La “resistencia” sinónimo de terrorismo

La escalada de violencia iniciada por Voluntad Popular, entre otros factores de oposición, le costará 14 años de prisión a su líder Leopoldo López y penas de prisión variadas a militantes de esa y otras organizaciones procesados por participar en actos violentos. A pesar de eso, no cesa en el afán de buscar protagonismo empleando métodos violentos, no democráticos que ponen en peligro la vida y ocasionan daños materiales a las instituciones públicas y privadas, además de ser rechazadas por la sociedad.

La llamadas "salidas" y las convocatorias abiertas libradas por el liderazgo opositor que aúpa alcanzar el poder por método no democráticos insiste en esta vía violenta que los coloca al margen de la ley. No hay diferencia entre el financiamiento de estos grupos que realiza María Corina Machado que se apostan en lugares altamente vulnerables para generar violencia y obstrucción de las vías colocando guayas, lanzando piedras y amenazando a los transeúntes.

Estos grupos nacen de la misma ilógica situación de Oscar Pérez quien robó un helicóptero en acto irresponsable que obedece a esa lógica perversa nacida del desespero opositor que los lleva a cometer locuras como esa de disparar desde el aire a instituciones del Estado y sobrevolar zonas de seguridad y sobrevivir, eso ocurre solamente en Venezuela.

¿Qué hubiera ocurrido a Oscar Pérez si hace ese mismo robo en Estados Unidos o cualquier otro país del mundo? La vida de Oscar Pérez pendía de un hilo desde el día que decidió robar la nave aérea y después efectuar la peligrosa incursión sobre la ciudad Caracas lanzando granadas y disparando en contra de instituciones y muy cerca del Palacio de Miraflores. ¿Qué le pasaría en los Estados Unidos, si un loco comienza disparar desde un helicóptero robado en contra de Tribunal Supremo o se acerca a la Casa Blanca y el Pentágono?

La sociedad rechaza la violencia venga de donde venga. La colocación de artefactos explosivos es una práctica que en Venezuela tiene antecedentes criminales nefastos. Desde los años 60 del siglo pasado han sido realizado actos contra personas de una u otra tendencia política, en contra de dirigentes políticos, incluso presidentes de la República. Hechos vinculados a grupos extremistas o las fuerzas especiales de la propia policía política.

El acto criminal de volar un avión de Cubana de Aviación en 1976 se planificó y ejecutó en territorio venezolano por personas ligadas a la Disip y los grupos anticastristas de cubanos batistianos que trabajaban vinculados a organismo de seguridad. El vil asesinato del fiscal Danilo Anderson también está relacionado a esos mismos grupos de asesinos que formaban parte de los grupos de exterminio que existían en las policías especializadas.

La colocación de artefactos explosivos en las cercanías de los consulados de España y Colombia formó parte de otro montaje para sembrar el terror en Venezuela, hace pocos años. Hoy los ejecutores y los autores intelectuales de esos atentados viven en La Florida protegidos por las autoridades de esa nación.

La recientes declaraciones de Yohan Peña, un ex funcionario de la antigua Disip sobre el asesoramiento que realizaba a Oscar Pérez y su grupo terrorista, indica la vinculación que estos tenían con esos grupos que en el pasado cometieron actos hostiles contra la vida de personas. Este Yohan Peña está vinculado a Posada Carriles y sus seguidores en La Florida. Además de estar señalado de haber colocado la bomba en el carro del asesinado Fiscal Danilo Anderson.

El descubrimiento y denuncia por altos funcionarios del gobierno venezolano que grupos asociados a Oscar Pérez tenían la misión de colocar un carro bomba en la embajada de Cuba es una práctica común y característica de estos terroristas especializados en la colocación de explosivos a remoto que le permite escapar del lugar sin riesgos. Una práctica cobarde y asesina que involucra casi siempre a víctimas inocentes. Hay que rechazar estas amenazas con toda la energía posible y hacer justicia ante los planes agresivos que estos grupos son capaces de realizar.

Los grupos de la "resistencia" son sinónimo de terrorismo porque los caracteriza la violencia en cada evento que organizan. Su liderazgo está detrás de la creación de campamentos humanitarios en la frontera que son una manera de internacionalizar el conflicto interno y además encontrar las personas que le sirvan para crear fuerzas hostiles al Estado venezolano.

Hay que prestar atención y denunciar estas intenciones que evidentemente cuentan con el apoyo de varios países vecinos y de Canadá que acaba de formalizar una misión y los recursos para asistir humanitariamente a Venezuela. También desde Colombia, Brasil, España y Los Estados Unidos hay voceros estimulando la intervención humanitaria. ¡Mucho cuidado!

 

agapitoman1926@yahoo.com



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