Desde la Isla de Margarita
el exministro de información de Carlos Andrés Pérez, Pastor Heydra,
escribe en su columna sin rodeos, en el diario la Hora lo siguiente:
Lo más doloroso para CAP fue “la felonía de la Dirección Nacional
de su partido AD, dirigida por Alfaro Ucero; de sus Senadores Lusinchi
(Vitalicio), Gonzalo Barrios, Alfaro, Lepage, Leandro Mora, Pedro Cabello,
Paris Montesinos, Mendoza Angulo, R.J. Velásquez, J.G. Montilla, L.
Pérez, J. G. Lozada, L. Sucre, y de quien los coordinó en esa emboscada
fratricida, el Jefe de esa Fracción Parlamentaria en 1993 y miembro
del orondo CEN de AD, Henry Ramos Allup. Nombrando al otro día, después
que la CSJ entregó la solicitud de enjuiciamiento al Senado, a Octavio
“El breve”, como Presidente Provisional. CAP había sido defenestrado
con el voto de AD, que lo expulsó, maldecido, de sus filas. En esa
misma dirección actuaron, los representantes de Copei, Caldera y Herrera
Campins (Vitalicios), P.P. Aguilar, Pérez Díaz, Rafael Tovar, Gómez
Tamayo, Briceño Ferrigni, Edgar Flores. Los representantes del MAS,
dirigidos por Pompeyo Márquez y Teodoro Petkoff.”
Provoca no decir más nada.
Pero apuran. Los hombres que ayer se aprovecharon, y luego despreciaron
políticamente a Carlos Andrés Pérez, hoy nos lo quieren vender como
un demócrata. Un hombre cargado de moral y luces. Un libertador. Algunos
de ellos olvidan persecuciones. Torturas. Desaparecidos. Caracazo. Periódicos
cerrados y censurados por Pedro Pablo Alcántara y otros. Y ese hombre
sí camina.
Si Henry Ramos Allup fuera
decente, no hubiese asistido al segundo entierro de Carlos Andrés Pérez.
Ya él, según lo escrito por Pastor Heydra, había montado el tinglado
para asesinar políticamente a Pérez, y lo logró. Ahora lo vimos allí,
plantado y cargado de verbos. Y a su lado la sociedad de cómplices
de siempre, los nuevos y los viejos, los que se repartieron el país
y los que quieren volver a lo mismo otra vez.
Hay que frenar el olvido. De
eso se trata, de recuperar memoria y cuenta. Ramos Allup sabe que está
haciendo política y su política ha sido siempre esa, la desvergüenza,
la de me importa un carajo. Se ruega no enviar flores.
robertomalaver@gmail.com