Por ahora sin título: Guayamurí

Estoy viendo y oyendo a Mario Silva en su programa sabatino. Ahora ya no es Sábado Sensacional de muchos años atrás, todavía recuerdo al querido Amador Bendayán, y en la postrimería de su carrera, ya cansado para tanta actividad física y laboral, ya entrado en años, necesitaba el estímulo de escuchar la frase gritada "Ánimo Amador". Estoy así, desanimada necesitando oír que me animen. Y de alguna forma extraña lo que oigo, veo, de este programa La Hojilla, me animan nuevamente a escribir estas líneas que no creo saldrán publicadas, o tal vez si, gracias a la consideración y apertura de Aporrea.

 

La gente de Nueva Esparta habló en el programa de Silva: incentivar la pesca, nuestra principal actividad productiva. Y ¿el turismo?. No está en la mente del pueblo, ya que resulta al fin y al cabo una actividad servil: atender al turista, darle alojamiento, comida, diversión. Colocarnos a su disposición. Y recuerdo el bulevar que conduce a Playa Parguito, desde la costa, un esfuerzo del Gobierno canalizado por la Gobernación, por Corpotur, por el Ministerio del Poder Popular para el Turismo. Una reunión con uno de sus viceministros y parte del pueblo, allá en Playa Parguito, en aquellos años aún felices de 2009 . Los vecinos de la zona, consejos comunales, voceros, ect. Pregonaban que no querían el turismo. Que en Cuba había servido para prostituir a sus niñas, que en la zona la actividad era de pesca. Y por razones fútiles, no dejaron que se inaugurara un bello bulevar costero. Hecho en revolución. Y así año tras año el turismo lo siguen negando. El famoso hotel El Tirano, luego Hotel de Chana, ahora no sé de quién, sigue abandonado a su suerte, o mejor, a la deriva y al desvalijo de quienes roban sus puertas, sus ventanas, todo lo que pueda ser robado. Un hotel que fue hermoso, frente a una belleza de mar, al lado del Cerro Guayamurí. Por cierto en el dialecto napoletano, que aún no sé cómo puede ser parecido a la lengua de los indios guaiqueríes, (pero que algún erudito me lo hará saber) significa " ¡cuidado con morir!," así mismo, en forma exclamativa, como una amenazadora advertencia. Y sin hacer caso del significado, inconscientes, llamamos a nuestra casa de playa, a nuestro retiro para los años dorados, ahí cerquita, "Guaiquerida". Y fue robada, desvalijada, en una historia que ya les conté en otra entrega.

Y esta advertencia es la que ahora late en nuestros pensamientos, la que teme nuestros corazones, a los que somos chavistas de corazón y vemos tan cuesta arriba el futuro de la patria bonita que soñamos con Chávez.

Es cierto que, como señala Mario Silva, los enemigos se benefician de esta lucha de pueblo contra pueblo, refiriéndose al bachaqueo. Pero es un fenómeno que nos recuerda los raspacupos del año pasado, pero con una mayor dimensión: los raspacupos debían tener aunque sea un pequeño capital para pagar el viaje, comprar las divisas. Las remesas estaban más a la mano del "pueblo", y así personas humildes, taxistas, empleadas domésticas, buhoneros, peluqueras, etc. podían acceder al gran negocio de sus vidas comprando divisas baratas y revendiéndolas después al valor del otrora innombrable.

Ahora, el bachaqueo. A la mano de cualquiera, del más humilde, del que revende incluso los productos en su barrio, en su entorno. ¿Qué importa el control por el número de cédula? Hoy va uno, mañana va otro, y así sucesivamente. Yo he ido recientemente, ya un par de veces, al mercal de carne de la Trinidad. Haciendo mi colita de la tercera edad compro el día que me toca, carne buena a 250 Bs/kg mientras en el Plaza, cuando la venden, está a Bs. 600/kg. Hay personas en la cola, muchas, que hablan sin pudor de su actividad de bachaqueo. Además extraña observar que en ese mercal no usan la máquina registradora, no se paga con débito, sólo efectivo, ¡no dan ningún tipo de factura! Esta anómala situación ¿no se presta a corrupción? Me dice mi amiga, doméstica de mi hermano, que antes no era así, pero que esto se repite en los últimos tiempos. ¡Ojo pelado! A quién corresponda….

Pueblo contra pueblo, o lo que se dice "pueblo" se beneficia de la revolución en todas sus aristas, las legales y las ilegales que surjan como una oportunidad de incrementar sus ingresos. La notoria viveza del venezolano. Todas estas políticas que se elaboran y se aplican con esfuerzo mayor para el pueblo, pueden lucir hasta no merecidas, moralmente, en una parte que se beneficia de la revolución. Pero sabemos que los logros de la revolución, no distinguen el bueno del malo. La revolución pareciera ser hecha, según la errada interpretación de algunos, inclusos de autoridades bolivarianas, sólo para el "pueblo". El "pueblo" que Mario Silva, en su etapa televisa anterior, a las once de la noche, llamaba: pueblo de los de a pie, de los destentados, de los pata en el suelo….Y así, no importan que roben, que hagan negocios con remesas a 6.30, que hagan de las suyas con el bachaqueo, que destruyan bosques y quemen selva virgen, que contrabandeen alimentos, gasolina, no importa. No importa porque también, todas estas oportunidades de negocio ilícito, son posibles gracias a la revolución que persigue la igualdad de oportunidades, de justicia, de igualdes, para aquellos que un día fueron invisibles.

Recuerdo que al Presidente Chávez le molestaba mucho recordar la frase usual en aquellos gobiernos adecos: "los adecos roban pero dejan robar". Y hoy mismo, en una cola que le ofrecí a dos buhoneros de libros usados (los venden cerca de la asamblea nacional), recordaban con nostalgia que en la época de los adecos ganaban muchísimo y se lamentaban, ahora en estos tristes tiempos, no haber ahorrado tanto bienestar.

Guayamurí, compañeros. La ética en la revolución no ha sido enseñada, la revolución cultural no nos ha llegado, los mismos deseos y defectos del capitalismo siguen con fuerza, vigentes. Y de ahí se agarra el enemigo, de la naturaleza humana sin cultivar en principios, en valores.

No, marea socialista no. No sé qué. Y por eso estoy como Amador Bendayán, desanimada y esperando que algún milagro, una noche de insomnio genial como las de Chávez, ilumine extraordinariamente la mente y el corazón de los gobernantes nobles, sinceros, leales, que siguen creyendo con honestidad en el éxito irreversible del proceso bolivariano.



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Flavia Riggione

Profesora e investigadora (J) Titular de la UCV.

 flaviariggione@hotmail.com

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