Parece que el diputado Ismael García estrenó temporada dando un Do de pecho

Yo no sé leer pero me escriben.

Aunque estaba en antecedente de que hoy debía haber un par de sucesos por demás significativos no pude estar atento a ello: apertura de sesiones de la Asamblea Nacional y también de las escuelas.

Respecto a las escuelas, si la formación de los muchachos fuese idónea en sentido lato, de seguro no saldría un solo muchacho como el Sofío Loren, Julio Rivas, uno que se cose la boca pero no recuerdo su nombre y etc de escuálidos.

Algo sucede y hay que averiguar, si tú metes un bollo de harina al horno y te sale una piedra es porque algo anduvo mal, en consecuencia, revisa que pasó, donde está el meollo de la cuestión, del malestar, si es puntual vete al punto pero si es general entonces debes corregirlo todo.

A ojo por ciento creo que debe corregirse todo, inclusive a mí me parece que hasta la estructura física de las escuelas es incorrecta porque un salón rectangular en vez de uno semicircular, es rígido en vez de ágil, y por lo demás atestado de pupitres incómodos ¿qué es eso?

Y un largo pasillo en el que a cada trecho un baño ¿mala distribución del espacio físico, pueden los arquitectos prestarle atención a esa cuestión?

Y si por añadidura el maestro es autoritario -es decir, escuálido- peor que peor, ahí torció la puerca el rabo y eso no se debe permitir.

Por otra parte, la Asamblea Nacional abrió un nuevo período de sesiones y tampoco pude ver en la pantallita las vainas que ahí se dijeron; empero, me cuentan que el diputado Ismael García se dio con furia con tremendo Do de pecho que ni Caruso ni Pavarotti ni mucho menos Plácido Domingo podrían haber dado, en defensa de un tal médico de Aragua, embustero y sinvergüenza.

Ese diputado Ismael García no enmienda, de insensato saltimbanqui en tan loca carrera autodestructiva no lo saca nadie y ni él mismo; citarlo es porque él representa al prototipo de tránsfuga político al que nadie quiere en casa porque hace adonde va lo que hizo donde estaba.

Algunos lo toleran como a un purgante, sólo para hacer el trabajo sucio pero de ahí no más, eso es el tránsfuga de marras.

Otros, en particular este que soy, lo toman en cuenta para divertirse un poco porque eso sí, es cómico el sujeto y renunciar al buen humor no me va.

Lo que contamina es el mal humor.



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Guillermo Guzmán


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