Matria playense (03)

Un día de playa o el Día de La Playa - Bailadores

Dedicado al Geog. José Herrera, aferrado entre Tovar y Bailadores.

"La vida te da sorpresas, oye camará!"

Rubén Blades

Así dice la vieja canción de Pedro navaja y para este caso, calza como anillo al dedo. Veamos:

El excesivo calor de estos últimos días les cayó mal a nuestros concejales de Rivas Dávila, siempre "tan motivadores" y tan innovadores, decidieron llamar a la gente -con día de júbilo incluido- para celebrar un día de playa, sol y arena, bajo la excusa que van a "establecer y reafirmar el Día de La Playa". La cosa suena cantinflérica (con el perdón de Cantinflas). Quién tenga dos dedos de frente dirá que no andan bien de la cabeza o muy mal asesorados y es verdad. De otra forma nadie entiende su interés por celebrar un día de fiesta playera que mañana deberán rectificar.

Por ejemplo; uno se pregunta ¿Cómo se puede establecer algo que no tiene el más mínimo fundamento? o ¿Cómo reafirmar una suposición?, ayuí madre mía ¿Alguien me puede explicar... quizás Mafalda? Dentro de poco este será reconocido como el día más breve en la historia de Bailadores. A pesar que el día de playa dure hasta el anochecer.

Lo único trascendente del Día de La Playa es que traerá luego de su necesaria rectificación histórica un verdadero día para celebrar y festejar en toda la jurisdicción de la parroquia Dr. Gerónimo Maldonado,h., lástima que ya nadie guarda un litro del hinojado de Don Liborio tan famoso en su época como lo es ahora el del cuñado Óscar Silva para poder brindar. Bien lo dijo el poeta Alexander Pope en su célebre frase: "Errar es de humanos, perdonar es divino, rectificar es de sabios", pero insistir en el error por no dar el brazo a torcer es más que una torpeza. La Playa se merece lo mejor y esta era la mayor oportunidad para dárselo y que más de un día para celebrar fuese todo un calendario festivo que enrumbe La Playa con "…proa a Dios" y "popa al infinito" haciendo posible el anhelo de su primer cronista y Maestro de generaciones Don Mario H. Codina.

En la Matria playense (4) explicaré porque es un desacierto considerar el 26 de junio de 1929 como la "Creación oficial de la Aldea La Playa…" confiados en una apreciación errada de lectura del cronista. Los documentos históricos deben ser leídos en su totalidad y sometidos a la crítica interna -que esclarece su sentido- y la externa -que determina su legitimidad- tal cual recomiendan los tratadistas de la materia. En mi caso soy neófito, pero no me dejo llevar por las emociones. Lo importante no es quien lo dice o hace primero sino quien lo dice y lo hace bien. De apurados está lleno el degredo de la Historia.

A pesar de cualquier desavenencia, mi intención ha sido y siempre será la de contribuir en lo que este a mi alcance con miras a que la historia de Bailadores y en este caso de La Playa sea consistente, convincente y transcendente, por eso en primera instancia acudí al órgano competente (el Concejo) y ante su negativa en rectificar decidí escribir y plantear un plan ambicioso de constituir un Centro de Documentación de los Saberes de la Playa y seguir colaborando con artículos que ayuden en ese sentido. No soy el culpable de nada de lo que pasó. Me topé con esta situación y más bien he tenido que quitar tiempo de otras ocupaciones para desmentir necedades.

Celebro y felicito la participación del pueblo en las actividades planificadas, en especial a los habitantes de la comunidad Mesa de la Laguna que están orgullosos de conmemorar estos 94 años de la elevación a la categoría de aldea que no es el 26 de junio sino el 9 de agosto de paso, que en nada vincula con La Playa que ya ostentaba esta misma membresía desde principios de la segunda década del siglo XX. El hecho que las autoridades lo ignoren no lo borra de un plumazo.

Concluyó con las palabras completas prestadas de Don Mario Heberto Codina, quien en 1957 expresó: "Allí cerca, por entre este hermoso valle, a la margen izquierda del río y a la vera del camino y custodiando de uno y otro lado por las moles inmensas de la cordillera de Tovar. Esta LA PLAYA barca velera anclada a la orilla del río que no ha muchos años, para guarecerla de su morador, dejaron allí estacionada, pequeña, plateada de luz y sol, y mecida por la suave brisa que baja de sus páramos, la barca velera, proa a Dios, popa al infinito" Esa es la historia de unas pocas casas fundacionales en el oratorio de San Vicente al centro poblado donde imponente se plantó su iglesia con la imagen del santo de la devoción que un pintor de "brocha gorda" dejó plasmado sobre el "duro y viejo pardillo", distinguiéndola entre muchas por la calavera sobre el libro en su mano izquierda.

Muy cercado a este día está el aciago 29 de junio de 1910, Día del apóstol San Pedro, -por cierto el reventón de 1610 fue el Día de San Juan, sin fuego ni hogueras,- cuando las quebradas se desbordaron y el río volvió a sus antiguas andanzas barriendo a su paso y con su furia todas las casas y cultivos de La Playa arriba, no quedó una en pie, fueron tantos los damnificados que el socorro no se hizo esperar y como el río no regresó a su legítimo lecho los pobladores decidieron venirse al centro y establecerse, naciendo La Playa en lo que antiguamente fue la playa del río y no como todos hemos creído -me incluyo- que fue por el terremoto.

Dos años más tarde, en 1912 se impulsarían los trabajos de construcción de la nueva capilla proyectada desde 1879, esta última etapa se debe a la iniciativa de don Gerónimo Maldonado y don Jesús Carrero. La torre y el frontis fue después en 1919, por empuje de don Manuel Pulido Pulido. Trabajos que fueron terminados y bendecido el frontis el 24 de abril de 1927, hace 96 años. Así la capilla ya era iglesia y en lo más alto de su fachada se podía leer la execración de Jesús a los mercaderes del templo: "Mi casa es casa de oración…" (Lc. 19, 45-48)



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Néstor Abad Sanchez


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