Todo en su límite, Chávez y el pueblo: no es para escuálidos o serviles indeseables

El celo por proteger en lo que creemos, es un alerta que a veces nos hace exagerar el sentido de la crítica y a la vez sobre dimensionar la fortaleza del enemigo. Es algo natural y que está implícito en la humanidad. Mas en obediencia a esa ley natural, nos excedemos en cuidar un flanco, y descuidamos otro tan importante como el primero. Me estoy refiriendo al reconocimiento de lo bueno de lo que se está haciendo y en la no propagación mediática de esos logros obtenidos a veces con esfuerzos. Nadie puede dudar de la voluntad, la buena fe, el coraje y empeño que el camarada presidente y un grupo de sus allegados le han puesto para tener lo que se tiene hoy como avance político, económico y social. Pese al estado calamitoso y en depresión que estaba nuestro país antes del 1998, gracias a una política pre establecida; para quebrarla intencionalmente, endeudarla y luego entregársela a los monopolios internacionales, que la velaban para apoderarse de todas las riquezas. Riquezas de las cuales éllos sabían de su existencia, al igual que el cuadro de gerentes apátridas de las empresas nacionales; pero que se le ocultaba alevosamente al pueblo, para convertirlo involuntariamente en cómplice del festín entreguista.

Con todas las fallas, las obstrucciones, los defectos y a pesar del ataque enemigo. La revolución tiene una historia y logros que presentar. Aunque los descerebrados opositores, se empeñan por instrucciones de sus amos financistas o, de sus manipuladores mediáticos, en negar las obras y los hechos con los que diariamente se golpean la cabeza en su trajinar, es tan tangible, que hasta lo que les queda de subconsciente, los traiciona y a la calladita deben reconocerlo. Y en el peor escenario para éllos, deben comer lo que generosamente el gobierno nacional les proporciona a precios subsidiados y de calidad excelente; siendo tan ingratos con ellos mismos, que luego delante de los de su condición de inestables mentales, denigran de lo que comieron, bebieron o disfrutaron. Como dice el extrañable Alberto Nolia ¡que gentecita!

En estos días un compatriota que se precia de advertir el estado de animo de la gente, tan solo al ver el rostro, me decía: que notaba en el presidente una presión y un halo de soledad o de incomprensión, que lo notaba que no tenia el acompañamiento de un equipo de trabajo, que se encargara de hacer las cosas con la velocidad, la calidad y la cantidad debida, pese a la ingente cantidad de recursos que se invierten en lo social y en infraestructura. Luego medité sobre el comentario y le concedí razón al camarada. Pero también me hice varias preguntas ¿estamos nosotros en las bases del proceso, siendo leales y contestes con los anhelos del presidente por construir una patria digna y libre de egoísmos estúpidos? ¿que nos hace querer ser los primeros en todo y los beneficiados a priori, muchas veces sin necesitarlo tanto como otros? ¿Estamos las bases siendo efectivos en los cambios de conciencia que necesitamos para poder construir una patria social, política y económicamente al servicio de todos, respetando las prioridades y las necesidades más urgentes para su solución primeramente? ¿Tenemos la disposición y comprensión que nosotros somos un eslabón en una cadena inmensa, y que es obligatorio ser un eslabón fuerte, que impida la ruptura del sueño por culpa de nuestro egoísmo? ¿Cuánta disposición tenemos para el sacrificio; sin preguntarnos, que hacen los demás? ¿Hasta que punto estamos conscientes, que para romper lo existente, debemos ser fuertes y resistir las tentaciones que nos pone el enemigo en el camino?

Cámara presidente. Tú, no estás solo, tienes un pueblo, que con sus defectos y virtudes, te tenemos confianza, pese a nuestras quejas. Más, como tú mismo lo dices: tenemos que estar alertas y el celo nos hace exagerar en unas ocasiones y descuidar en otras, pero somos fieles y sabemos que tú también lo eres ¡Adelante cámara, que falta camino por andar! y el camino es culebrero. Del celo que hablo, es el que hace falta para construir la patria socialista, rumbo al comunismo

…VENCEREMOS


javiermonagasmaita@yahoo.es


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Javier Monagas Maita


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