Al imperio cada día se le ponen las papas más duras en el continente americano, porque los pueblos han despertado y sin prisa pero sin pausa le han venido aventando patadas a “Las relaciones del garrote y buenos vecinos” y lo peor es que amén de la rebelión del patio trasero, sus cipayos y sicarios en el Medio Oriente, también lo mandaron a fastidiar a la más vieja de su casa. Netaniahu fue clarito en el Congreso gringo, cuando les dijo que no aceptaría las fronteras de 1967, con Palestina, opción que demagógica mente y con fuerte carga de cinismo planteo Míster Obama para buscar la paz entre Judíos y Palestinos.

El líder del sionismo que desgobierna a Israel, fue tajante al decirle al imperio en sus propias narices que no necesitan su protección, que ellos saben cuidarse solos, que no necesitan que les lleve su democracia porque ellos ya la tienen. En fin lo mandó a lavarse ese paltó. Ese mensaje le dijo a Míster  Obama, que no olvide que quien dirige las políticas electorales y de exterior en los Estados Unidos es nada más y nada menos que el “Lobby israelita”, que también hace que los crímenes de lesa humanidad cometidos por el gobierno de Israel contra el pueblo palestino sean aplaudidos o ignorados por los gobiernos títeres de Europa y otras regiones del mundo. Mientras tanto ese lobby sigue trillando

la senda del holocausto de la II Guerra Mundial, donde murieron 46 millones de seres humanos, pero para los efectos solo fueron seis millones, que cayeron víctima de la locura  nazi en los campos de exterminio, que es innegable esa atrocidad, que hoy repite el sionismo contra el pueblo palestino. Pero sin olvidar el dolor causado  a la humanidad, uno se pregunta ¿Que persiguen quienes resaltan solo esos seis millones e ignoran el resto de víctimas? ¿Será acaso que los no judíos no eran humanos? ¿Será por esa concepción que el gobierno israelí reedita contra los palestinos las mismas prácticas  criminales de Hitler contra el pueblo judío, durante la segunda guerra mundial?

Israel al igual que Osama Bin Ladem, son hijos de las políticas guerreristas del imperio. El primero fue utilizado como el mejor comodín que ahora muerto es más útil que vivo, al menos para la reelección de Obama. Bin Ladem sirvió al estado asesino y sus verdugos como pretexto para invadir a Irak, castigar al agente que se le había insubordinado, deviniendo en nacionalista contra los intereses del amo, asesinaron a más de un millón de inocentes, para capturarlo y colgarlo con la sentencia dictada tras bastidores por George W. Bush, que algún día tendrá que pagar también por sus crímenes. Con esa delictiva acción también buscaba el imperio apoderarse de las riquezas energéticas de Irak, lo cual ha impedido el pueblo en armas que no acepta, ni a los invasores ni al gobierno títere que instalaron tras el asesinato de Sadam Hussein. Bin Ladem, también sirvió para ocupar a Afganistan, como zona estratégica para el traslado del petroleo del Golfo Pérsico, pero allí también han encontrado el obstáculo del pueblo en armas, que les ha causado más bajas que en el Vietnam.

Ahora con este atolladero en el Medio Oriente y en África del Norte, donde Libia tampoco ha sido presa fácil para las garras del águila imperial, el relacionista del complejo militar, industrial y comunicacional, que aplastas al pueblo norteamericano, busca a través de su mano derecha Hilary Clinton, retomar las “Relaciones de buenos vecinos” con su patio trasero, que fue subestimado y relegado por considerarlo domesticado. Pero vaya sorpresa, se encontraron conque las matanzas del sicario Micheletti en Honduras y la imposición de un peón de su ajedrez, no les resultó, porque la unidad Latinoamericana y caribeña, obligó al arlequín a aceptar las condiciones del continente para aceptarlo como interlocutor y para completar la bofetada con el regreso de Mel Zelaya a su patria a luchar por la constituyente y la liberación definitiva de este heroico pueblo centroamericano.  El otro bastión cipayo que tenía, se derrumbó con la victoria  del progresista Ollanta Humala, que  con todos los vaivenes en sus declaraciones públicas de mea culpa por haber alguna vez saludado al Comandante Hugo Chávez, al menos representa algo mejor que la restauración de la tiranía fujimorista.

Con esta victoria evidentemente que el ALBA y UNASUR se fortalecerán para seguir adelante en la conformación de una organización americana, sin Estados Unidos y Canadá, con un sistema de defensa y monetario propios, desligados de las mafias criminales capitalistas y en pos de un socialismo indoamericano.

Frente a este panorama necesario es alertar al bolivarianismo americano para mantenernos alertas, ya que el imperio en su desesperación puede apelar al garrote, sino le dan resultados las recetas aplicadas en África y Medio Oriente, para lo cual la cámara de representantes de Estados Unidos de mayoría republicana, le aprobó a Barack Hussein Obama, suficientes dólares y luz verde para financiar guerras en el mundo entero, donde sea necesaria “La libertad y la democracia”, a través de las relaciones del garrote y buenos vecinos.

Periodista*

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