Vanidad venezolana en el Mercosur

Desde 1991 el tratado firmado en Asunción del Paraguay, por Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, para establecer un mercado común del sur, no trasciende por los dobles aranceles aduaneros, que los han venido ahogando en su aspecto social, político y económico. Estos resultados se omiten a propósito en muchos análisis, para aparentar que el MERCOSUR, representa una buena opción para Venezuela.

Son 17 años transcurridos en pura reunión; el reunionismo diplomático de estas naciones es lo más destacado desde su creación, para solucionar su incipiente accionar como mercado, solo ha traducido la creación de nuevos subgrupos que no han querido resolver el principal problema de las aduanas por los intereses de cada una de las naciones participantes. Los CMC consejo mercado común, GMC grupo del mercado común, CCM comisión comercio MERCOSUR, CPC comisión parlamentaria conjunta, FCES foro consultivo económico social, SAM secretaria administrativa MERCOSUR. Cada una de estos subgrupos firma cartas de intención sobre derechos humanos, igualdad racial, de género, tráfico de personas e igualdad social; solo quedan en la intención, pero son utilizadas en la política, para resaltar logros que no existen, es un verdadero fraude a la intención de consolidar un mercado en Sudamérica.

En el año 2000, siguiendo el ejemplo de la Organización de Naciones Unidas y del G8, donde por unanimidad mundial de todas las naciones afiliadas a la ONU, se propuso metas hasta el 2015 para reducir la pobreza y sus derivados. El MERCOSUR, no quiso quedarse atrás en el ámbito social y firmaron la carta de Buenos Aires, asumiendo un paquete de obligaciones sociales con sus respectivos pueblos. El resultado, la crisis económica de Argentina en el 2001, los problemas de Lino Oviedo en Paraguay, la pugna por la papelera en Uruguay con Argentina. Los problemas sindicales de los obreros brasileños en el 2004, y los ya conocidos problemas sin solución de las favelas en Rió de Janeiro y otras ciudades. Los problemas han aumentado con relación a la pobreza, enfermedades, violencia, falta de vivienda e infraestructura sanitaria en cada una de esas naciones, por el efecto global económico, entre otras razones. Y, ni siquiera un comunicado protesta contra la ley migratoria en los Estados Unidos, allá por el año 2006, nada de nada, ese es el precio de la amistad comercial con los EEUU, complicidad y obediencia.

Cristina de Kirchner, es la presidenta del MERCOSUR por seis meces, firmo un TLC con Israel y una declaración conjunta con la Unión Europea, para la cooperación vi regional 2007-2013, también firmo un acuerdo con el bloque del Sud este asiático mas Rusia, y México, mas la Unión Aduanera de África del Sur. Lo mismo esta haciendo la CAN, por su lado con la UE, con la salvedad, que las economías de Ecuador y Bolivia no pueden competir con los mercados de Colombia y Perú. Y esta es otra cuestión política de integración que no se entiende, si estos países con Correa y Evo son aliados ideológicos de Chávez, con el retorno de Venezuela se haría mayoría en la CAN y se fortalecería ese sector de la región. En el supuesto de que la incompatibilidad ideológica, por la cual Venezuela se separo de la CAN por Colombia ya no sea un escollo.

El 4 de julio el ex presidente Kirchner, atestiguo el protocolo de adhesión de Venezuela al MERCOSUR, dos años después los congresos de Brasil y Paraguay no dan el visto bueno para que Venezuela ingrese al mercado del Sur, sin embargo la presidenta Argentina Cristina de Fernández, el presidente electo de Paraguay Fernando Lugo, y el presidente de Brasil, aseguran que Venezuela entrara al MERCOSUR, ¿para que? La economía de puerto de Venezuela se afectaría más por los aranceles de doble vía con estas naciones. Además los países que conforman el mercado común del sur son potencias genéticas agrícolas con la soya y el maíz transgenico para los biocombustibles, algo que Venezuela rechazo de plano, por ser una propuesta imperial que afecta la ética de la sobre vivencia humana. Políticamente las situaciones ya no son las mismas en la región y el mundo, pretender figurar a lado de Brasil y Argentina, como potencia económica, por el petróleo, es una vanidad, con graves efectos políticos y daños sociales colaterales, en un proceso revolucionario, que buscaba el desarrollo endógeno de adentro hacia fuera y sur sur. En otras palabras, no nos beneficia para establecer un nuevo mercado, y si lo que se pretende es, la vía comercial solamente, el MERCOSUR es un impedimento.

Es imposible escribir este artículo sin emitir los juicios de error si Venezuela ingresa al MERCOSUR. Me parece de todos modos evidente que la teoría de la nueva sociedad programada ya esta en marcha en Latinoamérica, propuesta realizada por los Estados Unidos y la Unión Europea, con los países mas avanzados del área que pertenecen al MERCOSUR, Brasil, Argentina, nos volverían mas dependientes de los EEUU, a través de los By Pass económicos que se construyen con México. Sin importar la organización CAN, ALBA, MERCOSUR, la ideología política poco importa donde prevalecen los intereses comerciales de cada gobierno, eso se ha demostrado en todos estos años con la CAN y el MERCOSUR. El impulso que se le pueda dar al ALBA, UNASUR, Banco del Sur, son elementos que permitirían refrescar las alicaídas organizaciones existentes en Sudamérica.

El plan Mérida, no solo es un plan militar-policial para combatir el narcotráfico en México y Centro América. El plan Mérida es un proyecto comercial para sostener los TLC firmados y el plan Puebla- Panamá en los países centroamericanos, involucrándolos con países del MERCOSUR, ya Chile y Argentina tienen acuerdos firmados con México. Brasil lo hace con la Unión Europea, y es miembro invitado del G8, por las consideraciones económicas de crecimiento anual junto con la India y China. Pero los rasgos comerciales de la UE son similares al TLC norteamericano. Es un capitalismo industrial corroborado por el G8 en su última reunión de Japón, desestimando los problemas alimentarios y atmosféricos, promoviendo las fusiones que actualmente se llevan a cabo con las trasnacionales del G8, con el pentágono y la OTAN.

En el nuevo contexto histórico, la alimentación y la solución de las emisiones de gases de invernadero, serán parte de la transición que no puede tener otra designación general que la del pase de la sociedad industrial exclusiva a la sociedad agraria industrial. La CAN ofrece las naciones para volver a esa integración con vocación agrícola natural.

La transición vivida por las naciones Latino Americanas es variada. Se presenta en algunos países como revoluciones populares, Ecuador, Bolivia, Venezuela. Revoluciones frustradas en otros Perú, México, o con estilos tan diferentes de socialismo “mixto”, si es que existe ese tipo de socialismo, en Chile y Brasil. Pero todos acarrean la continuidad de un proceso que lleva décadas, el Capitalismo Industrial.

El nuevo orden mundial que se pretende imponer a raíz de los cambios climáticos, la devaluación del dólar, el alza del barril de petróleo, el déficit alimentario, por ser problemas globales, el imperio manifiesta que la solución debe ser global. Hacen que las diferencias entre Europa y América Latina se radicalicen, por las fusiones de las trasnacionales europeas y norteamericanas con los militares de los dos continentes, nos indican que estamos en los inicios de una nueva sociedad programada con alcance mundial.


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Raúl Crespo


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