Mi palabra

¡Maduro usurpador! ¡Guaidó presidente!

"Una mentira no puede durar siempre"

Carlyle

Este domingo en la mañana me conseguí a un opositor, de esos tan enfermizos que parecen hablar solos en la calle en contra del gobierno. Me detuvo solamente para reclamarme de manera airada, porque–según él– le estaban desconociendo la presidencia a Juan Guaidó. Lo dijo tan convencido, que por momentos dejaba ver la prepotencia del que se cree dueño de la verdad. La expresión me causó risas; no podía disimular antes tamaño disparate; solamente se le ocurre a una persona, que repite, como un loro. Lo único que se me ocurrió en el momento, fue escucharlo tratando de evitar una discusión con alguien totalmente confundido. Al momento de retirarme le dije: "Me parece que todavía andas dormido, y estas soñando por culpa de las redes sociales; no me acuerdo, cuando fue candidato, y menos, cuando fue electo presidente" Al instante respondió con la voz alzada: ¡Maduro es un usurpador! Espere un instante, para ver si sacaba otro argumento. Termine preguntándole; ¿Sabes lo que es un usurpador? Parece que escuchó ¡cállate! Porque se marchó en un profundo silencio.

Esa es una de las tantas mentiras que la oposición le ha hecho creer a sus seguidores, para después ponerlos hablar sin ningún razonamiento con gestos propios de los muñecos utilizados por los ventrílocuos ¿A quién se le puede ocurrir estar reclamando el cargo de Presidente de la República, de una persona sin haber participado en una elección para juramentarse? El señor Juan Guaidó, el actor principal de la bufonada del momento, no solamente ha contribuido a regar la mentira; también está pidiendo ñapa sin haber comprado; parece estar convencido de su reclamo, y si está convencido se dejó engañar, y a esa edad dejarse manejar de esa manera, da mucho para pensar. Ahora no le queda otra, sino seguir con su show mediático, aferrado a los mismos argumentos de una oposición que no deja de buscar, como el que busca en una alcancía para ver si sale del atolladero en el cual se encuentra, y al no conseguir recurren a estos intentos, el cual se apagan, después de echar bastante humo.

Es tan descabellado el reclamo, y autoproclamación del "nuevo" líder Juan Guaidó, que incluso un opositor, de esos que viven soñando con la caída de Nicolás Maduro, al día siguiente de la juramentación, al ver el pronunciamiento del fantasma de la oposición, quien parece salido del cuento (Aladino y la lámpara maravillosa) se le ocurrió decir con toda la picardía e ingenio del venezolano, cuando de humor se trata: "Que lastima, nadie entiende lo que quiere decir mi amigo Juan; él vio la propaganda institucional del gobierno en venezolana de televisión, donde un grupo de sus partidarios se colocan la banda presidencial, expresando eufóricos, ¡yo soy Presidente! y para no quedarse atrás, está reclamando la suya para lucirla, como cualquier venezolano; pero los mal pensados están levantando calumnias"

La osadía de Juan, ha levantado una ola de comentarios, y opiniones, como lo había planificada la oposición. Llegó haciendo el papel de refuerzo, pero los encargados de "contratarlo" no conocían nada del personaje. Al presentarlo con bombos y platillos en un cabildo abierto, todos en la tarima se quedaron sorprendidos sin poder abrir la boca; esperaban un mejor orador, y simplemente apareció una especie de pavo real–pura pluma y más nada– desconcertando a quienes por momento se dieron cuenta de estar en presencia de un verdadero chasco; como dicen en el argot boxístico: un verdadero "paquete"

¿Qué va pasar con el presidente de papel? Los responsables del engendro, de ahora en adelante van a tener que cargarlo, como un niña bonita, y antes cualquier llanto, rápidamente van a tener que atenderlo, no se les vaya a chorrear, y termine salpicando más de uno. Estos tercos dirigentes de la oposición no terminan de poner una, cuando salen con otra más grande. ¿Por qué alguno de los zorros viejos de la AN, no se atrevió hacer el papel de Juan Guaidó? Con razón un curioso de la política me comentó: "La oposición cada día avergüenza más a sus seguidores por su mediocridad, haciéndolos caer en un profundo abismo ¿Cómo se les ocurre nombrar Presidente de la AN, a este principiante, para después salir con ese chantaje? Han demostrado que no sirven ni para engañar; lo único que saben es hacer daño, y eso no lo pueden negar; en 20 años han presentado varios GUAIDÓ, y no han podido sacar al gobierno".

 



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Narciso Torrealba


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