La burguesía fascista está confusa

La cosmografía Burguesa está en un estado de profunda confusión ideológica, resultante de su negativa a aceptar el concepto dialéctico-materialista único verdadero. Cuando se habla de ideas que revolucionan el pueblo, se expresa el hecho de que en el seno de la vieja sociedad burguesa se ha formado la nueva sociedad socialista, y la desaparición de las viejas ideas marchan a la par con la desaparición de las antiguas relaciones sociales.

La obra hostil de los agentes de la derecha recalcitrante burguesa, que han logrado infiltrarse en posiciones importantes de ciertas gobernaciones y alcaldías del País y de otros espacios, así como con la colaboración de la CIA y de los medios de comunicación opositores, que ha dado lugar a la repugnante propaganda de la ideología fascista contrarrevolucionaria y al odio en las estructuras mediáticas.

Parecería, por lo tanto, que los tres impulsos que representa esta oposición recalcitrante, podría decirse, es dar una cierta agresividad a estas pasiones, con tal de que vayan por los canales por el cual las están conduciendo. Como estas tres pasiones constituyen en general la miseria oposicionista, los llevan hacia las fuerzas del mal, ya que buscan que sus seguidores los apoyen en estas pasiones sin restricciones. Mientras que, de no ser por la confrontación con el pueblo y las sanciones ha ser impuestas por las instituciones que les obligan a detenerse y dominarlas en cierto grado, ya que están rodeados en el accionar por todas partes. El odio y el miedo, puede decirse, son características humanas esenciales; los oposicionistas los han sentido siempre, por que tienen mucho que perder, y siempre los sentirán. Lo mejor que se puede hacer, es controlarlos y canalizarlos, para que sean menos dañinos.

El concepto de virtud del oposicionismo es socialmente indeseable en diversos aspectos; el primero y principal por su menosprecio de la inteligencia del pueblo. Este defecto es heredado de tantos siglos en que ejercieron el poder; a los oposicionistas no les importa la hipocresía, que es un halagador tributo a su manera de ser. Otro defecto aun más dañino que su hipocresía es su falso nacionalismo y el desprecio que sienten para con el país, por sus instituciones y por sus valores.

La segunda y más fundamental objeción a la utilización del miedo practicado por la oposición, es que estas emociones pueden ser eliminadas casi totalmente de la naturaleza humana eliminando la impunidad de la justicia existente, y mediante las reformas educacionales económicas y políticas. Las reformas educacionales tienen que ser la base, ya que el ser humano que siente miedo y odio admira estas emociones y desean perpetuarlas, aunque esta admiración y este deseo sean probablemente inconscientes, como en el cristiano ordinario. Una educación destinada a eliminar el miedo no es difícil de crear. Sólo se necesita tratar que esta gente respete los derechos humanos y de respetar al pueblo; y prevenirles contra los medios de comunicación de la oligarquía que difunden odio y calificativos ofensivos y degradantes contra las gentes que no tienen bienes de fortuna, y contra la Revolución Socialista.

En este momento en que los oposicionistas “democráticos” están oprimidos por los espacios perdidos en todas las instancias de poder, ellos predican en general al pueblo la unión y la reconciliación; le ofrecen la mano y se esfuerzan en construir un gran partido de oposición que abarque todos los matices de un gran partido “democrático”, en otros términos, intentan alistar al pueblo en una organización de partido donde dominan los lugares comunes generales de su “democracia social representativa” que sirve de mampara a sus intereses particulares y donde está prohibido, para no turbar la buena armonía, poner en un primer plano las reivindicaciones precisas del pueblo.

Una unión de este tipo, pronto resultaría únicamente en provecho de la burguesía y en perjuicio completo del pueblo. El pueblo perdería completamente su situación independiente, obtenida con tantos sacrificios, y recaería en la situación de simple dependencia de la “democracia burguesa”. Esa unión, pues, debe ser rechazada de la manera más categórica. Como en el pasado, los oposicionistas, en su conjunto, y durante el más largo tiempo posible, se mostrarán en esa lucha vacilantes, indecisos e inactivos. Pero cuando la victoria esté conseguida, se apoderarán de ella, obligarán a que el pueblo guarde calma, a que entren en sus casas y regresen a su trabajo y a su miseria, evitarán los pretendidos excesos y frustrarán al pueblo los frutos de la victoria.

Las pretendidas relaciones de esa camarilla con el pueblo no existen, toda su actividad se limita a algunas pequeñas intrigas promovidas por la burguesía y los nuevos “demócratas” (fuerza del cambio así llamada por ellos) de todos los partidos de la oposición. Todas las tentativas de ese tipo tienen el mismo fin, es decir, impedir la organización del pueblo, en cuyo caso constituyen, maniobras particularistas nocivas, o bien no pueden tener otro propósito que él de abusar una vez más de la buena fe del pueblo para fines que le son extraños o directamente hostiles.

Hay dos cuestiones que no han sido distinguidas suficientemente por los oposicionistas: una la mejor forma de gobierno para el pueblo; la otra, las funciones de gobierno. No dudamos de que la democracia participativa y protagónica sea la mejor forma de gobierno, pero los oposicionistas están descarriados, como lo están demostrando en cuanto a las funciones donde son gobierno. Hay ciertos asuntos de gobierno en los cuales es necesaria la acción comunal; en éstos, la acción comunal tiene que decidirla la mayoría del pueblo y dar el nuevo rumbo que buscamos al país; en la oposición la gazmoñería fanática ha renacido hasta hacerse en una gran parte, tan virulenta como lo fue el fascismo entre los años 20 al 45 del siglo pasado en Europa, o por lo menos eso es lo que ellos buscan.

Los sucesos que están acaeciendo hoy en nuestra Venezuela, con la extrema derecha fascista oposicionista que se visten con camisas amarillas, me recuerdan mis años de muchacho estudiante en la España fascista después de la guerra civil, para esos tiempos, los fascistas de camisas negras encompinchados con los curas de la Iglesia Católica, perseguían, asesinaban obreros y campesinos, desaparecían, intelectuales, médicos, profesores y otros profesionales; donde yo nací clausuraron una escuela laica con capacidad para 1800 alumnos entre primaria y secundaria, se llevaron a los maestros de los cuales no se supo nunca más de ellos, asaltaban los espacios del pueblo, escuelas y centros de propiedad popular, la razón que daban, son nidos de rojos comunistas.

Los reveses en Miranda y Libertador el 23 N fue por la falta de ideologización del pueblo, se deben hacer reuniones constantes con las comunidades y formarlas ideológicamente en la doctrina socialista, explicarles bien que es el socialismo, que no se vota por una persona, que votamos por un ideal donde todos por igual seremos beneficiados, donde se elimina la exclusión y las diferencias de clases; que nos estamos jugando la vida de nuestros hijos y nietos; donde todo esté al alcance de las comunidades, alimentación, educación, salud, vivienda y derechos civiles, y que a los pobres no los identifica nada con los ricos, que son nuestros esclavizadores.

Todos los que se oponen a la discusión libre y tratan de imponer una censura de las opiniones que afectan al pueblo aumentan el fascismo y hunden el país en el abismo de la lucha, el odio, y la intolerancia, el Comandante Chávez y sus colaboradores a través de la doctrina socialista están haciendo grandes esfuerzos para corregir esta anomalía. Tiene que sacar la peinilla Comandante y ponerle una detente a esos miserables fascistas esclavistas.


Salud Camaradas.

Hasta la Victoria siempre.

Patria. Socialismo o Muerte.

¡Venceremos!


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Manuel Taibo


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