A pesar del enorme incremento salarial que ya fue otorgado por el Gobierno Nacional a profesores universitarios, aun en el presente ciertas asociaciones elitescas siguen hablando de continuar la paralización de actividades docentes de manera altanera, absurda e irresponsable como secta totalmente divorciada del interés nacional.
Tales acontecimientos nos llaman a recordar que las mal llamadas Normas de Homologación del sector universitario nacen de una resolución administrativa de 1982 emanada del Consejo Nacional de Universidades y su valor es inferior a la Constitución y a la Ley Orgánica del Trabajo, los trabajadores y las trabajadoras. Invitamos a estudiar el Principio de Jerarquía de las Normas Jurídicas expresado en la Pirámide de Kelsen que enseñamos en el primer año de Derecho en la Universidad Central de Venezuela.
El plan político de una cúpula de profesores contrarrevolucionarios no justifica desestabilizar el país ni hacer que los estudiantes pierdan su derecho a la educación.
Es ahora cuando la intangibilidad y progresividad de los derechos y beneficios laborales (artículo 89 ordinal 1 CRBV) está garantizada mediante la Reunión Normativa Laboral donde todos los profesores, empleados administrativos y obreros por primera vez participamos en el diseño de la convención colectiva.
Lo cierto es que en la actualidad el siguiente paso en la transformación revolucionaria del sector universitario es eliminar la inconstitucional tercerización laboral que menosprecia a docentes contratados frente a los titulares, mediante la implantación de concursos públicos anuales que sean supervisados por autoridades profesorales, estudiantiles y ministeriales para que el estatus de profesor titular deje de ser un mecanismo de control político burgués que privilegia a militantes adecos, copeyanos y sus derivados.
