La mala estrategia de Barreto Sira

Se le acaba el tiempo al gobernador de Anzoátegui, su administración fue completamente nula. No se puede hablar de obras, mucho menos del buen trato con las personas. La inasistencia a su sitio de trabajo fue la constante. Nadie cree en su reelección. Le fallaron todas las estrategias. La idea de amarrarse con Guaido completó su naufragio en el mar del olvido.

Pelearse con su propio partido fue su primer error, distanciarse de los que lo ayudaron a llegar es una simple muestra de la falta de solidaridad. Confundió la majestad de la gobernación con un liderazgo pueblerino que en medio de las necesidades de la gente esperaba viniesen arrodillarse a sus pies para conseguir trabajo.

El retiro de las personas de su confianza le rompió la columna vertebral. Se marchó Placido Malavé, excandidato a alcalde de Barcelona. Sergio Padrón de la secretaría de gobierno y diputado suplente, José Luis Cedeño exconcejal y exdiputado, ahora en Vente. Pero sobre todo el hecho de sentirse superior a Henry Ramos Allup, al diputado Padilla y al exsenador Otto Padrón Guevara, de alguna manera le sirvió para abrir su propia fosa política.

Mención particular tiene la reciente salida del director de turismo, Gilberto Román. Se cansó de estar inoperante. Le sucedió como a la primera directora de cultura que tuvo Barreto, renunció porque en un año no pudo entrevistarse ni una vez con el gobernador. Gilberto era la reserva moral que le quedaba a esa nefasta gestión, pero no aguantó más.

Hoy no tiene a nadie, Roger Ayala, actual secretario de gobierno, no es ni fue líder en Puerto La Cruz, en donde aspiró la alcaldía, su aporte allá será insignificante. Gonzalo Barreto solo sirve de mensajero, y Miguel Arismendi luego de ser alcalde en El Tigre, quedó de comodín de la política regional, igual es amigo de los adecos de Bernabé, como un día fue de Tarek William Saab. En su etapa de jubilado ve la actividad política como un hobby.

Barreto sabe que de nada le servirán las 12 jovencitas con pantalones cortos repartiendo volantes. No tiene cara para ir a los barrios. De tal manera que solo le queda intentar desprestigiar a los contendores en especial a los que no estén rayados, ni atados a las prácticas tradicionales de ejercer la política.

Para ese fin tiene al jefe de prensa que mediante las redes, crea varios personajes difamando con guiones llenos de falsedad, el buen nombre de personas honestas. José Dionisio, tuvo mucha culpa en la derrota de Placido Malavé cuando era coordinador de Un Nuevo Tiempo. Y en Lechería les cerró la puerta a todos los periodistas mientras era jefe de prensa de esa alcaldía.

Hoy viene a rematar su carrera, terminando de colocar contra la pared a Barreto Sira, que desesperado y ante el temor de no poder reelegirse se inspira en guerras sucias. Ya todos comentan que las aspiraciones del actor y empresario Jaime Araque, lo dislocaron, sin iniciarse siquiera la campaña electoral.


 



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Claudio Schiveci

Exdirigente juvenil en el Liceo Cajigal de Barcelona, Cofundador de la revista Horizonte, redactor de la revista cultural Candilejas. Columnista en los diarios El Metropolitano, La Nueva Prensa de Oriente y Diario Impacto en Anzoátegui.

 claudioschiveci@gmail.com

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