Porque me dijeron
que en aporrea que sale por la computadoras se puede mandar los escritos
sin que sean negados como aquí en Aragua con los periódicos es que
hice este. No soy un hombre estudiado para escribir pero mis amigos
Marcos Filippi y Anita Colina que si llegaron casi a la universidad
me arreglaron el documento y me hicieron el favor de enviarlo
para que se sepa lo que es lo que quiero decir. La cuestión es la
siguiente y no importa que a lo mejor yo no me haya portado tan bien
en la vida y que a veces me paso de palos y no hago tanto caso a los
asuntos de mi familia. Es que el Ismael García es bastante peor que
yo y tengo que contar algunas cosas cochinas que él me hizo y que me
llena de rabia al verlo siempre en televisión con esa cara tan limpia
como si fuera un ángel caído del cielo diciendo a todo el mundo lo
que es bueno y aquello que no lo es.
Al Ismael lo
conozco desde por allá en los años ochenta cuando trabajaba en una
farmacia en Maracay con un suegro suyo y vivía en La Victoria,
en La Mora de donde yo soy. Todas las mañanas esperaba la camionetica
en la misma parada de la avenida siete abajo y nunca se le veía alegre
sino que su cara parecía de piedra cuarteada de tremenda rabia que
se le sentía adentro. Luego me lo encontré en el MAS cuando no lo
quería Tablante porque era perro y solo le hacia caso a Pompeyo y a
Damián y hablaba muy mal de Teodoro porque y que era rajao. Desde esa
época es que Ismael siempre me miró sin mirarme y nunca permitió
que me tuviera dentro de su cuerdita y menos que me acercara a su familia
que era cosa de peligro porque según era con ella muy fiero para defenderla.
A Ismael nunca
le gustaba mirar de frente a quien no quería y las veces
que yo lo solicitaba me hablaba viendo para otro lado y parecía siempre
que nunca estaba. No sé si hacía eso por miedo o por tener a menos
a las personas, pero lo verdadero es que nunca lo hacía, a sus jefes
ni a la gente importante como el dueño de la farmacia donde trabajaba
que era su suegro ni a los tipos del partido que lo mandaban y lo ponían
donde era. Solo sé que a mí y a otros que siempre nos negó la vista
de frente a la final nos trató como sus enemigos. Recuerdo que lo primero
que me hizo fue chismear por todos lados que yo era cobarde para el
trabajo, que me paraba a mediodía y que me dedicaba solo a tomar aguardiente
y que vivía de martillar a mis amigos sin ninguna responsabilidad en
la vida. Era por ello que sus hermanos y los de su grupito también
no querían estar donde yo estaba y me sacaban el cuerpo. Pero les juro
que Ismael era de verdad una mala persona porque cuando mi madre murió,
Dios la tenga en la gloria y ya él se había salido como concejal y
ya no era perro de Pompeyo sino de Tablante se fue rapidito para donde
mi persona con muchas zalamerías y palabras suavecitas a convencerme
para que le vendiera mi casa más barata de todas las de allá en La
Mora, a cuenta de que yo me había quedado limpio y sin madre que me
ayudara, cosa que me cargó de rencor y dolor en el pecho y me hizo
irme de su presencia porque un hombre de verdad no puede ser tan aprovechador
y no importarle el dolor ajeno.
También Ismael
siempre se portó como un falta de respeto para conmigo porque según
me decía mi mujer que quería de aquel momento y actual madre de mi
hija, cuando a ella la encontraba de casualidad por la calle Ismael
le llenaba el oído de palabras para amores y de irse a lugares
de puro estar solos y otras maldades que la pena no me deja contarlas,
sin querer darse por enterado Ismael que yo era su marido de ella y
se me debía respetar. Lo mismo hacia Ismael adentro del partido en
donde me había llenado de muy mala fama y entonces nunca podía
yo ser candidato a nada y no hacia entonces sino solo ir a los actos
en la calle y sobre todo a las pegas de afiches y aquellas actividades
que no eran fáciles y todo el mundo no le gustaba. Todo eso fue por
los años antes que ganara Tablante en la Gobernación porque después
el hombre si que se puso peor y eso que había llegado altísimo allá
en el Congreso Nacional de Caracas en la capital. Es que luego de haber
llegado tan arriba solo se le veía muy poco por aquí y siempre con
semerendos carros y con unas pintas de flux que nunca se ponía nadie
en La Mora, y empezó también a engordar de comer bien y tomar fino
y ponerse guardaespaldas porque según decía le podían dar una pela
por denunciar igual que Tablante a gente del gobierno de los adecos.
Por aquella época empezó a tener una reguera de muchachos que pasaban
de diez que según decía a todos mantenía con los nuevos dineros que
le tocaba como diputado y que no creíamos porque siempre las mamas
andaban como locas buscándolo para mantener los muchachos y no salían
de su oficina de allá en la calle Rivas.
Mas luego quedó
Alcalde de La Victoria y a mí no me fue bien porque Ismael nunca olvida
y entonces no pude conseguir tampoco un trabajo con él ni tampoco un
contratito. En cambio toda su familia se puso en la buena y mandaban
mucho allá y todos le hacían caso a ellos en el partido del MAS y
en la Alcaldía porque les tenían miedo a los García. Hasta se dice
que compró con otro que manda todavía más el periódico El Clarín
que aquí todos leen mucho y allí salía cualquier cosa piche contra
sus enemigos para que los vieran mal todos los del pueblo y no tuvieran
ni un chancecito de quitarlo de su gobierno. Todo el mundo
en La Victoria dice que él salió forrado de tanta marramucia
en la Alcaldía y que compró terrenos grandes con caserones y ganado
de donde él es en Falcón y construyó edificios en otros lados y se
mudó para una nueva casa de Guaracarima que es donde aquí viven los
ricos de La Victoria.
Antes de que
Chávez se lanzara hizo bastante campaña por Irene Sáez porque iba
a ser presidenta solo que a los meses se cambio apuradito por que el
MAS sabia que ya no ganaba y que Chávez iba con caída y mesa limpia.
Yo sabía que
Ismael no era ni por casualidad revolucionario porque le gustaba mucho
estar cómodo y de andar entre gente de churupos y lujosa y en buenos
negocios y estar rodeado de chupamedias. Por eso cuando tanto defendía
a Chávez yo no le creía y sabía que alguna trampa andaba montando
para ganarse algo como siempre hacía en La Victoria. Como yo lo andaba
diciendo y no me importaba su rabia, yo se que fue Ismael él que inventó
aquella maldad de jorungar un viejo expediente de cuando yo era muchacho
y que sin saber mucho de la vida cometí un vaina. Era un expediente
todo olvidado pero que a lo mejor su capataz Gustavo Romero le recordó
porque bastante me conoce mi vida y con los muchos jueces que tienen
en Aragua me mandaron a meter preso para que luego me rindiera para
acompañar en todo a Ismael y al nuevo partido que llaman PODEMOS y
me dejara de defender a los chavistas, cosa en la que me comprometí
porque no quería estar preso y ya casi a los cincuenta
es triste y provoca hasta meterse un tiro eso de estar enjaulao. Muchas
cosas me mandaron a hacer para demostrarles que no los iba a dejar y
que les seria fiel como aquella de echarle paja a un amigo mió de
verdad de toda la vida que se había hecho muy chavista y de ayudar
para levantarle un rolitranco de falsía y otras cosas feas que me avergüenzan
aquí decirlo.
Pero ya me
cansé y así como Ismael nunca me ha querido y siempre me persiguió
como también hizo con el difunto Orlando que murió triste de haber
visto tanta suciedad, yo no voy a seguir callado y si quiere que me
abra el expediente del carrizo pero no me calo más ese encaramamiento.
Es que ya no se puede soportar a alguien tan mala gente salir por televisión
en periódicos y radio a cada momento y decir que el presidente Chávez
que se le nota el buen corazón es cualquier cosa perniciosa que se
le ocurra si todos sabemos en este pueblo de La Victoria que siempre
es muy al revés de lo que él dice y que la única persona de verdad
mala y llena de pensados bien feos es el propio Ismael.
Ahora si es verdad que nos fregamos si las cosas terminan la contraria otra vez por culpa de ese.
alexisgarvel@hotmail.com