Auditórium

El cacique Paraqueima: ¿un déspota?

“Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del revolucionario”

Ernesto Che Guevara…

Desde el comienzo de su mandato en la alcaldía del municipio Simón Rodríguez del Estado Anzoátegui, el alcalde Paraqueima-PODEMOS- (al parecer según la historia el apellido Paraqueima, proviene del nombre Nevericuar un cacique que vivió en estas tierras durante la colonia, y que no fue un déspota, y cuyo nombre lo lleva el Río Neveri) ha mantenido un comportamiento agresivo y alterado en su ejercicio gubernamental y en sus exposiciones publicas. Malas formas que se agravan cuando le toca intervenir en cualquier problema publico del municipio.

Un déspota tiene la autoridad absoluta no limitada por las leyes. Hace abuso de superioridad del poder y la fuerza (al expropiar terrenos privados violando la Constitución y Leyes de la Republica, para después hacer negocios sucios) en el trato con las demás personas (más de veinte imputaciones en la fiscalía del ministerio público, y los fiscales sin actuar haciéndose de la vista gorda) ¿Que dirá de esto la Fiscal General de la República? En política, fue aplicado por algunas monarquías absolutas del siglo XVIII, inspiradas en las ideas de la ilustración y el deseo de fomentar la cultura y prosperidad de los súbditos. Consecuentemente, el tirano es un mandatario que abusa de su poder y superioridad en grado extraordinario. Lo único que necesita el despotismo es crear el miedo. La virtud no le hace ninguna falta y el honor seria peligroso. El gobierno arbitrario tiene su base, ya no en la fuerza del Estado o del Jefe circunstancial, sino en la debilidad moral de los individuos que se someten genuflexamente al poder dominante. Los déspotas han recurrido siempre a una parte del pueblo, para mantener en orden a la otra parte. Donde acaba la ley, comienza la tiranía. Los tiranos se han rodeado de hombres malos, (Banda los cumaneses, vocingleros, contratistas y empresarios corruptos) porque les gusta ser adulados y ningún hombre de espíritu elevado y generoso lo adulará. Nunca ha existido un gobierno peor, ni más despótico ni tirano como el de las oligarquías, aunque lo que estamos viendo aquí en El Tigre, no esta lejos de ser despotismo y tiranía.

La única forma de contrarrestar el abuso del poder es que funcionen a pleno las instituciones y que la democracia sea realmente eso: “El poder del pueblo”. Cuando el Poder Judicial y el Ministerio Publico acepta avalar “el abuso del poder” esta creando un déspota.

Es de lamentar la prepotencia de este alcalde corrupto, ante la cercanía de las elecciones municipales y la alta posibilidad de que pierda el sillón de la alcaldía, ha hecho a Ernesto Paraqueima convertir a la Ciudad en un “circo de desvergüenza antidemocrática”. Sin embargo este déspota se ha “despedido” de la vida política como lo que es, “el cacique Paraqueima tiene que imponer su autoridad por encima de todo y de todos, y que intenta amedrentar a quienes le llevan la contraria e intentan demostrar ante los ciudadanos de esta Ciudad cuales son las malas mañas con las que actúa en la alcaldía”.

El Tigre no se merece un alcalde así y estamos completamente seguros que el 23 de noviembre los resultados en las urnas electorales lo pondrán en su sitio (si es que antes un Juez no lo manda a prisión o se arranca para Miami) a un alcalde déspota, corrupto y prepotente que se cree que la alcaldía y el municipio son su cortijo y su dominio.

Percasita11@yahoo.es 


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Edgar Perdomo Arzola

Analista de políticas públicas.

 Percasita11@yahoo.es      @percasita

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