El legado de Manuel Ferreira en Urbaneja

El 5 de este mes de marzo se publicó la noticia en medios locales y nacionales sobre la desarticulación de una red de explotación sexual de menores de edad, información dada por el comisionado de la policía regional Power Cano. En la nota se hablaba del arresto de un individuo de 47 años, de nombre Ezequiel Hipólito Salazar Rodríguez. Lográndose la detención en el sector conocido como Playa Cangrejo. El jefe de la banda organizada de acuerdo a las investigaciones, explotaba sexualmente a seis menores de edad, con un promedio de quince años.

Este es el tipo de noticias que produce la administración de un alcalde que está más pendiente de aumentar los impuestos a los comerciantes que de la realidad social de la comunidad. No le importa cuantas santa marías han bajado debido a la voracidad fiscal implícita en raspar la olla, impidiéndole al alcalde ver la verdadera en el municipio Urbaneja.

Allí existen cuatro escuelas de futbol de campo y no hay ni una cancha publica, únicamente funcionan las de La Vino Tinto donde se pagan 40 dólares por hora. Las propuestas que le han llevado a Ferreira para la construcción de un sitio público y gratuito las ha ignorado. Es de los que piensa que el deporte no da votos.

La falta de apoyo al sector cultural por parte de Manuel Ferreira no tiene nombre, pareciera que la única cultura que conoce es la de hacer dinero sin importar el daño que haga. Uno no sabe bajo cuales banderas aspirará la reelección, si hasta la misma juventud le sacó el cuerpo, los pocos que tiene a su lado son tarifados a la orden de sus arbitrariedades.

En ese cuadro que se puede esperar, nada de extraño tiene que un inmoral se aproveche de la situación convenciendo a jovencitas de ejercer la prostitución, eso es realmente lo que está sembrando Manuel Ferreira. Aislado por completo de instituciones regionales y nacionales que pudiesen aportar planes e ideas para solventar la crisis social del municipio.

Ya va acabar con la inversión en Lechería, con centros comerciales vacios como monumentos a la desidia, no hay gerencia mucho menos piensa en el bien de la comunidad. Hasta donde está a nivel de siquiatra porque con ese cuadro en qué cabeza cabe una posible aspiración a la gobernación del estado.

Interesante seria saber quien lo asesora, debe ser especialista en aumentarle el ego a los extremos de subírselo hasta convertirlo en un Narciso, ojala no le pase como al original que de tanto admirar la belleza de su imagen en el agua, terminó cayéndose y ahogándose.

Lo del turismo es punto final, usted ni siquiera ve gaviotas ni alcatraces, ahora resulta que la atracción son los zamuros, la numerosa cantidad de las aves cubren el cielo de Urbaneja al igual que las principales calles y avenidas, comiendo basura. Eso es lo que ha traído Manuel Ferreira, zamuros y buitres, unos se comen los desechos sólidos y otros hacen negocio con el servicio del aseo urbano.



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Claudio Schiveci

Exdirigente juvenil en el Liceo Cajigal de Barcelona, Cofundador de la revista Horizonte, redactor de la revista cultural Candilejas. Columnista en los diarios El Metropolitano, La Nueva Prensa de Oriente y Diario Impacto en Anzoátegui.

 claudioschiveci@gmail.com

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