¿Cómo lo quiere: pollo frito, en salsa roja, o rostizado?

Faltan muy pocos días para que el escenario político venezolano vuelva a dar de qué hablar.

Los sesudos analistas antinacionales anidados en los medios privados recogen la lengua con una timidez lúgubre que huele a derrota.

Los más virulentos fascistas de la oligarquía parecen esconderse en una batalla que promete darles la paliza política más contundente y significativa de los tiempos recientes.

Los venezolanos vamos a llevar al poder al pueblo en todos los estados del país, es nuestro compromiso.

Inédita fue la forma de elegir democráticamente a nuestros candidatos revolucionaros desde las bases del PSUV, inédito el nivel de conciencia y compromiso en este proceso electoral venidero y magnífica la participación roja este domingo.

En el estado Carabobo, en el cual vivo desde que nací, la candidatura de Mario Silva ha crecido acelerada y sostenidamente mientras que la propuesta oligárquica, antinacional y monárquica del candidato amarillo (cuyo nombre no vale la pena mencionar) se encuentra totalmente desgastada, triste y sin fuerza. Es ahora cuando los Bolivarianos debemos atacar con mayor convicción y dureza, participar por centenares de miles, promover el voto revolucionario, convencer a los indecisos y hacer respetar la victoria patriótica. Celebrarla con alegría, humildad y corazón libertario.

Ante la candidatura moribunda del pitiyankee amarillo han aparecido sistemáticamente en los medios impresos carabobeños las declaraciones nostálgicas del Monseñor Urosa pidiéndole al CNE imparcialidad y que no tienda un fraude. Es ese el discurso melancólico que identifica en estos tiempos al adecaje inmoral.

Coordinadamente, la representante de la empresa fracasada "Súmate" es reseñada en los diarios en unas muy poco inteligentes declaraciones que dio este fin de semana en Carabobo, indicando que en el estado existe la "posibilidad" de que se transmitan resultados alterados la noche del próximo domingo, principalmente en lo concerniente a las mesas electorales de las zonas populares.

Todo parece indicar que en adelante la oligarquía carabobeña se dará a la ya recurrida tarea de desprestigiar nuestro sistema electoral, tal como se hizo ante el inminente triunfo de Chávez en el referendo revocatorio presidencial.

Las componendas mediáticas salen del silencio comunicacional al que ha sido sometido el candidato revolucionario Mario Silva y entran en un trance de mentiras y excusas dirigido a los sectores disociados de la clase media-alta en el estado.

Seguirán tratando de tapar el sol con un dedo y recurrir a sus salvadores medios de comunicación, que entonan la melodía que paga la derecha. Continuarán queriendo tapar el sol con un dedo, pero no por mucho madrugar amanece más temprano.

 Con la participación decidida, comprometida y activa de los revolucionaros carabobeños echaremos a la paila del olvido al General traidor y le diremos una vez más NO al pasado.

 Es el momento, tenemos al candidato indicado y la dignidad por bandera. Vamos con todo, a teñir de rojo Patrio y Revolucionario nuestro estado, que está decidido y no se deja chantajear.

victorrperezc@gmail.com


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