Las excusas no es una actitud de los revolucionarios

Mucho se ha escrito y discutido sobre el tema del comportamiento revolucionario, igualmente se comenta en torno al problema del burocratismo. El comandante Chávez es uno de los primeros que fustiga severamente la actitud de los que se escudan permanentemente en una excusa para evadir sus responsabilidades. Creo que los peores enemigos de Chávez reconocen en él esa actitud de valentía y ese recto proceder para enfrentar las dificultades y asumir las responsabilidades.

Posterior a la insurrección cívico-militar del 4 de Febrero de 1992 y en el propio desarrollo de la misma, asume la responsabilidad de la derrota militar al no haber podido asumir el poder, lamenta los hechos y reconoce el esfuerzo y la entrega de quienes lo acompañaron. A todas luces un modelo de comportamiento revolucionario que todos los que seguimos este proceso estamos obligados a tener en cuenta. Por esos días se realizó en el aula magna un foro donde se analizó lo del alzamiento militar y la repercusión que éste tuvo en la población y dentro de las conclusiones del mismo se establecía que una de las causas más importante para que Chávez creara ese feed-back entre él y la población era el hecho de haber asumido la responsabilidad de los hechos a pesar de sus consecuencias. Chávez actúa de esta forma porque es su convicción de revolucionario que lo lleva a asumir las cosas independientemente de las consecuencias. En medio de un país en donde todo el mundo escurría el bulto, que llegara alguien que inmediatamente asumiera por la calle del medio la responsabilidad de los hechos, significo para el pueblo una identidad casi inmediata con el líder de esa insurrección.

Hago esta breve introducción sobretodo para referirme a un hecho del cual escribí el día de ayer con respecto a unas denuncias sobre el Ecocidio que se está cometiendo en Yaracuy con la extracción de arena. Ayer señalábamos que hoy serían interpelados tanto la directora regional del Ambiente, como el Representante de la Guardia Nacional y algunos representantes de los Consejos Comunales. Para sorpresa de todos, solo se presentó el representante del Consejo Comunal; ni la Representante de Ambiente, ni el de la Guardia Nacional hizo acto de presencia. Pero lo más grave aún fue una manifestación por parte de un legislador regional que la Cámara suspendió, el Legislador ayer se presentó con algunos representantes de la comunidad a reclamar, acompañado de un recurso emanado de un tribunal, su incorporación. Esto creó una situación en donde se diluyó lo más sustancial de la sesión que era la interpelación de los funcionarios antes mencionados para tratar de llegar a una salida favorable al ecosistema yaracuyano y se salió por la tangente el asunto del ecocidio. Esta situación forma parte de las muchas cosas que queremos erradicar; razón tiene Chávez cuando propone una transformación a fondo de nuestro sistema, es necesaria, estamos haciendo una revolución y los cambios han de ser radicales. Es la única forma de quitar de raíz ese cáncer que nos ha afectado durante siglos.

El título del escrito se refiere a la responsabilidad que debe tener todo revolucionario, no puede ser que quien no sea capaz de asumirla siga ejerciendo responsabilidades en cargos públicos; es más valiente, que asumir una posición de escurrir el bulto ante algo que es evidente en el estado, tomar la determinación de no seguir con una responsabilidad pública. El daño ecológico que se está causando pudiera ser irreversible y no se justifica que no se tomen cartas en el asunto y se asuma la responsabilidad independientemente las consecuencias de las posiciones asumidas. Así como condenamos la forma ligera como se hacen denuncias, ante algo que es evidente como es el ecocidio que se está cometiendo en este estado, no se puede soslayar y pasar desapercibido un problema de esta magnitud.

El pueblo de Yaracuy se merece una respuesta contundente de los organismos del estado y los niveles nacionales deben tomar cartas en el asunto; estas son las cosas que crean confusión y genera desesperanza en el colectivo. Se emite un decreto y los responsables de hacer valer este decreto se lavan las manos y solo responden que se trata de “un Show”, ¿acaso es un show que se extraiga toda esa cantidad de arena sin la permisología debida? No se justifica desde ningún punto de vista.

Ya es hora que el Ministerio del Ambiente Regional-Yaracuy le responda a la colectividad, que el organismo de la gobernación encargado de este asunto paralice este saque indiscriminado de arena y que el Consejo Legislativo asuma la responsabilidad e investigue hasta las últimas consecuencias; caiga quien caiga. Se equivocan quienes pretenden seguir ejerciendo las actitudes propias de la cuarta república, cada vez se reduce más el círculo de quienes pretenden actuar como tal. Por esta razón es que hay muchos interesados en el fracaso del PSUV; hay quienes también les interesan solo que siga este bochinche para ejecutar sus planes crematísticos. Ahora el pueblo se arma de paciencia y poco a poco ira construyendo su herramienta político-orgánica para corregir todas estas desviaciones, mientras tanto, hay que seguir la lucha y confrontar cuando sea necesario hacerlo.

Entendiendo que todo esto forma parte de un proceso de decantación que se irá consolidando en la medida que el pueblo comience a ejercer el poder, pero el poder para el beneficio de todo un colectivo, no solo para que poderosos grupos económicos se beneficien a costa de la depredación de un estado. En este punto Chávez está absolutamente claro cuando señala, refiriéndose a la extracción del carbón en el estado Zulia, que el prefiere ante cualquier daño ambiental, buscar las alternativas y dejar esa riqueza en el fondo de la tierra, si extraerla significa un daño ambiental irreversible, algo muy similar sucede con la extracción de materiales no metálicos en el Yaracuy. Para finalizar, solo quiero hacerles un llamado a todos los camaradas que tienen alguna responsabilidad en este asunto; esto no puede convertirse en un problema burocrático por cargos y esas cosas, es necesario buscarle solución a este problema y que quienes tengan responsabilidad respondan como le corresponde a cada revolucionario, como debe ser la actitud de todo el que se sienta compartir las ideas más hermosas de la humanidad que son las ideas revolucionarias y socialistas. Allí está el presidente, modelo a seguir en cuanto a responsabilidad asumida se refiere, quien no comparta esa posición, dedíquese a otra cosa pero jamás a construir la revolución y el socialismo.


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Luís Alberto Toro Ojeda

Publicista. Militante de izquierda. Integrante del Frente Bicentenario de Campesinos del estado Trujillo. Integrante del PSUV.

 latojeda@gmail.com      @latojeda

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