El señor Weil

El señor Weil, el caricaturista, tiene como característica de estilo la de permitir que la caricatura hable por si sola, sin necesidad de diálogos, ni parlamentos. Esto puede servirle de salvoconducto, porque siempre puede recurrir a dar una interpretación particular cuando se ve en esa necesidad., como la vez de la caricatura del soldado gringo buscando en la boca de un Chávez igualado a un Husein, lo cual explicaron luego como algo que el mismo presidente había sugerido en una alocución.

El no presentar argumentaciones sino sólo dibujar y expresar con la imagen, dice mucho de la forma como piensa el caricaturista, y por supuesto de lo que pretende transmitir Esto no es ni una ventaja, ni un salvoconducto ni una bendición, ese hecho es la evidencia de que los medios no sólo manipulan con lo que dicen y callan, porque no informan sino que juzgan y toman posición, sino que también a través de manchetas y caricaturas, inducen a la gente a participar de la forma particular como conciben, ven y sienten al resto de una comunidad, a la raza humana, a la gente que les rodea.

Para muestra, revisen la caricatura del señor Weil publicada el día miércoles después de Carnaval. El programa Buenas Noches la enfocó por largo tiempo desde diferentes ángulos, y permanecieron todos callados. La pagina web de Globovisión todavía la tiene en exhibición, cual trofeo. ¿Será que quieren decirnos algo a todos y no se atreven?, ¿a quién va destinado el mensaje?, ¿a todo aquel que quiere coger un poco de sol y desea descanso y debe acudir a una playa pública? ¿Cómo perciben y cómo se perciben? Casi que dicen: ¡mayor falta de estilo y clase! Se ve que se sienten como gente tan culta y refinada, como gente que puede ir al Resort o al Club o quedarse en su casa haciendo parrilla y tomando güisqui.

En fin, ¿Qué se quiere transmitir? ¿Es acaso ese afán de querer parecer mejor que el resto y de pertenecer por sus modales y sus gustos a una clase superior a la cual la mayoría no tiene acceso ni de lejitos? ¿Qué es lo que quieren decirle a todos los que viajaron en los autobuses estacionados al pie del balneario tan escatológicamente diseñado?

Nosotros comprendemos, entendemos que existe gente que ande cifrando lo que es en lo que tiene, en lo que usa, en cómo anda, y para ellos hay poco lugar para el resto de la humanidad común y de a pie.Sin embargo, no creo que quieran trasmitir ni esto ni aquello. Y voy a tratar de formular mi análisis. Primero debo decir que he mostrado esa caricatura, esa bofetada, a mucha gente que regresó quemadita de su viaje a la playa. Pusieron la cara como quien dice ¡que pasado! Una expresó: ¿y ese Weil qué se cree? Envidioso es que está por saber que pudimos divertirnos y ser felices! Y otra dijo: Yo sí me divertí, ¿y qué?, otra persona sintió: ¡esto es una agresión! y la señora que plancha, dijo sin ver la referida caricatura: Con ochenta bolos la pasamos mundial, yo y mis dos hijos. Los autobuses me llevaron y me trajeron casi de gratis. Esa cosa, no va dirigida a nosotros; eso va dirigido a toda la gente que piensa como Weil, va dirigida a esas personas a quienes le han hecho creer que nosotros los chavistas somos: hordas, feos, desdentados, hediondos. Ahora los manipulan hasta la última esencia, sí a sus seguidores, y les dicen: ¡eso es lo que son esos chavistas: un arreo de sucios pata en el suelo que se conforman con esa porquería que les da su gobierno! Esa caricatura es un reforzador de conducta de rechazo para que la oposición continúe pensando como piensa y rechazando y odiando por razones que desconocen, a parte de la humanidad que vive con ellos.

Bueno señor Weil, que pena que sea así, que lastima que usted tenga licencia para manipular y dirigir de forma artera y subliminal a las personas que piensan como usted y que son su público, y que no teniendo usted probidad pueda tratar a sus lectores cual si fueran monigotes.

Y ustedes ciudadanos lectores, en sus manos está el ser críticos y reconocer qué hacen estos llamados comunicadores en sus manos está el diferenciar arte de estafa, información de manipulación, chistes de burlas, ciencia de prejuicio, comunicación de confinamiento; entre otras importantes distinciones.


mromero@ciberesquina.una.edu.ve


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Maruja Romero Yépez


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