La guerra como solución a la crisis imperial

Apenas Barack Hussein Obama fue electo “presidente” de los EE.UU y anunció su gabinete , escribimos un artículo con un titulo jocoso: “No podemos pedir peras a Obama”. En aquella oportunidad sostuvimos que la administración Obama, sería igual o peor que la de George W Bush, puesto que el refístolero moreno no pasaría de ser un buen relacionista público del complejo militar, industrial y mediático que gobierna a ese desinformado y despolitizado pueblo del norte, que hace mucho dejó de tener presidente.

Contra las respetables opiniones optimistas de consumados analistas, que abrigaban la esperanza de un cambio de timón en la política gringa, señalamos que Obama es tan o más guerrerista que Bush, que la única diferencia entre ambos es el color de piel y la inteligencia del afroamericano que lo hace más peligroso.

El desarrollo de la política exterior del presidente imperial nos ha dado la razón. Barack Obama, no solo ha aumentado los subsidios para financiar movimientos desestabilizadores en diferentes países del mundo, sino que ha autorizado las operaciones secretas de tropas elites, en los países con gobiernos no afectos a Estados Unidos, con la finalidad de crear desestabilización con las acciones que sean necesarias, incluidos el magnicidio o asesinatos selectivos, ya que esas unidades solo rendirán cuentas, directamente al presidente.

Ahora 70 años despúes de haber entrado en la Segunda Guerra Mundial, como oportunista para aprovecharse de los beneficios de la contienda, Estados Unidos, está promoviendo una tercera conflagración, esta vez con la inminente invasión a Irán, país que ha hecho de todo para evitar la confrontación y conservar la paz mundial.

Como de costumbre para sensibilizar a la opinión mundial, ha montado una campaña para crear la matriz de opinión a cerca del “peligro” que representa Irán para el mundo, con su proyecto de energía nuclear, tal como lo hizo en su oportunidad George W Bush en 2003, contra Irak y el gobierno de Sadam Hussein, cuando utilizando diversos voceros entre ellos David Key, para sembrar en el espectro mediático mundial, que Irak representaba una amenaza para la seguridad del universo con su arsenal de armas de destrucción masiva. Armas que hasta ahora no han sido encontradas en ningún rincón de aquel país árabe. El Consejo de Seguridad de la ONU, sometió a la más cruel hambruna al pueblo irakí, durante once años con sanciones para complacer al imperio.

Pero la voracidad imperial por los recursos petroleros del país árabe y su odio racista hacía los pueblos del Medio Oriente, no se conformó con el martirio de Irak, sino que contraviniendo la voluntad mundial y todos los principios del derecho internacional, fue con su maquinaria de muerte a arrasar con esa cultura milenaria y a masacrar niños, mujeres y civiles inocentes.

Ahora la entente es contra Irán, contra la milenaria Persia, está en la mira, ya el mayor estado terrorista del planeta ha movilizado sus criminales maquinarias de la muerte hacia el golfo pérsico destinadas a sembrar el terror y la muerte una vez más en el mundo árabe, con el apoyo decidido del sionismo internacional, que como su par Estados Unidos necesita de la guerra para sobrevivir a costa de la miseria de los pueblos asaltados y dominados, mediante la imposición de gobiernos títeres, porque el corazón y la decisión de los pueblos jamás se doblega y ahí está la muestra con la resistencia irakí y afgana, donde no han podido hincarle sus colmillos en la yugular para chupar la sangre de estos pueblos.


En otros casos se encuentran con gobiernos y líderes dignos, como Palestina y sus dirigentes, que contra la limpieza étnica que ha venido aplicando el estado sionista de Israel, la resistencia cada día es mayor y pese al empleo de armas prohibidas, como en diciembre pasado, no han doblegado el honor y la moral de ese milenario pueblo.

El camarada Comandante Fidel Castro lo advierte en una de sus reflexiones recientes. EE UU, está decidido a atacar a Irán, cuyo gobierno y pueblo, no lo van a permitir, porque también tienen con que defenderse. Allí es indescriptible lo que pudiera ocurrir, porque no hay duda que esta zona es muy sensible y ahí esta Rusia, que es también una importante potencia nuclear, condición que heredó de la extinta URSS, extraordinario ensayo que por las desviaciones estalinistas fue fácil presa de la CIA, Juan Pablo II y demás centros de poder imperial, que se confabularon contra esa potencia.

Ojalá y en esta oportunidad Estados Unidos y el sionismo internacional, fracasen en su práctica de la guerra como solución a la crisis imperial.

Periodista*

CNP 2414 cd2620@gmail. cadiz2021@yahoo.es


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Cástor Díaz*

Periodista CNP 2414

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