En Puerto la Cruz existió un restaurant, en donde el propietario practicaba un sistema muy singular de control del personal, es decir al mesonero N°1 le ordenaba controlara al mesonero N°2, a este le exigía supervisara al barman, al que le ordenaba estuviera pendiente de la cocinera, y a ella por supuesto le imponía controlar a la ayudante revisando sus labores. Él a su vez se preocupaba en ver lo que hacia el mesonero N°1. No necesitaba jefe de personal.

El dueño de la empresa más que el equilibrio del equipo de trabajo, buscaba el control total con un sistema de vigilancia que se prestaba para crear problemas, pues si uno de ellos se disgustaba en ese centro de espionaje, inventaba cualquier cosa para hacer despedir al compañero de trabajo. Al final se quedó con un solo empleado para luego cerrar las puertas del negocio.

El ciudadano gobernador del estado Anzoátegui Luis José Marcano, aplica un sistema bastante parecido en el ejercicio de sus funciones no sabemos si es que desconfía de los empleados residentes en esta entidad federal o simplemente pretende mantener un control férreo sobre las instituciones de la región. En lo primero, son muchas las personas que ha traído de Caracas a ejercer funciones administrativas.

Inclusive dándoles responsabilidades no acordes con sus conocimientos, destituyendo médicos directores de hospitales, para sustituirlos con licenciadas en trabajo social. Extraña manera de gobernar, pero en las otras posiciones es hasta meticuloso. En la presidencia del parlamento regional colocó a una dama que no da ni frio ni calor, no hace bulla, ni siquiera el tiempo que fue alcaldesa encargada de Barcelona (Anzoátegui).

Aún así tiene de vicepresidente a un diputado muy leal y trabajador llamado Andrés (Chino) Márquez, quien al parecer es el operador político en el Consejo Legislativo Regional. Este mismo Chino Márquez fungió de jefe de campaña bajo sombras, cuando Vielma Mora desapareció. También aplica ese concepto de contrapeso con este mismo parlamentario en la dirección del partido, a pesar de estar de segundo al mando en la dirección regional, es con quien tiene mejores relaciones.

La cuestión no tiene medida, si con la misma alcaldesa de Barcelona, Sugey Herrera, ha aplicado las mismas medidas de supervisión. Nombró como directora general a su propia esposa, a la primea dama del estado, por lo demás sobrina de Cilia Flores, todo un peso pesado. En el cargo donde estaba la actual alcaldesa, posición donde controlaba todo el aspecto financiero, razón por la que aparentemente destituyeron a la otra alcaldesa encargada, al protestar ante esa situación.

Realmente no queremos que el ciudadano gobernador fracase, tal como le sucedió en el tiempo de alcalde de Barcelona, en donde colocó de contrapeso a una tía que no le ayudó en nada. El particularmente se rodea de personas sin liderazgos que no le hagan peso ni hoy ni en el futuro. Por ejemplo el secretario de gobierno es un completo desconocido, parece que se lo trajo de Cantaura, no conoce a la gente anda, en las nubes.

Difícil conocer el futuro, pero como mueve las piezas Luis José Marcano, en ese tablero personal, pareciera estar preparando su salida para Miraflores, pudiendo controlar desde Caracas, al estilo Aristobulo, la administración regional. Ahora con un ingrediente más fuerte, nada de extraño tendría que promocionara a la esposa para que lo sustituyera en el cargo.