La primarias o la política como guerra

Resulta alentador observar como el dinamismo – y confrontación- característica del actual sistema político venezolano (SPV) está dando muestra del cambio, desde un punto de vista de la filosofía política. Nos referimos al hecho –sin parangón- para algunos de los partidos del SPV (Primero Justicia, UNT, AD, COPEI, MAS, PODEMOS, Bandera Roja) de participar en una contienda interna con la finalidad de elegir su abanderado presidencial para 2012. Como bien sabemos, sólo hay dos antecedentes : uno el de la confrontación interna entre Gonzalo Barrios y Luís Beltrán Prieto Figueroa en 1967, que termino con la división de AD y el otro, la lucha interna entre Oswaldo Álvarez Paz y Eduardo Fernández en COPEI, para el año 1992. Ambos procesos son disímiles al actual. Entre otras cosas, porque el que vivirán algunos venezolanos en febrero de 2012 incluye al Consejo Nacional Electoral (CNE), mientras que los dos anteriores no tuvieron participación.

Por otra parte, la elección de febrero de 2012 se traduce en que por primera vez los partidos opuestos a Chávez deciden cumplir con lo establecido en la constitución nacional, en cuanto a la obligatoriedad que los cargos de representación pública sean sometidos a elecciones internas. Sin duda, hay una influencia del espíritu democratizador que se observa en la organización y funcionamiento del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). Lo establecido en el denominado Libro Rojo, en cuanto a los mecanismos de selección de los miembros de la estructura interna del PSUV y el empuje que este proceso ha demostrado, en cuanto a concreción del accionar democrático ha llevado a la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) a abrirse a esta decisión. Por supuesto, el proceso no ha estado exento de confrontaciones, pues sin duda, una cosa muy distinta es la forma de entender la política de Capriles Radonsky, con los apoyos contradictorios de una organización que como el PPT (patria para todos) viene de una militancia en la izquierda histórica; y otra cosa es el proyecto que encarna Pablo Pérez, abanderado de Un Nuevo Tiempo, Bandera Roja y AD. A pesar de representar un aparente aparato coherente, en cuanto a su oposición a Chávez, no puede decirse que exista unidad de criterios en sus planteamientos.

No podemos dejar de mencionar a María Corina Machado y su capitalismo popular. Es este un intento de revestir la teoría de la explotación de un carácter humano, más no humanista. El capitalismo no puede ser popular, entre otras cosas por estar basado en la apropiación de los excedentes y en la explotación del hombre por el hombre. El capitalismo popular de María Corina no es más que un intento de invisibilizar las contradicciones y los contrastes que genera el capitalismo, con sus enormes conflictos sociales y económicos que lo acompañan. El caso de Leopoldo López, llama la atención, pues es sin duda una ficha importante en el juego de la National Endoment for Democracy (NED) quién para el año 2012 ha subido su aporte a organizaciones en nuestro país por encima de los 80 US$ millones. Cabe preguntarse ¿ qué tipo de programa impulsa la NED? La respuesta viene dada por el hecho de la definición de una matriz de opinión sobre el papel del CNE y las posibilidades del candidato que resulte de las elecciones de febrero de 2012. Están muy conscientes del error que cometieron al darle el tratamiento a la enfermedad de Chávez. La miseria humana que los caracteriza quedó en evidencia y desató un mar de solidaridades que explica las popularidad de Chávez por encima del 52%.

No obstante, todo no es fácil. No queda duda que una campaña como la de 2012 es extensa y exhausta, por ello el tema de la recuperación del presidente es vital. No veremos seguramente una campaña al estilo de 2006, con un gran esfuerzo físico, pues las condiciones post-tratamiento de quimioterapia sí bien son optimistas no significan una desaparición de los síntomas, más aún en una situación de profundo stress como lo es una campaña. Quizá por ello el planteamiento de las Bases de Patrulla y los Círculos de Luchas Populares y Vivir Bien. Ello significará un desplazamiento a través de la estructura del partido, sus patrulleros que significa levantar un análisis de la situación de las instituciones, programas y de las necesidades del entorno. El proceso de “mapeo” de esas necesidades es un avance inaudito en la planificación política, pues va más allá de la participación en el momento pre-electoral e incluye una articulación de esfuerzos que sin duda dejará una impronta desde el punto de vista de la organización política. Por ello el reto para la MUD es enorme. Deben dejar claro que hacer con la estructura de apoyo social desplegada con las misiones, qué hacer con la política internacional y el no-alineamiento de Venezuela. En Fin, deben mostrar su agenda y eso los compromete. Seguiremos con atención este debate.



Juane1208@gmail.com


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Juan Eduardo Romero

Dr. Mgs. DEA. Historiador e Investigador. Universidad del Zulia

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