Sucre… ¿Por qué tanto descontento?

El balance que uno pudiera hacer aquí en el estado Sucre de este año que ahora culmina es sencillamente preocupante para la construcción del estado Socialista y el avance de la Revolución Bolivariana. Es imposible no asumir una posición crítica y autocrítica de cuanto acontece en una entidad  cuyo historial libertario obliga a todos nuestros habitantes a ser irreverentes, contestatarios y verdaderamente revolucionarios. Indiscutibles legados de nuestro Mariscal Sucre. Lamentablemente nuestra suerte se ha topado con  dirigentes de todo calibre, convertidos a la postre en obstáculos  para las posibilidades de progreso y convertir en  permanente presencia la sombra de Berruecos, cual fantasma que nos persigue. 

Les aseguro que a esta altura del año y del proceso revolucionario quisiéramos escribir las mejores noticias para el estado Sucre. Aspiramos hacerlo. Por ahora no llamar la atención acerca de notorias desviaciones es un engaño. No decir que la constante es el descontento  y  empeñarse en no revisar sus causas  para rectificar, por supuesto  es no tener los pies sobre la tierra o no vivir aquí. Asimismo es oportuno reconocer el esfuerzo y consecuencia de algunos funcionarios (Miguel Tenía, el catire Meneses, entre otros) adscritos al ejecutivo regional, empeñados en dar lo mejor de sí por una gestión que el 26-S fue evaluada con  lastimosos resultados. 

Lo cierto es que el sucrense del 2010 aspira rectificaciones en la dirección del estado. Si el ciudadano gobernador o su tren ejecutivo consideran que uno de los problemas importantes en esta entidad  es el burocratismo y no la situación presupuestaria y financiera en las instituciones bajo su dirección, ha debido tomar la medidas pertinentes sin descalificar, humillar y someter al escarnio público a funcionarios, a sabiendas  de la responsabilidad que tiene el gobierno nacional y regional de dar respuesta a un problema crucial como es el empleo.   

Lo cierto es que el sucrense es un ciudadano insatisfecho porque no ve respuesta a sus aspiraciones colectivas. No pedimos obras monumentales. En el caso de los trabajadores adscritos al ejecutivo regional lo único que exigen es que se le paguen sus deudas y se cumpla con los compromisos de contratación. Y  ante todo esto,  resulta que el Presidente Chávez paga los platos rotos. Porque después de todo cuanto ha sucedido en Sucre, la gente revolucionaria o no que antes dudaba si  Chávez sabía o no lo que aquí ocurría, ahora no duda. Motivos suficientes para que aparezcan y se apliquen las erres o el abecedario completo con todo vigor y rigor.

juan_azocar@hotmail.com



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Juan Azócar


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