De dirigentes de izquierda a peones de derecha…

He leído con mucho interés el escrito del Sr. Eleazar Díaz Rangel, el cual trata sobre la variedad (Por así decirlo) de las izquierdas.

Mi opinión de hombre de pueblo, no versado en los grandes temas nacionales, pero eso si conocedor de mi pueblo, es que cualquier persona que se considere de izquierda ya sea activista o simpatizante debe estar en concordancia con este gobierno revolucionario y que si por cuestiones de fondo o de enfoque no lo estuviera, debería estar en estado aparte y critico sobre los puntos discordantes, pero siempre en el proceso.

Lo que si no se entiende, ni se ve bien o se puede respetar, es la gente que se llama de izquierda y esta comiendo de la mano de los oligarcas, terratenientes y derechistas. La derecha es una forma de gobernar muy concreta ya que se hace desde la base de que primero es el capital, las empresas y después la gente, básicamente es una estructura donde lo principal es el dominio y bienestar de un grupo sobre el resto de la humanidad.
La izquierda es radicalmente o puesto a esto, donde lo principal es la gente y la mejoría de su entorno, el individuo esta por encima de los bienes.

Y es que cuando uno llega al caso de Teodoro, solo puede considerarse un brinca talanquera y que ya hace tiempo esta distante de izquierda, hoy ya es claramente un hombre de derecha. Pues yo le puedo reconocer a Teodoro que no este de acuerdo con la forma de gobierno de Chávez, pues para gustos hay colores, y que lo critique que esta en todo su derecho, que por eso atravesó la calle, eso no lo entiendo ni comprendo y el pasado ¿Qué paso? Le echaste tipe a miles de horas de oratoria de izquierda a miles de escrito….

Pero….coño, hoy vemos a Teodoro levantándole la mano a Rosales (Un adeco del coño) y trabajando en su comando de campaña, reuniéndote con la derecha más recalcitrante posible, abrazándose con el presidente de fedecamaras, de panita con Borges, de risita con la dra. Sosa y hasta hablando amigablemente con Tejera Paris. Eso para alguien que sea y piense de izquierda no es posible, no es aceptable.

Y lo digo con propiedad, ya que en mi época de estudiante en segundaria y mi querida UVC, oyendo tu verbo y tus ideas de izquierda. Y yo que te oído hoy, te veo con esas juntas, coño me da vaina y al final arrechera.

Que te vendiste al billete verde, te comprendo, total que la gente cambia a veces pa bien a veces pa mal y tú cambiaste, te fuiste con el diablo dinero, supieron comprar tu alma. Pero que salgas hoy en día hablando de dos izquierdas, que va amigo solo hay una izquierda la del pueblo, la de la revolución.

Y puede que a mi no me guste algo de Chávez o de su gente o que sea critico de algún acto de gobierno, pero en su conjunto en su inmensa mayoría este es nuestro proceso un proceso de izquierda para el pueblo, e indudablemente Chávez es el hombre llamado a ser el líder de este proceso.

Pero a la hora de ser sinceros con nosotros mismos tenemos que decir que hay traidores de izquierda que son aquellos que como en el caso de Teodoro podrán hablar un millón de pistoladas y escribir cientos de libros, pero ellos hoy en día son de derecha y lo que es peor, son dirigentes de izquierda que pasaron a ser peones de derecha. Y los vemos periódicamente por globovisión o rctv hablando la paja pareja, pero en verdad en ese momento están trabajando para la oligarquía sirviendo de tontos útiles a la derecha golpista.

Y es que hay una realidad que no se puede ocultar y es que la forma más rápida de llegar al pueblo es por el mensaje socialista, pero cuando el mensaje debe ser convertido en hechos como lo ha hechos este gobierno con sus misiones, los falsos socialistas brincan la talanquera y buscan la perrera del oligarca para ladrar cuando se de la orden.


Esta nota ha sido leída aproximadamente 3037 veces.



Roberto Perez


Visite el perfil de Roberto Pérez para ver el listado de todos sus artículos en Aporrea.


Noticias Recientes:

Comparte en las redes sociales


Síguenos en Facebook y Twitter



Roberto Pérez

Roberto Pérez

Más artículos de este autor