Las movilizaciones masivas con el pueblo y diferentes sectores de la vida social larense, sus apariciones y declaraciones en los medios de comunicación social, su experiencia en el ámbito de las decisiones públicas, su valentía al encarar situaciones difíciles, nos hace estimar una victoria contundente de Carmen Meléndez, la candidata por el PSUV y el Gran Polo Patriótico en las venideras elecciones para gobernadores de estado. Incluso, una encuesta regional publicada en su propia cuenta "Twitter" del estimado politólogo Piero Trepiccione, de quien se puede decir cualquier cosa, menos que es chavista, da como resultado lo siguiente: Carmen Meléndez: 51%, Henry Falcón: 34%. No votará: 12% y Lo está pensando aún: 3%. La pregunta era: "El próximo 15 de octubre habrá elecciones para gobernador. Si ud. vota en Lara ¿qué hará?". Dicha encuesta fue publicada el 30 de septiembre, a apenas 15 días de las elecciones.
En Lara ya el pueblo está hastiado, cansado, desencantado de la estafa que significó Henry Falcón en la gobernación. Allí llegó con el apoyo del pueblo chavista revolucionario, al que luego traicionó por sus ambiciones personales y quien traiciona no es digno de confianza de nadie. Como dice el pueblo, el traidor siempre será persona de no confiar. Así como traiciona a su causa originaria, puede traicionar la nueva causa que abraza. Es la tragedia de Falcón, a quien en Lara se le conoce mejor como "el falsón".
Este "saltimbanqui" de la polítiquería, el Ismael García de la política larense (y esto es una caracterización, no un insulto), ya no puede engañar más. Sus permanentes fraudes a la confianza de la ciudadanía le han granjeado el malestar tanto de los sectores de la derecha, de la izquierda y de la "sociedad civil" de Lara. Este falsón de la pequeña y ruin expresión de la politiquería se ha caracterizado por inaugurar obras que no termina jamás, gastar dinero público en costosas campañas publicitarias para autovanagloriarse, dejando calles rotas, aceras destruidas, vías destrozadas, monumentos a medio construir, debiendo el gobierno nacional terminar lo que este improvisado gobernante deja inconcluso. Se acostumbró mucho a la viveza criolla que tanto daño ha hecho a la sociedad venezolana.
De allí que la candidatura fresca, de una mujer decidida y de hablar directo ha calado en la sociedad del estado Lara. Realmente se respira viento fresco, brisa agradable, aroma de victoria en un estado caracterizado por la conciencia y la organización popular. La esperanza, la ilusión que ha despertado la candidatura de Carmen Meléndez frente al continuismo y a las ideas gastadas y cansadas (no sabemos si de tanta carrera y escasa imaginación) del lamentablemente actual gobernador.
Debe entonces la nueva gobernadora encarar los retos que le presenta la realidad social larense. Ella ha recorridos barrios, urbanizaciones, caseríos, pueblos, así como en los encuentros que ha venido sosteniendo con diversos sectores de la sociedad de Lara, le han permitido avizorar de manera profunda, solidaria y sensible, las necesidades reales de nuestro pueblo. Por ello el lema de la almirante (o almiranta, no vamos a discutir por el término) se hará realidad y la esperanza que representa convertirse en concreción del pueblo.
