Mientras la Zona Industrial de Maracaibo y San Francisco, en el Estado Zulia, se está quedando desolada, en las áreas residenciales ya no se puede vivir, por la cantidad de comercios y empresas con un uso que no siempre es compatible con la convivencia y el bienestar general de la comunidad.
E n esta oportunidad nos referimos al Barrio Sierra Maestra del Municipio San Francisco, Parroquia Francisco Ochoa, caracterizado desde su fundación (a finales de la década de los 50, específicamente entre los años 58 y 59; de allí su nombre, dado a que coincide con el triunfo de la revolución cubana, justamente en la Sierra Maestra de Cuba) por ser uno de los Barrios modelos en organización y planificación, contando con vías dedicadas al comercio, panaderías farmacias, clínicas, supermercados, servicios para automóviles (autolavados, autoperiquitos, venta de cauchos, venta de repuestos por bojote) ferreterías, librerías y venta de licores por bojote también, entre otros tantos.
Tradicionalmente el comercio había estado ubicado en la avenida 15, la calle 10, la 18, la 13 y más reciente la avenida 10. El caso es que hoy al Consejo Comunal, nos llega con mayor frecuencia la situación de que parcelas que anteriormente eran ocupadas por familias, son transformadas por sus propios miembros o porque las han vendido o arrendado a otros, en frigoríficos, talleres, depósitos, ferreterías, autolavados y hasta antenas telefónicas; esto dado a que los terrenos en su mayoría, son amplios lo que permite una variedad de usos, usos que en algunos casos se convierten en generadores de enfermedades respiratorias, de alergias en la piel y ojos. Por otro lado, son violatorios de la entrada de iluminación y ventilación en las casas que son directamente perjudicadas.
A lo anterior se le suma, el riesgo que plantea sobre todo al peatón la entrada y salida de camiones de carga y descarga de productos, olor fuerte a gasolina, pintura, tiner y otros tantos productos químicos que se utilizan en talleres mecánicos, de latonería y pintura, carpinterías, entre otros; además se ha hecho común observar como luego que salen del taller mecánico, los conductores arrancan sus vehículos probando los frenos y picando cauchos, comportamiento que también deteriora el buen vivir.
Hay sectores en nuestra comunidad, específicamente el Sector 7, donde se hace difícil y hasta arriesgado transitar, sobre todo a los adultos mayores y a niños; vehículos estacionados de un lado y otro de las calles, los frentes de las casas abarrotados de carros, cavas, gandolas; después de las 7.00 p.m. hasta las 8.00 a.m. del siguiente día, se convierten en áreas solas, medio oscuras, que se prestan al asalto de los peatones y al aparcamiento de vehículos desconocidos, entre otras situaciones.
A la par de esto, como ejemplo a seguir, también la misma amplitud de los terrenos ha permitido lo que hemos observado como proyecto muy inteligente y es que cada vez más familias resuelvan el problema habitacional de sus hijos, construyendo en el mismo terreno hasta tres y cuatro casas, según sus posibilidades, de allí que algunos proyectos resultan muy bien planificados y construidos, con sus árboles y jardines; otros con deficiencias y falta de planificación, no obstante, se convierte en una muy excelente idea para el Ministerio de Vivienda y Habitad, quien puede participar asesorando a las familias y facilitando créditos.
Un llamado a los órganos competentes es a detener esta avanzada, ya que no nos explicamos: por un lado, el presidente esté comprometido en recuperar terrenos adecuados para la construcción de viviendas, acaparados por medianos y grandes empresarios y por otro lado, espacios adecuados ya existentes, sean poco a poco acaparados por viejos y nuevos empresarios, sin atender si el uso para el cual lo destinan, se ajusta a las ordenanzas y lo que es peor, hacen caso omiso a los efectos que ocasionan a la normal convivencia y buen vivir de los ciudadanos, quienes en su mayoría son fundadores; a la larga se ven o nos vemos en la necesidad de emigrar .
Solicitamos expresamente, que las zonas residenciales se preserven y se mejoren en su organización, no entendemos que en pro de un supuesto desarrollo en razón de un mayor comercio, se desmejore la calidad del habitad de las zonas residenciales.
No necesitamos vivir en villas, para escapar del acoso de comercios que surgen a diario, deben ser reubicados en zonas destinadas para ello.
Señor Presidente hágase eco por favor de esta situación, estamos seguros que no sólo pasa en Sierra Maestra, Municipio San Francisco del Estado Zulia. En la avenida 15 ya no queda un solo árbol, se han eliminado para dar prioridad a estacionamientos SOS por favor.
(*) Consejo Comunal Renacer 7”A”* estado Zulia
