¿Y mi libertad de expresión?

En RCTV y Globovisión han hecho en los últimos días lo que están acostumbrados a hacer: manipular y mentir. La protesta contra la decisión gubernamental sobre RCTV se hizo, pero con una falla de origen, ocultando la verdad: la concesión expiró y el Estado decidió no renovarla. Prefirieron mentir. A propios y a extraños.

Los días precedentes al nacimiento de Teves y a la salida del aire de RCTV se convirtieron en los reality shows más prolongados de los que se haya tenido conocimiento en la historia de la TV mundial. Litros y más litros de lágrimas fueron derramados en una puesta en escena predecible, en la que los productores le ahorraron a las empresas 1BC utilería, equipos, vestuario, etc. ¿La estrategia? Muy fácil. Busquen a todos los pateados, botados, cesanteados de los últimos 53 años, lávenles el cerebro, luces, cámaras y a llorar se ha dicho.

Los productores de las llorantinas tipo bailanta, lograron que algunos vecinos trasladaran a sus casas, la cancioncita cursilona “porque hay un corazón que grita” y yo con ganas de gritar, pero de pura desesperación.

Pero eso no es nada. Lo más insólito de los productos de estos reality show ha sido el surgimiento de la nueva clase de “estudiantes contestatarios” de las universidades privadas de Caracas, defensores de los derechos de los dueños de las empresas 1BC, en vivo y en directo. Antes era “un pelo” distinto. Recuerdo que en los años 80 cuando marchábamos en defensa de todas las libertades, “no nos pasaban” ni en RCTV, ni en Venevisión, ni en el canal del Estado. Salíamos sólo cuando nos acusaban de violentos.

Y es que lo que me preocupa no es que los estudiantes protesten. No faltaba más. De hecho lo hacen, enhorabuena. Pero no me negarán el derecho a sorprenderme de las causas de la protesta. Aun cuando yo hubiera preferido que RCTV muriera de mengua, y es la cuarta vez que lo escribo, protestar para que Marcel Granier pueda seguir haciendo la pésima televisión que hacía y seguirá haciendo, es incomprensible. Los nazis también protestan y yo no tengo porque estar de acuerdo. Los pinochetistas protestan y yo no tengo porque estar de acuerdo. Granier protesta y yo jamás estaré de acuerdo. ¿Y qué pasa? ¿No me van a respetar mi libertad de expresión?

*Periodista


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Mercedes Chacín*


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