5 razones para no creer en los "profetas del desastre": la economía venezolana resistiría una nueva crisis capitalista...

Como cada año, los “profetas del desastre” de la economía, c’est à dire, los “Chicago Boys” o, mejor dicho, los “Chilacagan Boys (y no tan ‘boys’), reinciden en la estúpida perorata de siempre acerca de la “hecatombe” que se aproxima en la economía venezolana. He aquí ciertos elementos para reírse y no creerles:

5- Desde hace 11 años, los “economistas” que durante la Cuarta República entregaron el país al Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional y al Club de París, además de QUEBRARLO, han estado anunciando una catástrofe que NUNCA llega. ¿Será que gente así puede tener una pizca de credibilidad para alguna mente sensata y pensante?

4- Una de las razones por las cuales la economía venezolana ha experimentado un crecimiento negativo en los últimos tres trimestres, es debido a los coletazos de la crisis más grave que haya experimentado el sistema capitalista en 80 años. No es para menos. Habrá que recordar que los precios del petróleo se desplomaron de un tope de 140 dólares, a menos de 30 dólares por barril, en un período de pocos meses. Justo ahora sufrimos las consecuencias de ese drástico “bajón”. Sin embargo, si comparamos nuestra realidad con la de otras naciones del orbe, podríamos afirmar que la economía criolla está más estable y sólida que nunca. La cifra de desempleo (6,6%) es mucho menor que la de Estados Unidos (10%) ó España (+20%), nuestras reservas internacionales son altísimas (+33 mil millones de dólares) y el poder adquisitivo del salario mínimo es uno de los más altos de América Latina y el mundo. Venezuela ha sido la única nación del planeta –en plena Segunda Depresión capitalista- donde se han aprobado incrementos del salario mínimo por el orden del 20 y 25%, en los últimos dos años. En México, verbigracia, tales aumentos no sobrepasan el 3%.

3- ¿Dónde estaban los “profetas del desastre” en 2007 y 2008, que no supieron predecir la explosión de la burbuja inmobiliaria en Estados Unidos y Europa, y la posterior crisis financiera global? ¿Dónde estaban Emeterio Gómez, “Teochoro” Petkoff y Pedro Palma, entre otros, que no dilucidaron el desastre que se avecinaba en la economía capitalista a pesar de las innumerables alertas? ¿Dónde carajo estaban, pregunto yo? ¿Y ahora me van a venir con el cuento de “allí viene Lobo” a la criolla? ¡No me jodas!

2- Durante muchísimos años, luego de la caída del Muro de Berlín en 1989, una gran cantidad de opinadores “sin oficio” se dio a la tarea de ensalzar las tesis neoliberales: que si el Estado sólo debía limitarse a fiscalizar; que si el Estado era incompetente y torpe; que si la iniciativa privada era la panacea de la Humanidad; que si la “mano invisible” del mercado lo arreglaba todo. ¡Bla, bla, bla! A pesar de ello, cuando en Estados Unidos, Alemania o Japón, un empresario ultraliberal quiebra su empresa por INCOMPETENTE, sale como “peñonazo de meretriz” a pedir un “auxilio” monetario al Papá-Estado. ¿Entonces? ¿No y que el Estado no servía para nada? Cuando los apologistas neoliberales espetan que todo va mal, es porque en realidad VAMOS BIEN. Así duela.

1- Venezuela es un país con enormes riquezas minerales y de hidrocarburos; disponemos de la reserva de crudo más cuantiosa de “la esfera azul”. Tales recursos naturales no renovables son un respaldo económico INDISCUTIBLE en un planeta cada vez más ávido de energía y metales para el desarrollo industrial, científico y tecnológico. Nuestras reservas internacionales (*) están conformadas, en un vasto número, por oro y otras divisas reconocidas distintas al dólar estadounidense, lo cual implica una fortaleza en el caso muy probable de que la moneda del Imperio sea desplazada de su sitial clave en la economía global. Sólo las naciones como Venezuela, con un contundente potencial energético y con grandes cantidades de oro en sus bancos centrales, lograrán jugar un papel preponderante en el nuevo contexto económico internacional.

Por éstas y otras razones, los “profetas del desastre” siempre estarán confinados a ser un grupito de infelices consumidos en su rabia, su envidia y su delirante pitiyanquismo. Con una “oh-posición” tan inepta y apátrida, Chávez podría quedarse hasta el 2100 ó más. ¡No pasarán!


(*) En el diario Últimas Noticias del pasado 7 de marzo, página 17, se puede leer la siguiente noticia: “El BCV prevé aumentar sus reservas en oro”. Según la nota periodística, el principal instituto emisor aspira aumentar la adquisición de dicho metal precioso para convertir el 60% del oro residual en oro monetario y destinarlo a las reservas internacionales; ya durante este año, el BCV habría adquirido 1,08 toneladas en el mercado local y proyectaría abrir una oficina en el estado Bolívar para concretar los objetivos trazados en dicha materia. Evidentemente, el BCV se está preparando a corto y mediano plazo, para una inminente desaparición del “patrón dólar”, debido a que esta última divisa no es confiable para la mayoría de los ejes económicos y no tiene respaldo aurífero alguno, lo que nos traería de regreso al “patrón oro” –a escala mundial- que rigió hasta la Primera Guerra. El colapso viene por Atenas y Madrid, pasando por Washington. Los “profetas del desastre” se volverán a dar contra la pared.


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Adán gonzález Liendo

Traductor, corrector de estilo y locutor

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