La saliente canciller colombiana, María Consuelo Araújo, acusó ayer al vicepresidente, Francisco Santos, de actuar como Poncio Pilatos en el caso que llevó a su renuncia y dijo que el momento más grato fue su papel en el restablecimiento de relaciones entre Caracas y Lima.
“¿Qué explicación le hubiera podido dar Poncio Pilatos a María? No espero explicaciones ni las necesito, ése es un esfuerzo para su conciencia”, señaló Araújo a la revista Semana que la inquirió sobre el papel de Santos en la investigación sobre nexos de familiares suyos con paramilitares de extrema derecha, que la obligó a dimitir.
Carta
Santos reconoció que envió a la Corte Suprema de Justicia una carta de un testigo que involucraba a la familia de la canciller con el secuestro de un dirigente político del departamento de Cesar (costa norte, fronterizo con Venezuela), que se les oponía.
Sobre el papel que jugó el actual vicepresidente en su salida y la causa de una supuesta inadversión de éste, Araújo explicó: “Créame que no lo sé. No veo por qué, además siempre que se quedó en mi casa en Valledupar (capital del departamento de Cesar) parecía estar muy a gusto conmigo y con mi familia”.
Santos se abstuvo de polemizar y al ser consultado por radios locales aseguró: “A palabras necias, oídos sordos”.
La canciller renunció, el pasado lunes, al cargo en medio del escándalo por la captura de su hermano, el senador Álvaro Araújo, uno de los ocho congresistas oficialistas cuya detención fue ordenada por la Corte Suprema en el marco de una investigación sobre los nexos de jefes paramilitares y políticos.
Artífice
La ministra saliente resaltó que durante los seis meses de ejercicio como canciller de Colombia fue la artífice del reestablecimiento de las relaciones diplomáticas entre los gobiernos de Hugo Chávez, de Venezuela, y de Alan García, de Perú.
“Fue un momento de gran satisfacción personal. Pero sobre todo, una anécdota feliz para la hermandad bolivariana. Al presidente Hugo Chávez y al canciller (Nicolás) Maduro les guardo un afecto verdadero, tuve empatía con Maduro y aprendí a valorar al señor Presidente de Venezuela, quien fue muy deferente con mi Cancillería”, dijo Araújo.
“Con el presidente Alan García me une una relación de amistad desde cuando estuvo en Colombia antes de su Gobierno actual, le tengo aprecio y admiración. Lo que hice fue aprovechar esa doble coyuntura y el momento justo, en beneficio de la unidad latinoamericana”, concluyó.
Por otro lado, al menos 23 niños y dos maestros resultaron heridos al desplomarse el techo de un aula de un colegio público en la población de Aipe, en el sur de Colombia, informaron autoridades locales.
El alcalde de la población, Severiano Lugo, dijo que los heridos eran estudiantes de secundaria y profesores del colegio Jesús Aguirre, que se encontraban en un acto artístico en un salón de uso múltiple.
