Las calles nuevamente

La lucha por el poder político no desaparecerá, los métodos para alcanzarlo pueden variar, aunque al final se logre o no alcanzarlo. En Venezuela, un pueblo consciente junto a la fuerza armada nacional, ha evitado que los factores enemigos del plan de la patria, obtengan sus objetivos de dirigir al país.

La lucha armada en Venezuela, durante la década de los años 60 en el siglo XX, fue derrotada. No tenía el apoyo popular necesario para que sostuviera una acción bélica, que además de asimétrica, también estaba en desventaja por la satanización de la guerrilla por los medios de comunicación y el apoyo de las bases populares a los partidos del pacto de punto fijo. Esta razón, permitía determinar el fracaso de ese método destinado a la derrota inminente, como efectivamente lo fue. En este caso, fue una acción por derrocar a la burguesía.

La partidocracia, representada por AD y COPEI, tenía una vigencia histórica cimentada en el fantasma de la dictadura de Pérez Jiménez que duró hasta 1948. Ese gobierno tuvo su fin con el protagonismo de los partidos que luego toman las riendas de la nación venezolana hasta 1998, cuando triunfa en las elecciones presidenciales el comandante Hugo Chávez.
El golpe de estado, el sabotaje del 2002- 2003 como estrategia de la oligarquía económica para tomar el poder, no logró su objetivo por que funcionó la unidad cívico-militar. La dirigencia opositora de corte fascista nunca ha dejado de conspirar. Hoy mantienen una ofensiva en la calle, orientada a exacerbar el descontento de la ciudadanía que vive las consecuencias de una guerra económica unida a la delincuencia. En este momento coyuntural, las acciones en contra del proceso bolivariano son similares a las del 2002 y es la falta de apoyo popular a los actos violentos que no permite su avance. Los últimos acontecimientos en varios lugares del país, los incendios a instituciones públicas, centros escolares, destrucción de unidades de transporte, son indicativo del recrudecimiento del terrorismo político. Ahora utilizan armas de fuego.

La vinculación de las últimas declaraciones de las autoridades de la conferencia episcopal venezolana con las campañas antigobierno al afirmar que se vive en Venezuela un gobierno totalitario, es la demostración que se unen de nuevo los mismos sectores del golpismo para legitimar hechos atroces contra las comunidades, premeditados y de acuerdo con un plan preestablecido de confrontación para ir creando las condiciones que permitirían llevar adelante un golpe de estado en Venezuela.

Esta vez no es un movimiento de liberación, por el contrario son los serviles a una potencia mundial los que gritan a todo pulmón, que hay que volver al pasado donde las minorías usufructuaban la riqueza nacional petrolera.


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Orlando Balbás

Prof. en Ciencias Sociales. Magister en gerencia educativa. Jubilado del MPPE.

 orlandobalbas27@gmail.com      @orlandobalbas

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