"El que guarda silencio no declara contra sí mismo"
Aldous Huxley
La oposición venezolana funciona remolcada por la grúa de cuanto gobierno estadounidense se instala en la Casa Blanca, pero en estos momentos es tanto el descaro en los atropellos y abuso de poder por parte del imperialismo representado en el personaje más cuestionado de los últimos tiempos, Donald Trump, que cualquier declaración a su favor, es como nombrar la presencia del diablo en una misa dominical. Por eso la inhabilitada se encuentra agazapada esperando una oportunidad, el cual no le llega, porque el pueblo está abriendo los ojos, ante la barbarie israelí en Gaza y el trato inhumano contra los migrantes, a pesar del martilleo incesante del dólar en la economía venezolana.
Qué puede inventar la oposición en estos momentos, que, llame la atención en la opinión pública, porque el aumento acelerado del dólar para hacer trizas el bolsillo de los más desposeídos, es responsabilidad directa de todos aquellos, que piensan en un levantamiento social, como el del caracazo y María Corina, vive soñando en esa coyuntura y por eso el gobierno del presidente Maduro, se encuentra centrado en buscarle paliativos al grave problema económico, producto de una vulgar disparidad cambiaria con la moneda estadounidense camino hacia el centenar de bolívares por un dólar. Lo que representa la verdadera punta de lanza y ahí abrigan sus esperanzas los enemigos de la patria, sin importarles cuando se arrastran a los pies de un obsesionado y poderoso magnate, el cual se cree dueño del mundo.
Los últimos movimientos de los opositores, es como si estuvieran haciendo el papel de ventrílocuo; los pocos que se atreven hablar lo hacen con mucha precaución sin llegar a repetir el cuento de la misma manera, ya que, antes los exabruptos de Trump, están recibiendo indirectamente el mismo trato de los que lo adversan, porque a la hora de sacar cuentas la principal tarea del capitalismo salvaje en mano de sus fieles representantes los grandes capitalistas, es defender sus propios intereses y poco piensan o les importa poco golpear a los que les han servido de marionetas y por eso les pagan a todos los arrastrados.
Ninguno de los más descarados opositores abiertamente proimperialistas –Borges, Ledezma entre otros– han dado la cara, ante el atropello por parte de Trump a los migrantes, por una sencilla razón: se creen seres infinitamente superiores con el derecho de vivir en otros países sin ser tocados y poco les importa, lo que hagan con ellos, pero además no conocen la vergüenza, porque la dignidad la perdieron, desde el mismo momento de entregarse en cuerpo y alma a las órdenes del imperialismo por un puñado de dólares para atacar al gobierno venezolano, con la finalidad de acabar con el proceso bolivariano.
Sin embargo, antes el silencio muy bien manejado por estas víboras, por nada del mundo, el gobierno y todo aquel que quiera a la patria, como su propia vida, pueden bajar la guardia en ningún momento por la sencilla y siguiente razón y por eso pido me permitan la siguiente comparación: la oposición, está, como los niños traviesos, cuando desaparecen y llaman la atención por el silencio, que nadie sabe algo de ellos, pero, cuando los buscan siempre los consiguen armando travesuras que mueven a risas, pero a la oposición venezolana no se le puede dar esa oportunidad, porque cargan la mente encendida con la maldad y cualquier movimiento es en contra de la patria, para abrirle el camino a los gobiernos estadounidenses, para el saqueo del petróleo y demás riquezas naturales. Todos los opositores se parecen, unos más que otros en lo miserables y mentirosos, cuando el imperialismo requiere de sus servicios.