De lengua larga y de memoria corta

Modernamente existen artilugios tecnológicos que pueden ser implantados dentro de la piel (GPS) para localizar a las personas y a las mascotas. Deberían inventar algún chip para insertarlo dentro del cerebro para acrecentar la memoria de los olvidadizos, tal como se hace con los discos duros de una computadora. Esto permite aumentar los gigas con el objetivo de mejorar la  retención y almacenamiento de datos de la máquina. Esto lo afirmo al ver lo que está ocurriendo en la nueva AN presidida por el adeco Ramos Allup quien al parecer tiene muy mala memoria. Debería implantarse un chip para activar el baúl de sus recuerdos.

No tengo el caudal suficiente como para implantarme en mi pensadora un chip de tecnología de punta, pero cada vez que me quedo en trance de desmemorización solicito auxilio a mi tío Gugle y a mi tía Wiky. A ellos recurro para evocar aquellos episodios que el adeco veterano y senil edil Henry  Ramos es incapaz de desenterrar de su prehistórico y desgastado cerebro.   

Sigo sin entender lo que está ocurriendo, no solo en Venezuela sino en el mundo. Esta confusión  me permitió calificar a las personas en dos grupos: aquellos de memoria extensa y lengua corta (estos son los prudentes) y los otros, los de memoria corta y  lengua larga (estos constituyen una mayoría, es decir, los imprudentes y porque no, los majaderos). Yo me ubico entre los primeros y a pesar de mi abúlica senilidad todavía mi almacén de recuerdos guarda hechos desagradables que en oportunidades me preciso desfogar. Para aquellas “lumbreras” de memoria  corta y lengua larga, como el adeco Ramos Allup, me obligo a recordarles ciertas efemérides desgraciadamente transcendentales y algo sicalípticas que al parecer están excluidas de su pensadora.

Después de la junta gobierno dirigida por el doctor Sanabria (1958) comenzaron los gobiernos oprobiosos y entreguista de AD y Copey, iniciado con el gobierno del bachiller adeco Rómulo Betancourt (1959). Quizás no voy a referirme en el orden cronológico a los sucesos más ignominiosos acaecidos durante más de cuarenta años, pero desafortunadamente voy resaltar, tal como los recuerdo, los hechos más vergonzosos, destacados y azarosos.

Suspensión de las garantías civiles y económicas: al asumir el mando el bachiller adeco Rómulo Betancourt, mal llamado “padre de la democracia”, lo primero que se le ocurrió fue suspender las garantías constitucionales civiles y económicas. Mediante la primera el gobierno podía allanar hogares, capturar y encarcelar a cualquier sospechoso sin fórmula de juicio, prohibir una reunión de varias personas a riesgo de ser detenidos, arremeter contra la libertad de expresión, entre otras. Fue la célebre y aciaga época del gobierno de la guanábana (ad, copey y urd; pacto de Punto Fijo) del “disparen primero y averigüen después” del presidente adeco RB. La suspensión de las garantías   constitucionales en materia económica estaba referida al comercio, importación y distribución de bienes y servicios, todo con la anuencia de la oligarquía floja y apátrida y de Fedecámaras. Esta práctica de suspensión de garantías la continuó el bachiller adeco Calos Andrés Pérez, un amigazo de Henry Ramos y compañero de partido.  

Desempleo, miseria, deficiente o ausencia de servicios de salud, vivienda y educación: quien se detenga a avizorar en cualquier lugar de las ciudades, tanto en Caracas como en la capital de un estado, se sorprenderá que lo primero que “adorna” el paisaje es el cordón de miseria que circunda las referidas urbes. Como lo revelaban las estadísticas, más de ocho millones de seres humanos vivían inmersos en la más infamante miseria producto de la mala distribución de la riqueza. Resultado de esto, un gran porcentaje de venezolanos y venezolanas no tuvieron acceso, ni siquiera a una alimentación regular, muchos menos a una educación gratuita, tal como estaba contemplado en la Constitución. Estos  compatriotas de ningún modo podían pensar en una vivienda digna. Un alto índice de desnutrición y mortalidad infantil caracterizaron a los gobiernos de cuarta república. Si mal no recuerdo Henry tú militabas en el mismo partido de RB, Raúl Leoni y Jaime Lusinchi, es decir eras, eres y serás adeco hasta que te mueras, tal como lo afirmaba uno de tus compañeros: “adeco es adeco hasta que me muera”.    

Represión: el arma para combatir los gobiernos de AD y Copey a los opositores  no fue la dialéctica, sino la represión. En el caso de los gobiernos adecos era frecuente, en la zonas donde existían grandes industrias nacionales (que  fueron privatizadas y luego recuperadas por Chávez), la arremetida de las bandas armadas de adecos. En esas zonas fue notoria la presencia de los llamados cabilleros (sindicalistas adecos) quienes embestían contra los obreros que salían a las calles a reclamar sus reivindicaciones. Pero estos gobierno no solo agredían a los obreros con las dos mesnadas a las que me referí (los adecos armados y los cabilleros), también fue siniestramente famosa la policía política como la digepol y otras policías particulares que actuaban bajo la dirección de algún “prominente” adeco. Cabe señalar, entre estas, la “sotopol” de Hugo Soto Socorro y la “manzopol” de Manzo González. Me obligo a recordar las casas distritales,  parroquiales, regionales u otros locales en donde se reunían los adecos. Estas  madrigueras se convirtieron en una especie de jefatura civil donde detenían a los “ñángaras” (izquierdistas o sospechoso) y también eran lugares estratégicos donde se resguardaba el armamento de las bandas armadas de acción democrática. Un verdadero centro de verdugos.  

Desaparecidos, torturados y asesinados: los gobiernos adecos y copeyanos se destacaron por la “persuasión” y la mejor arma para esto era la tortura. No creo que el adeco Ramos Allup no recuerde a uno de sus íntimos amigos como fue el capitán Vegas y el cubano anticastristas Luis Posada, dos de sus fraternos de los tantos verdugos que operaban en las ergástulas de la digepol.  En oportunidades a los torturadores se les pasaba la mano y el infortunado iba a parar al fondo del mar o de un río, tal como le ocurrió al profesor Lovera y otros cuyos nombres nunca se conocerán o en el peor de los casos, “lo suicidaban” como fue el infamante crimen de Fabricio Ojeda.  De seguro que el adeco Ramón tiene la memoria corta y la lengua muy larga. No debo abandonar este párrafo sin nombrar los famosos “teatros de operaciones militares” (los TEO), ubicados en la zonas guerrilleras. Estos eran unos campamentos al cual conducían a los guerrilleros capturados cuyo destino dependía del talante del oficial que dirigía el recinto. Por lo general, eran escogidos entre los peores. Quizás al adeco senil Ramos Allup estos nombres no le dicen nada: Libia Gouverner, Alejo Cenit, Toribio García, Orlando Orsini, Alberto Millán, Omar Castejón, Jorge Rodríguez padre (torturado por la digepol), Alejandro Tejero, El Chema Saher, Humberto Arrieta, Argimiro Gabaldón, Víctor Ramón Soto Rojas, José Márquez Finol….A ciencia cierta, estos héroes no tienen nada que ver ni con tu familia, ni con los panas del “nobel” diputado adeco presidente de AN. Los nombres de estos valientes los extraje de la larga lista de miles de desaparecidos e inmolados de la cuarta república que tú, por tu memoria corta, no recuerdas y estoy obligado a refrescártela.   

La violación de la libertad de expresión: si algunos gobiernos hicieron con la libertad de expresión lo que les dio la gana fueron los de la cuarta república. Clausuraron periódicos como el Clarín, Izquierda y Tribuna Popular, allanaron locales de radio como Radio Rumbos. Recuerdo un programa que dirigía Renny Ottolina que desapareció del aire, periodistas presos, periodistas despedidos simplemente porque criticar el barraganato del gobierno adeco u otro periodista que lo encarcelaron por anunciar la muerte política de Rafael Caldera… Henry Ramos, no escribo más casos infaustos por falta de espacio.

Allanamientos de universidades, liceos y zonas populares: ¿Dónde estaba el  compañero Henry cuando allanaban a las Universidades con tanques de guerra? Y no solo las allanaban disparando a mansalva sino que las cerraban,  como fue el caso de la UCV (1969). Los adecos y los copeyanos se limpiaron el cogote con la autonomía universitaria. Tampoco fuiste testigo del asalto de la bandas armadas adecas contra  el liceo Miguel José Sanz de Maturín donde asesinaron a dos estudiantes. Henry Ramos tienes la lengua larga para despotricar de Chávez y de  los militares de la FANB, tampoco recuerdas cuando enviaban los tanques de guerras a las zonas populares para acabar con los “izquierdista facinerosos”. Qué vaina a Henry Ramos le está  fallando la memoria.

Son muchas aberraciones que podría agregar, como por ejemplo la corrupción al mayor y al detal, la privatización de industrias nacionales, el Caracazo, las condonación de las deudas a los empresarios y a los productores privados, los premios a la producción (una fuente de corrupción de las empresa privadas), la entrega de las riquezas petroleras al imperio (recuerda la mal llamada “faja bituminosa” cuando los meritócratas de PDVSA vendían a EEUU carbón por petróleo; una verdadera ganga), intención de imponer en Venezuela de una gobierno neoliberal, la aplicación de la ley de vagos y maleantes, los barraganatos…Si yo te contara Ramito, tú ya no retienes las iniquidades cometidas por los gobiernos adecos y los copeyanos. Por cada malhadado suceso se podría escribir un libro. Henry Ramos, viejo, tienes la luenga larga para despotricar e insultar con lenguaje romulero a tus antagonistas, pero tu memoria es sorprendentemente corta, ya estas senil. Inténtalo y te implantas un chip de 300 GB. A manera de culminación, nuestra democracia está constituida por cinco poderes públicos, pero para la desgracia del compañero Ramos, la dirige uno y solo un gobierno, el del presidente MM, no lo olvides.



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Enoc Sánchez


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