De La lucha por la Tierra en El Tocuyo

Algunas claves para desmantelar la mentira reaccionaria de los Amos del Valle

El Debate sobre la propiedad privada, sobre su religiosidad, hoy en día debe ser superado por las necesidades comunes de las mayorías y del país, puesto que este concepto y realidad se convierte en un mito injustificable e ilegítimo a la hora de colocar intereses como el de la seguridad agroalimentaria y el derecho a la vida justa de los campesinos y campesinas del país, de El Tocuyo y el Municipio Morán. 

Decimos esto, en el marco de un escenario que se viene generando en tierras tocuyanas y morandinas, y es que bajo el marco jurídico previsto, el estado nacional a través del INTI está procediendo a recuperar unos predios agrarios pertenecientes a minorías poderosas que reclaman su herencia a partir de apellidos, procedimientos y valores colonialistas bien acuñados bajo el concepto de Amos del Valle. 

En tal sentido y ante la movilización y la matriz de opinión montada desde dichos intereses, pudiéramos descifrar algunas claves que nos ayuden a confrontar la acción reaccionaria y bien orquestada en laboratorios de la podredumbre oligarquía criolla: 

I

El tema de la propiedad privada ha estado encerrado en una religiosidad que no permite el cuestionamiento y la acción en contra de esta, sin embargo si recordamos la forma en cómo se estableció la propiedad privada en Venezuela y en El Tocuyo, pudiéramos ayudar a romper la farsa ilegítima que esta significa. La propiedad privada en nuestras tierras, se instauró a través de la violencia, del derramamiento de sangre, de uno de los genocidios más grandes de la historia de la humanidad, la propiedad, en estas tierras, tiene su génesis en la invasión colonialista de 1492, la cual se apropió en nombre de dios y la corona española, todo pedazo de tierra que pudieran existir por estos lados. “Es decir, la propiedad privada en este país es producto de un acto de injusticia histórica y sin razón social de ningún tipo, lo que plantea que esta no tienen ninguna legitimidad histórica. 

II 

Los herederos del valle han reencauchado los códigos y valores del colonialismo, en ilegitimas e injustas transacciones han convertido las mejores tierras del municipio Morán en propiedad privada, sin ningún interés social, ni responsabilidad social y/o ambiental, que claramente podemos encontrar por ejemplo en haciendas de caña que han diferido la caña, maltratado la tierra y por consiguiente ofrecido el menor rendimiento de la materia prima para la elaboración de azúcar en la localidad, a pesar de los recursos económicos invertidos por el estado en subsidios a este sector. 
 
 

III 

El régimen de propiedad privada de la tierra en Morán al igual que subutiliza las tierras, las maltrata y las convierte en mercancía, maltrata, explota y convierte en mercancía a las y los trabajadores del Campo. Basta con conocer la realidad de estos ciudadanos y ciudadanas sujetos de derechos, como son violentados por la oligarquía terrateniente. Se puede observar en pleno siglo XXI, a pesar de la Constitución y las Leyes, como son sobreexplotados los trabajadores/as del campo, sin beneficios elementales como el seguro social, que dibuja situaciones como la de un trabajador de una hacienda que haya pasado toda su vida al servicio de un terrateniente, desde los 15 hasta los 60 años, y luego sea abandonado, enfermo y sin seguridad social. 

IV 

Haciendas de propiedad privada en este municipio han servido de fachadas para algunos negocios ilegales, para lavar capitales provenientes de la corrupción y quien sabe que otra vagabundería al margen de la ley. De la misma forma, hemos visto como se ligan estos intereses privados con el latifundio urbano y otras formas de dominio y explotación, léase Centros Comerciales, Medios de Comunicación, entre otros, que claramente se han colocado en contra del desarrollo integral del país y más bien haciéndole el juego antisoberano al colonialismo norteamericano. 
 

Finalmente, es de profunda importancia llamar a confrontar al chantaje de los amos del valle, bajo la fija convicción de que en este Municipio la Revolución Bolivariana no está hecha de anime, está compuesta por un sujeto histórico aguerrido y dispuesto a conseguir el sol de la victoria, en principio con el firme compromiso de transformar el régimen de propiedad privada que nos ha empobrecido como pueblo y ha destrozado la naturaleza, en un régimen de propiedad social que responda a las necesidades agroalimentarias del municipio y del país y ayude a construir la mayor suma de felicidad posible para nuestro pueblo.



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Jesús E. Silva T., Militante del M.R.-Solidaridad

Doctor en Derecho Constitucional. Abogado penalista. Escritor marxista. Profesor de estudios políticos e internacionales en UCV. http://jesusmanuelsilva.blogspot.com

 jesussilva2001@gmail.com      @Jesus_Silva_R

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