Comunicación S.A

“- Cuando uso una palabra – dijo Humpty Dumpty, con algo de desprecio- significa lo que me da la gana que signifique. Ni más, ni menos.

- El problema –dijo Alicia- es el de si se puede hacer que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.

- El problema- dijo Humpty Dumpty- es el de saber quien manda. Eso es todo.”

Alicia en el país de las maravillas, Lewis Carroll. 

Antes de avanzar en el desarrollo de este artículo quisiera destacar ciertos aspectos como militante del PCV y, más allá de este particular, como parte del los movimientos políticos revolucionarios para la liberación de América Latina, con el fin de mostrar como el sistema de comunicación de masa, impuesto por los monopolios de la comunicación mundial de la oligarquía financiera internacional, son uno de los principales instrumentos de penetración cultural e ideológica que impulsa el imperialismo. La llamada cultura de masas no es sino un producto elaborado por las grandes corporaciones mediáticas para apartar a los pueblos de la consideración crítica de sus problemas colectivos y con la consecuencia que permita frenar su ascenso político. 

El concepto de Totalitarismo es central para el entendimiento del sistema político actual de los Estados Unidos, y no con esto quiera replicar a la Alemania nazi ni que Obama es Hitler. Quiero referirme (en solo a este punto) que la Alemania de Hitler, para recordarle al lector, sus parámetros como sistema de poder fue invadir otros países, justificar la guerra de anticipación como doctrina oficial y reprimió toda oposición en el ámbito local; un sistema cruel y racista en sus principios y sus prácticas, profundamente ideológico y abiertamente decidido a dominar el mundo imponiendo el sistema capitalista. Esos parámetros, se introducen para poner en evidencia la razón de ser de la derecha y ultra derecha venezolana, al traer a esos supuestos intelectuales para desarrollar sus acciones contra nuestro propio sistema de poder (Artículo No. 1, CRBV)1.

Ellos se oponen a los principios fundamentales de la democracia, son en mi opinión, Totalitarios en tanto que revelan una obsesión por el control, la expansión, la superioridad y la supremacía. Directrices dictadas por la oligarquía internacional reaccionaria con el uso de los medios de comunicación.

En este sentido queremos acusar a la oligarquía internacional que mediante sus maniquíes nacionales usan los medios de comunicación, de manera global, para difundir sus ideologías reaccionarias, de mutilar y deformar deliberadamente los hechos sociales, de promover el consumo de bienes producidos y comercializados por las corporaciones monopólicas y, sobre todo, substituir nuestra propia cultura de manera deliberada con el fin de generar inmensos grupos sociales dependientes y sumisas al poder colonizador. 

En el Encuentro Internacional: Intelectuales Frente a la Crisis del Capitalismo, en el cual se abordó el tema de la Crisis del sistema capitalista resaltó como una  de sus conclusiones finales que en la defensa de las ideologías y patrones de comportamiento impuestos por el imperialismo, sus oligarquías y burguesías asociadas, los medios de comunicación juegan un papel de importancia trascendental, que se torna cada vez más crítica en este momento que la confrontación entre la vieja y la nueva fuerza va agudizándose y la mayoría de los pueblos del Sur pugnan por alcanzar un proceso pleno para su liberación, desarrollando la plataforma política que inicie la revolución. El análisis y debida caracterización de las estructuras de poder en Venezuela, respecto al mundo, y los contenidos que deben acompañar los medios de comunicación comunitarios es de una relevancia extraordinaria. 

En el reciente evento programado por los buitres y zánganos de la derecha internacional, en connivencia con  la zánganocracia de la derecha reaccionaria nacional, nos indica, aunque esto es lugar común, que el sistema de comunicación de masa en América Latina está bajo control férreo de las empresas monopólicas e imperiales de la comunicación y de los grupos dependientes de ellos aquí en Venezuela, mostrando en ese evento, en general, las siguientes funciones sociales que aducen ellos como defensa del sistema Capitalista:

  1. Mantener en funcionamiento el sistema productivo mediante el máximo consumo posible de bienes y servicios generados, en general la creación de necesidades para el consumo superfluo y enajenante.
  2. Sostener la estructura de poder, el orden económico y social vigente, ocultando en lo máximo las contradicciones estructurales que en ellas se encuentran por el carácter de clases de esta oligarquía.
  3. Reforzar una cosmovisión individualista y atomizadora del pueblo.
  4. Imponen su sistema productivo expoliador multiplicado por la expansión y monopolización del sistema de medios de comunicación de donde deriva todos los valores enajenantes que les permitan promover en todos los planos de la conducta social: sexo, familia, cultura, trabajo, propiedad, etc.
  5. Reducir la capacidad crítica mediante la saturación de ofertas para el consumo, promoviendo mensajes que manipulen la afectividad del pueblo en general.
 

La crítica a los medios de comunicación social es hoy una tarea inmediatamente política, que nos remite a los problemas centrales de toda la sociedad en el sistema capitalista actual.

Esta crítica debe comenzar por preguntar y responder lo siguiente:

¿Cómo persuadir al pueblo que el verdadero rumbo de la política contemporánea conduce a un sistema político que es exactamente opuesto al ejemplo máximo de democracia, a la descripción que de él hacen la “dirigencia” política de la derecha reaccionaria dependiente del imperialismo, sus medios masivos y los oráculos de los think tanks made in USA?

Como es sabido por todos nosotros, el desarrollo del Sistema Capitalista, que incluye todas las corporaciones que monopolizan con éxito su mercado, suponen, como de hecho lo vienen haciendo, concentran el poder económico y político, y paralelamente desarrollar estructuras institucionales dedicadas a la administración intercalada entre los “centros de decisión” y el pueblo situado en la base piramidal. Con esto el imperialismo expresa claramente la creciente necesidad de la clase dominante oligárquica de organizar sistemáticamente la manipulación de la conciencia y a los aparatos institucionales que les permita el control de los sistemas de comunicación para dominar de manera eficaz los símbolos que reducen al pueblo o la base de la pirámide a no saber el juego de los procesos descritos por aquellos que Weber consideraba la esencia misma del estado: “el uso monopólico y sistemático de la violencia física, económica o ideológica”.

Es por todo esto que la comunicación es una Sociedad Anónima de la derecha reaccionaria venezolana dependiente y manejada por el imperialismo. 

1.- Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV)

2.- La racionalidad instrumental, denunciada por Weber: “sojuzga al individuo y da protagonismo al poder económico; la sociedad es cada día más uniforme, la violencia ha sido domesticada, la dominación del poder sobre el sujeto es anónima e introyectada en muchos casos; viejas esperanzas desaparecen, hundidas en el flujo de la guerra y el caos social. Recientemente aparece el pensamiento único, la globalización, y la idea de postmodernidad dispuesta a negar el sujeto desde la perspectiva de otra narración de modelos de vida”. 

f.oscar.f@sencamer.gob.ve



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Oscar Flores

Dirigente de los Círculos Bolivarianos, comunicador alternativo, Director del periódico La Voz del Valle

 lavozdelvalle2@yahoo.es

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