realidad la que obligó a “Mister X”, miembro del Departamento de Estado, proponer para los EEUU de América en su “nueva y obligada” etapa geopolítica internacional como ductor del sistema capitalista a una política exterior de Washington de confrontación con la URSS y, por tanto, ello conllevó al desarrollo de la “Guerra Fría”, tanto como concepto como en su praxis. Esas realidades en permanentes contradicciones (Guerra en la península de Corea; Doctrina Betancourt y expulsión de Cuba de la OEA; Crisis de los Misiles-Cuba; Hungría; Checoslovaquia; Guerra de Vietnam; Muro de Berlín) tuvo su final feliz con la mencionada “nueva doctrina Obama” expresada, como señalamos más arriba, en enero 2012. Quizás esa declaración oficial estadounidense expresada por el Presidente de los EEUU de América conjuntamente con el “simbolismo” de su presencia en el Pentágono pudiera significar la militarización de la calificada como la “democracia americana” (sic), paradigma ideologizado por las derechas mundiales; ello a pesar de la “rebaja presupuestaria” del presupuesto de Defensa estadounidense en un periodo corto-mediano de 10 años, al tiempo, por contradicción, “mueven” cinco portaviones al Pacífico y ordenan la construcción de buques de guerra en astilleros estadounidenses con “urgencia parlamentaria” al tiempo que, a lo interno del Imperio, se suceden las represiones al Movimiento “Ocupa Wall-Street”, la persecución al mejor estilo hitleriano de los calificados como “migrantes”, particularmente, los llamados “latinos”, entre los que se distinguen los mexicanos y centroamericanos; con ello nos están señalando que aquella denominada por JVR como la “nueva doctrina Obama” no solo es expresada en la “arena internacional” sino que, obligada y necesariamente, tiene sus manifestaciones jurídico-legales, en ese marco jurídico consuetudinario, en la propia sociedad del “bienestar y prosperidad” del “american way of life” de esa “imagen a repetir” worldwide.

Pero vayamos a demostrar, después de la presente introducción, la “nueva doctrina Obama” según Brzezinski. La revista “Foreign Policy” (Enero-Febrero, 2012) publicó un análisis del mencionado intitulado: “After America” (Idem, pp. 26-29) El “demócrata anti-comunista”, en mención, desarrolla sus ideas cuales pudieran entenderse bien como una preocupación por las “debilidades objetivas” que se vienen manifestando en el marco del sistema capitalista, bien como una tesis como aquella de “Mister X”; es decir, una calidad nueva de “Guerra Fría” pero con aquellas variables, tremendamente, objetivas que las diferentes “teoría de la guerra” proponen pero, obligadamente, adaptables a los paradigmas objetivos de la realidad geopolítica munidal del siglo XXI.

Brzezinski define varios escenarios: Georgia, Taiwan, Corea del Sur, Bielorrusia, Ucrania, Afganistán, Paquistán, Israel y el Medio Oriente y, en párrafo aparte, México. Es decir, va desde el Mar Caspio hasta el golfo de Corea con capítulo aparte con México. Cualquier docto en geopolítica internacional observa que “los tiros de los tirios” van dirigidos hacia Rusia y China; cuando de México se trate, ellos se dirigen a la necesaria necesidad del controlar todo el espacio acuático con sus costas del Mar Caribe; por tanto, esas “teologales ideas” tocan, obligadamente, nos solo a Cuba y Venezuela sino a los países del ALBA que son beneficiados por esas aguas caribeñas.

Para finalizar, dejando el análisis de las ideas de Brzezinski descansar “por ahora”, citemos la conclusión a la que arribó el susodicho en su ideario desarrollado: “…And as the world after America would be increasingly complicates and chaotic, it is imperative that the United States pursue a new, timely strategic visión for its foreign policy-or start bracing itself for a dangerous slide into global turmoil…” (“…y como el mundo después de América [se refiere a la decadencia de los EEUU de América] se transformará en un escenario complicado y caótico, es imperativo que los Estados Unidos [de América] alcancen una nueva, visión estratégica temporal en su política exterior –o [en contrario] prepararse para una peligrosa caída hacia un caos global…” Idem, pág. 29)

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Miguel Ángel del Pozo


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