José Kast, el candidato derechista, de origen nazi, acaba de ganar por 7 millones de votos, la presidencia de Chile y las amenazas de deportar a los migrantes ilegales que estuvieren en el país, de seguro se hará realidad. En Chile existen cerca de 300 mil venezolano en diversas condiciones, según las autoridades migratorias de ese país.

Desde noviembre, cuando aun era candidato, amenazó a los migrantes, que de ser electo, todos los que estén en forma irregular, serían sacados de Chile, con lo que tuvieran puesto, si en un máximo 100 días no se iban, ante lo cual un número significativo de aquellos, han decidido dejar al país , creando una tensión migratoria en la frontera peruana-chilena.

Cientos de venezolanos, junto con otras nacionalidades como haitianos y colombianos, decidieron salir de ese país, huyendo por la frontera peruana, pero allí no los dejan pasar, por lo que se ha creado una situación de tensión permanente, que pareciera no tener solución por los canales regulares, dadas las posiciones intransigente de ambos países, donde su política migratoria está muy teñida de xenofobía, y en especial, de aporofobia.

La razón de esta crisis se origina en el hecho de que, aproximadamente cientos de migrantes, mayoritariamente venezolanos, decidieron ante las amenazas, irse de Chile, unos para quedarse en Perú y otros, la gran mayoría, regresarse a su país de origen, dada las condiciones de precariedad que les ha tocado vivir en el país austral. El sueño americano, en este caso chileno o peruano, para la gran mayoría es una entelequia.

Recordemos que fue en el años 2019, cuando, luego del concierto de Cúcuta, varios presidentes ofrecieron visas y demás incentivo para que los venezolanos migraran, con el fin de acelerar la caída de Maduro. En especial se destacó la invitación que les hizo Piñeira, presidente de Chile y el de Perú, a recibir a los venezolano, sin mayores requisitos para migrar, buscando con ello generar una tensión política que ayudara a derrocar a Maduro lo que estimuló una salida masiva de estos con destino a esos países, dada las condiciones ofrecidas y las dificultades que ya comenzaban a sentirse en Venezuela, producto de las medidas coercitivas implementas por EE.UU y la Unión Europea.

Esta situación fue aprovechada por diversos políticos, así como por los mercaderes de la migración, que muchas veces fueron los mismos, que hicieron de estas salidas, una gran negocio que facilitó, a través de apoyos financieros y de documentos, que permitían la salida del país, así como la solicitud de asilos, de millones de venezolanos en diversos países de latinoámerica y de EE.UU.

El negocio de la migración va desde la venta de pasajes, entrega de documentos falso, servicio de coyotes, financiamiento, entre otros. Muchos migrantes vendieron lo poco que tenía, otros se endeudaron con grupos delincuenciales que los financiaban a tasas especulativas, de tal modo, que muchos pasaban los primeros años trabajando para pagar esas deudas, prostituyéndose en muchos casos, así como dedicándose a la comercio ilegal, como la venta de estupefacientes o haciendo de mulas.

Esto originó una migración sin precedente en el país, sin negar las condiciones adversas generadas en el país por el embargo y deseconomías internas, así como la pandemia.

El aparato productivo venezolanos se vino al suelo; no había empleo, no había alimentos, no había efectivo y entonces la gente se fue en masa, tras sueños fútiles y falsos, estimulados a su vez por los mercadees de la migración que consiguieron en estos grupo, la posibilidad de altas ganancias, sin precedentes, no escritas en ninguna contabilidad y sobre la que alguna vez habrá que sacar cuentas. Narcotraficantes del El Darién llegaron a firmar que los migrantes eran más rentables que las drogas.

Lo cierto es que muchos de esos sueños, peruanos y chilenos, en este caso, nunca fueron verdad para la gran mayoría. La migración venezolana, en especial la de menor formación, se dedicó a los trabajo más viles, como por ejemplo, recoger los muertos de la pandemia, trabajos que nadie quería hacer, y que no les permitió crear un capital para tener una vida mejor, como a la que aspiraban.

Desde hace varios años el gobierno nacional inició el programa Vuelta al a Patria con el objetivo de traer a muchos de esos migrantes que quieren regresar, y no saben cómo o no tienen cómo hacerlo. Hasta el momento, ha repatriado cerca de un millón de venezolanos, pero quedan muchos más. La cifra migratoria en su mayor pico está cerca de 6 o 7 millones de acuerdo a la ONU… Lamentablemente, el gobierno nacional no tiene estadísticas precisas al respecto.

Hoy, estos migrantes venezolanos, que son la mayoría de la estampida, sufren los rigores de políticas migratorias antivenezolanas, llevadas a cabo por estos gobierno. Ahora, el presidente electo en Chile, los amenaza que de no salir ahora, tendrán 100 o menos días para irse El toma posesión en marzo, momento en el cual solo les dará tiempo de salir con lo que tengan puesto.

Muchos han decidido regresar por donde llegaron: por tierra, pero resulta que Perú tampoco los quiere dejar entrar, dado que allí viven cerca de 1.5 millones de migrantes venezolanos. Entonces están presos en un corredor fronterizo donde ni pueden regresar a Chile ni proseguir a Perú, en su camino de regreso a Venezuela. Ahora Ecuador se une a esta negativa de cederles el paso, en su regreso a Venezuela.

Resulta inconcebible que no los dejen pasar por Perú en su camino de regreso, por vía terrestre, por donde entraron, por dónde más van a salir? Por avión no tienen recursos, entonces a qué los están condenando, no los quieren Chile, tampoco en Perú ni Ecuador. Qué va pasar con estos compatriotas ?

Estos migrantes tienen ya más de 10 días acampanado a la intemperie, otros se han ido por las trochas y otros se han regresado a Chile por vías irregulares. Algo deben hacer los gobiernos involucrado. Se ha hablado de corredores humanitarios en las fronteras peruanas, ecuatorianas y colombianas, pero no terminan de ponerse de acuerdo. El gobierno venezolano declaro que implementara vuelos con el Plan Vuelta a la Patria para su regreso seguro, pero aun no hay fecha precisa. Esoeremos que esta situación se resuelva pronto.

Este 18 de diciembre, Día del migrante, los migrantes venezolanos lo vivirán como un día de tensión por los diversos conflictos que atraviesan por su condición de migrantes y además venezolanos, lo cual, al parecer dificulta aun más su transito. Esperemos que esto se resuelva pronto.