Al enemigo ni agua…¡Pa trás ni pa coge impulso!

Como antesala de lo que va ocurrir el 2012 (bonito año, por cierto…) hay que verse en el espejo de lo que va ocurrir el domingo 26S 2010, porque para unos habrá de ser una fatídica fecha y para otros el emerger de un nuevo amanecer, en el que se escribirá otra página para la historia.

Nos jugamos el futuro de nuestros hijos (…) como así dice un papelito pegado por manos escuálidas en el vidrio del ascensor del edifico donde vivo (zona de Manzanares y por demás escuálida…) Me pregunto… ¿Cual futuro? ¿O es acaso el futuro que nos legaron para provecho de unos pocos, los serviles apátridas cuarto-republicanos?

Dan lástima, y en verdad no hay arrechera de mi parte, ni odio, y mucho menos repulsión contra esos zombis y aletargados ciudadanos, porque más que arrechera o visceral rechazo, solo ciento lástima y congoja por dejarse engañar y manipular y por ser tan débiles de mente y pensamiento –y por si fuera poco, carajo— son amnésicos y se olvidan de que por más de 500 años hemos sido vilmente invadidos, mancillados, pisoteados, humillados, violados, esclavizados y arteramente asesinados, por oprobiosas huestes imperiales.

Estamos en pleno siglo XXI y no me resigno a creer que todavía a estas alturas haya gente tan débil, tan débil, y tan carente…, de pensamiento, mente y espíritu, que solo me cabe pensar que son seres que prefirieron vivir bajo su enfermiza personalidad y bajo la cultura del engaño y la mentira, antes que ver en su resplandeciente majestuosidad el fulgor y la luz de un nuevo amanecer, en donde los principios y valores morales brillan de nuevo con todo su esplendor.

No me resigno a creer que después de 11 años de revolución, ese menguado universo opositor (o máxima expresión de la negación) todavía a estas alturas no se han percatado de que mayoritariamente –y con una sumatoria cada vez más creciente de revolucionarios— crece y creen en el proceso bolivariano y se multiplican por doquier con inconfundibles llamados de unión, amor, verdad, recto proceder y respeto.

El verdadero revolucionario de izquierda siente en el corazón el equivocado odio entre hermanos, siente lo que el explotador hace contra el explotado, siente lo que el rico le quita al pobre, y en fin, no comulga con lo vacuo, lo fútil, lo individual, lo anodino…

No me resigno a creer que después de 11 años de revolución, estos cultores de las derrotas no hayan entendido el mensaje del pueblo a través de Chávez, el líder. Ah…, pero no lo aceptan ni lo pasan, porque es un zambo venido de la nada y no un blanco oligarca el que los promueve. No han entendido que Chávez con su particular estilo de trasmitir lo que siente y hablar con la verdad, solo busca que el sueño de oportunidades y la igualdad entre los iguales, sea en modo alguno, lo que aspira y desea ver materializado el pueblo. Y que por muchas razones resume en un todo, aquella búsqueda de la mayor suma de felicidad posible.

No me resigno a creer que después de 11 años de revolución, esa lerda oposición no se monte en el tren de los cambios que la historia nos exige.

Son débiles, miedosos y reacios a los cambios que nos exige el presente, y da pena ajena que no sean capaces de reconocer sus propios errores, y mucho menos reconocer los aciertos del contrario. No aceptan el juicio sano y oportuno del contrario y desde el zanjón de sus errores prefieren hundirse en el estercolero de la historia.

Creo…, no, no es que creo, soy y estoy más que convencido, de que hay una diferencia abismal entre lo que es Chávez y lo que es la traicionera oposición, por cuanto Chávez es frontal, sin ambigüedades, genuino, auténtico, amoroso con el prójimo, fiel a la verdad, leal con sus posturas, igual entre los iguales, no ejercita la prevaricación; y es recto, justo y con una cualidad que lo distingue de los demás: tolerante. Que por lo general es mal entendida, y confundida como permisiva, por los contrarios.

Después del domingo 26S la MUD, los prelados CEV, empresarios y oligarcas de medio cuño, si es que todavía le quedan dos dedos de frente, tienen que tomar conciencia de que el empoderamiento del pueblo y el poder de su aplastante mayoría debe ser oída y escuchada por tirios y troyanos, porque en política las reglas del juego así lo determinan. El resto de los partidos de oposición que en un 85 % no llegarán al 1 o 2% del electorado, deben hacer sus maletas y dejar que sus delirios de grandeza sean demolidos por el tremedal de la historia. Es triste, pero bueno…, es eso lo que se ha de cosechar cuando desde lo equivocado se siembran vientos de iniquidad.



joseagapo@cantv.net


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José Agapito Ramírez


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