Guaidó saltando en la cuerda floja

Está solo, triste y brevemente abandonado, pero con la inmensa esperanza que, algún otro día será presidente de verdad, llueva o no llueva, estará en Miraflores impartiendo órdenes a diestro y siniestro. y, su primer decreto de acción será reformar la Constitución en que ningún chavista ni madurista podrá ser candidato de elección de las presidenciales y su preámbulo se leerá: ¡hay Guaidó para rato!

Guaidó se encuentra actualmente abrumado, contagiado de malas ideas, quizás de ideas imprecisas o quizás muy reaccionarias y eso por culpa de Biden, el actual presidente de los Estados Unidos que, lo ve de reojo como si tuviera piojos en su cabeza.

Y es que habiéndole servido hasta donde pudo que, gracias a Trump quien lo puso de presidente interino de nuestro país a su favor y disposición, algo así como el bateador designado de su politiquería exterior y, ahora viene Biden y tira su trabajo por la borda de la desesperanza camuflado como está con el "dictador" para que países del Grupo de Lima lo vean como si el fuera el mea culpa de lo que pasa en América Latina y en particular en la Venezuela de sus sueños, sueños forrados de mucha ilusión y no de ilusión frígida y tras de ese derrumbe de apoyo político lo envuelve los ánimos, pero no, continuará adelante y más ahora que sabe y comprende porque los Estados Unidos es cínico.

Por lo que por su Déja' vu es posible que haya confundido parcialmente una confusión espantosa sin gratinar que hasta acné le apareció en su cara de niño mimado de la oposición sin convulsionar de violencia, sino más bien de paciencia de líder por una especie de repetición, donde como es se tienen vivencias y está seguro de que le han sucedido antes y, algo más que se pudiera catalogar de problema técnico que pudo haberle ocurrido en su cerebro con anomalía de menudeo de memoria y, como si los hechos se estuvieran sucediendo de largo a corto plazo, es decir, Guaidó perdió la memoria, pero no la conservadora, sino la prestada y, vive y revive enconchado en el pasado como presidente interino impuesto a este país y, de lo mejor piensa con otro semblante, lo haré mañana, sería su pudor de masas, que de eso vive, ya que perdió la vergüenza totalmente por no decir aisladamente, atapuzado de mucho apoyo exterior.

Guaidó no se siente traicionado por Washington y- según él- ellos han sido claros en sus objetivos.

Y a una pregunta de que si acaso los Estados Unidos está haciendo pragmático, él lo difiere con gallardía de líder pensante cuando, responde a secas: una cosa es pragmatismo y otra cinismo. A no ser que lo mismo le dé a Guaidó como sujeto de la política del Departamento de Estado que muy bien lo dirigió en las funciones que emprendió en contra de la Constitución de nuestro país, de la que se burló a su libre proceder de libertad .

La verdad verdadera es que Guaidó no es un presidente de verdad ni es confiable y eso lo sabían desde allá y desde acá, pero él se acopló a esas exigencias que todavía exige que sigan siendo, aunque le parezca cínico.

Entonces, creemos que Guaidó quedó solo de toda soledad, pero con aspiración de ser presidente elegido en el próximo período presidencial que pudiera ir en contra de Maduro.

Guaidó sigue con la pujanza de insistir con el bloqueo en general contra Venezuela, aunque admite que las sanciones son polémicas -¿solo eso Guaidó?- pero él ha sido bien claro al decir, que esa es la herramienta que ellos como oposición a Maduro tienen en el mundo libre, vaya cinismo al contradecirse en su respuesta que, para él deben ser bien focalizada como útil, o sea, el bloqueo.



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Esteban Rojas


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