Que la historia no se repita en Carabobo depende más de la verdad y la consulta al Pueblo

En este estado Carabobo el proceso bolivariano, que es lo mismo decir el pueblo, no ha visto ni sentido la correspondencia con los postulados de la revolución de Chávez, entiéndase, gobiernos realmente populares que hayan podido dar al traste con la aún presente gobernanza burguesa, ante esta experiencia negativa se hace exigente una revisión retrospectiva hacia el futuro, lo más franca y amplia posible si queremos escribir otra historia a partir del 16/Oct.

Veamos. con la llegada del Comandante Chávez a la presidencia en 1999, un poco más adelante en el tiempo con el chavismo se ganan casi todas las gobernaciones del país, sin embargo, habiendo sido derrotado el viejo Salas por Hugo Chávez en las primeras presidenciales, una de las excepciones fue Carabobo, pues, en este estado increíblemente siguieron ganando los Salas R., los principales y confesos exponentes del neoliberalismo, éstos, sin ninguna oposición y bajo un inusitado silencio, siguieron imponiendo la política antipopular que ya se les conocía, peor aún, sin haberse querido profundizar en las causas políticas que conllevaron a sus respectivos gobiernos en Carabobo.

Oh, apareció un cambio, pero…

En el año 2004 con apenas el 51,25 % el chavismo gana la gobernación de Carabobo con L. F. Acosta C. Este triunfo fue diluyéndose en desviaciones derechistas que poco a poco fue tragándose la burguesía carabobeña, entre otras causas, por la falta de voluntad o incomprensión política de quienes regionalmente estuvieron llamado/as o tenían la primera responsabilidad de implementar las correspondientes correcciones políticas, eso sí, hasta ahorita nadie de lo/as involucrado/as ha presentado un balance al respecto, por el contrario, pasaron la página y todo siguió igual.

Mario Silva en Carabobo como candidato en el 2008

La candidatura de M. S. tuvo la suerte de ser la primera escogida por las bases en unas elecciones primarias auspiciadas por el mismo Comandante Chávez, en esta contienda participaron, Francisco Ameliach y Argenis Loreto entre los más resaltantes. Aprovecho para referirme a un solo punto referencial para no entrar en otros aspectos de mayor relevancia política; esta elección se perdió con el Pollo habiendo obtenido este apenas el 47,50% de los votos, mientras Mario S. sacó el 44,52 y Acosta C., quien también se lanzó en nombre del chavismo, solo obtuvo el 6,56. Este resultado trajo varias conjeturas que deben despejarse; una: en ocasión de la suma a los porcentajes de los votos chavistas de Mario y Acosta, nos da el 51,08 lo que hubiera sido suficiente para ganarle al neoliberalismo de los Salas R.; dos: agregándole más condimentos al caldo para un mejor gusto, recordemos que en esas mismas elecciones el chavismo carabobeño ganó 12 de las 14 alcaldías, entre ellas, algo realmente extraño, la emblemática y oligárquica de Valencia; tres: a pesar de perderse la gobernación el chavismo obtuvo mayoría en el Consejo Legislativo de Carabobo. Qué pasó allí, por qué esa incongruencia, aún no se sabe porque el silencio oficial y el extraoficial siguen marcando la pauta; cuatro: recordemos que el chavismo fue dividido a las elecciones por gobernación en el 2008, asimismo, la derecha lanzó tres candidatos bien representativos en las municipales, por lo tanto, si pensamos en la premisa que señala algo así como que en política nada es casual, no sería descabellado señalar que extrañamente cedimos la gobernación de Carabobo y ellos "nos cedieron" la alcaldía de Valencia.

En este 2008 los Salas retoman el gobierno eso sí, con un plomo en el ala que lo hacía vulnerable ante el Consejo Legislativo que siguió siendo de mayoría chavista, claro, esto hizo pensar que los Salas R. esta vez no volarían, porque se había puesto de pechito su salida en dos años mediante el referendo revocatorio, sin embargo, fue todo lo contrario, el Pollo siguió y terminó completico su gestión sin obstáculo político alguno, es más, gozando y acabando con los recursos económicos y políticos, no solo en lo neoliberal ya concebido sino que se dio el lujo de conspirar abiertamente contra el Comandante Chávez, esto por supuesto, sin que los legisladores de entonces dijeran estas bocas son nuestras, o más bien, hicieran algo para impedirlo.

Será que el año 2012 el trueque se consolida como jugada de alta estrategia política electoral en Carabobo?

Luego de las "jugadas maestras o de alta calidad táctica" aparecidas en el 2008, muchas de ellas incomprensibles en tanto que favorecieron estratégicamente a los enemigos históricos del pueblo carabobeño, todo siguió y sigue igual. En diciembre 2012 vienen nuevamente elecciones a gobernadores y en Carabobo el candidato único por el chavismo escogido por el dedo del Comandante Supremo fue Francisco Ameliach, con quien, a decir de Chávez, se ganaría la ganador de la gobernación de Carabobo y, en efecto, electoralmente la ganó, le agrego yo: políticamente no.

El entonces candidato se viene definiendo como un estratega y artífice la materia electoral según sirios y troyanos, ahora, démonos cuenta que los adversarios, opositores y enemigos, increíble o intencionalmente, si pensamos en su manifiesta rabia de clase contra el chavismo popular, presentaron ocho, sí, ocho (8) candidatos para esta contienda; por supuesto, ante tamaña división de la derecha ganó Ameliach. Dejada la mesa servida para visualizar la alta capacidad estratégica vinieron las municipales del 2013 y todo volvió a su cauce tras el acomodo político, "…o sea…", el chavismo retomó la gobernación y la derecha, además de mantener a Naguanagua y San Diego, recuperó su oligarca alcaldía valenciana así como Montalbán y Bejuma. Todo esto permitió que transcurrieran cinco largos años sin que nada cambiara en Carabobo, excepto lo relacionado con el dolor ante la perdida física del Comandante Hugo Chávez y con ella el arrecio de la guerra contra el pueblo hasta nuestros días.

Rafael Lacava 2017, una incógnita impredecible?

Independientemente de las convicciones políticas y la disposición que tenga Rafael Lacava, éste cuenta con dos baluartes principales que le hacen mayor referencia y aceptación mayoritaria para la contienda electoral a la gobernación de Carabobo, a mi juicio son: Una: no sé si por fortuna o planificado, Lacava fue el único nombre que disonó el anuncio que hizo el comandante Chávez sobre la candidatura de Ameliach en la Av. Aranzazu de Valencia el 05 de agosto 2012, donde, es justo reconocerlo, fue la primera irreverencia popular que se atrevió a contrariar al máximo líder con una inusitada señal de brazos alzados y grito conjunto de Noooo!, a la que el Comandante ripostó: que era Ameliach. Allí quedó una sensación de inconformidad murmurada y de tragos amargos cual muchachos regañados que, al pasar de los años y los resultados de la posterior gestión y equipo de gobierno de Ameliach, se fue convirtiendo en una especie de fantasma colectivo que recorría el clamor de los carabobeños quienes gritaban una veces en silencio otras no tanto con un "…mejor hubiera sido Lacava…"; Dos: la imposición de las bragas amarillas como sanción contra los para-soldados "bachaqueros" inconscientes o no, que siguen siendo utilizados por la derecha para disparar la especulación criminal contra el pueblo indefenso, quien las percibió como un ejemplo a seguir sin miramientos y al amparo de los derechos colectivos del ciudadano, todo gracias a la impunidad reinante de toda "autoridad institucional" relacionada con la justa comercialización de alimentos y medicina como rubros principales. Lacava con esa acción no solo fue temerario, que es bastante decir, si no que fue oportuno ante el clamor del pueblo; esto podríamos asemejarlo sin temor a equivocación refutable, que de haberse consultado en una concentración popular igual a la de la Av. Aranzazu, el grito y los brazos del Pueblo hubieran sido un rotundo Siiiii contra los bachaqueros, que de seguro esta vez exige que sea igual contra los bachaqueros de toda calaña.

Ahora, de qué y de quiénes depende que en Carabobo el proceso bolivariano se consustancie con los postulados de la revolución chavista y no sea otra frustración más con el gobierno de Lacava. Primeramente hará falta que se comprenda la angustia del pueblo y se tome con toda la responsabilidad de los casos las exigencias de solución a los inmediatos y bien sentidos problemas, para ello la verdad dicha y escuchada debe estar para hacer a la hora del día en la nueva gestión, esa verdad debe comenzar con la necesaria y transparente revisión de lo que se consiga de la gestión saliente para saber con qué se cuenta y dónde están los obstáculos de toda índole, tamaño y responsables directos e indirectos, pues, de mantenerse agazapado/as o descarado/as seguro intentarán perturbar la relación pueblo-gobierno que recién nace. Por otro lado, se tienen que implementar las más variadas consultas abiertas y amplias, más allá de las particulares cúpulas y cupulitas que bajo el silencio vienen siendo alimentadas desde el poder real a cambio de un sí que lamentablemente las sepulta. Por esto y mucho más, con la misma irreverencia de la Aranzazu en agosto del 2012, el pueblo a brazo alzado y al unísono sabrá decir en su razón colectiva, no solo Siiiii o Noooo, sino que estará plenamente dispuesto para proponer y acompañar las acciones revolucionarias del nuevo gobierno; esto permitirá a las distintas organizaciones sociales y políticas con sus respectivas vanguardias, dispuestos a vencer ese sectarismo pernicioso y cuetero (buscador solo de cuotas de poder) e integrarse el Poder Popular verdadero, para juntos desperdigarse en toda su dimensión y decirle al Libertador Simón Bolívar y al Comandante Eterno Hugo Chávez, que en Carabobo hemos empezado a romper definitivamente con el maleficio mantuano que en 200 años la ha causado tanto daño a la Patria, la Cosiata.

 



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Gustavo C Vásquez


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