Si viviera mi abuela y viera el actuar de la oposición venezolana, gritaría: ¡Amarren a esos locos! Si, mi abuela ya hubiera pegado ese grito al ver tantas acciones estúpidas de esta gente insensata que desea destruir al país.
Viendo la televisión y los noticieros, pude notar como quisieron enrumbar las naves de ataque contra el muy honorable Defensor del Pueblo, el Dr. Germán Mundaraín, quien destaca entre muchos servidores públicos como un verdadero caballero y una persona de altos valores morales.
Se olvidaron que cuando se intenta manchar con lodo a un diamante, este conserva sus características y el brillo que lo define como una piedra preciosa a pesar del fango. No señores, les salio el tiro otra vez por la culata, porque el Dr. Mundaraín supo mantener con honor su honorabilidad.
El pobre Ocaríz, quiso dar la pelea frente a Don Germán, pero resultó ser tan solo un gallo pataruco y huío que no aguanto ni la primera rebatida del mejor gallo en la contienda. Como de costumbre, esos pendejos por el miedo, siempre dejan botadas sus trampas y libretos.
Que sucios y bajos son los procedimientos que se ha trazado esta estúpida oposición para derrocar al presidente Chávez, ahora les ha dado por ir a sabotear las Asambleas del Pueblo, ante la imposibilidad de poder convocar a sus propias asambleas. Ahora se presentan pidiendo ser atendidos y violan los principios de la tolerancia y del dialogo, porque lo que están buscando es que se les de la posibilidad de un "Muerto".
Ellos y ellas, siguen creyendo que el pueblo es una masa salvaje sin cultura y que lo pueden manejar a su antojo, o por lo menos provocar para que se cumpla el deseo de sacrificar a algunos dirigentes que ellos creen sacrificables. Pero este es mucho Pueblo, es el Pueblo de Simón, el Pueblo de Chávez y de Mundaraín.
Dejaron abandonado el "Recibido" de sus propuestas y su supuestamente violado por ellos mismos, como siempre, derecho a ser oídos y atendidos. Mucha gente presente dijo en código de humor que se fueron con el olor característico que los cobardes van dejando como estela al recular.
Ya el pueblo venezolano se está cansando de tantas pendejadas, y de la proliferación de esta piara de pendejos sin proyecto político y sin discurso. Ese mismo pueblo les rechazará contundentemente, como lo hizo con la candidatura absurda de Manuel Rosales, cuando quiso entrar impunemente a los barrios de nuestras ciudades.
La pendejada más grande de esta oposición ha sido siempre recurrir a los libretos y guiones que le presenta el departamento de estado. Quieren combatir a la revolución con guarimbas y con saboteos, pero se les va a acabar esa pendejada, porque aun sus seguidores están cansados de tanta estupidez y de tanto circo, cada vez son menos.
Que le den gracias a Dios estos pendejos que el presidente Chávez siempre les dicta la pauta de sus discursos, hoy es la Reforma Constitucional y mañana será lo que el Comandante decida.
Esos grandes pendejos no se dan cuentan que son dos veces monigotes, una primera vez del imperio que los compró y los usa a su antojo y otra vez por la dependencia que tienen del discurso del presidente, para ellos poder decir algo.
Como diría mi abuelo: "No tienen nada en las bolas"
